Los atractivos de Ardales, el nuevo municipio declarado como turístico en Málaga

Ardales es la décima localidad de la provincia de Málaga que consigue ser declarada como municipio turístico por la Junta de Andalucía. Atributos no le faltan. No en vano, es una de las poblaciones más ricas por su patrimonio histórico, por sus paisajes y por su gastronomía.

Tanto en el casco urbano como en los alrededores, Ardales se ofrece como una lección práctica de historia, con numerosos vestigios de su pasado. Entre otros, sobresalen las fortalezas del antiguo Al-Ándalus o la famosa gruta que lleva su nombre. Además, también tiene enclaves de gran valor ecológico, como una de las gargantas kársticas más impresionantes de todo el país. Éstos son algunos de esos lugares de interés:

Este paraje natural, que en su mayor parte está en el territorio de Ardales, en los últimos años se ha puesto en valor especialmente por la habilitación del Caminito del Rey, que lo atraviesa, partiendo desde tierras ardaleñas y permite descubrir la singularidad de este espectacular cañón. Gracias a la pasarela histórica mencionada, rehabilitada en parte, hoy se puede comprobar los valores biológicos, geológicos e históricos de esta garganta caliza. Su puente colgante, los 'ammonites' que aún se ven en sus paredes, el recorrido fluvial del Guadalhorce o el paso de una de las líneas ferroviarias históricas del país son algunos de los motivos que se suman para hacer una excursión a sus entrañas, es decir, por el Caminito del Rey.

Ubicación: Puente colgante del Caminito del Rey

Otro de los grandes valores de Ardales es el gran lago artificial propiciado por el pantano del Conde del Guadalhorce, más conocido por los malagueños como El Chorro. Este gran embalse ofrece muchas posibilidades para los visitantes, como dar paseos por el entorno o hacer algunas actividades acuáticas, como kayak, hidropedales o padel surf, entre otras opciones. Además de su interés lúdico, hay que tener en cuenta el valor histórico de esta presa, considerada como una de las obras hidráulicas más importantes de la provincia de Málaga. A ella hay que unir la presa del Gaitanejo, que está considerada como uno de los hitos más innovadores en su momento por el trazado y ubicación de las diversas bóvedas como por su sistema de vertedero sobre la presa-central. Lo original de esta presa está en su diseño, ya que se apoya en las mismas laderas del estrechamiento o tajo del Gaitanejo. Por su parte, la presa de El Chorro fue concebida como una gran infraestructura hidráulica que permitiera acumular grandes caudales de agua durante varios años, de tal forma que garantizara la producción energética, incluso en periodos de escasez de lluvias, así como el abastecimiento de agua potable a Málaga y el riego de cultivos.

Ubicación: El Chorro

En la zona conocida como las Mesas de Villaverde (Ardales), muy cerca del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes se puede visitar otro de las grandes joyas eremíticas de Málaga. Se trata de la basílica que mandó a construir Omar Ben Hafsún en su bastión de Bobastro, desde donde desafió a la poderosa dinastía de los Omeyas. De hecho, esta iglesia excavada en la roca es uno de los emblemas de este importante yacimiento arqueológico. Seguramente, se comenzó a erigir cuando Hafsún abrazó el cristianismo, lo que encolerizó aún más a Abderramán III. Este templo, que no es el único encontrado en esta ciudadela rebelde, hoy es uno de los emblemas de este yacimiento arqueológico. Es más, su construcción guarda relación con uno de los hitos de esta sublevación, el momento en el que Ben Hafsún decide abrazar al cristianismo (a finales del siglo IX o principios del X) e incluso nombra a un obispo. Bobastro, además de ser un lugar con un gran interés arqueológico donde queda mucho por descubrir a través de excavaciones, recompensa con sus impresionantes paisajes, entre la sierra caliza de Huma y los embalses del Guadalhorce y del Guadalteba.

Ubicación: Bobastro

Situada a pocos metros del Desfiladero de los Gaitanes, se puede visitar esta capilla que alberga la imagen de la patrona de Ardales. Se trata de la ermita de Villaverde, considerada incluso por algunos historiadores como uno de los templos que en su día estuvo en extramuros de la rebelde Bobastro. Hoy, este templo, que fue reformado en la pasada década de los años sesenta, es una de las visitas obligadas en el entorno del Caminito del Rey. Frente a la capilla se podrá ver otro vestigio histórico importante hace siglos, la torre de vigilancia conocida como el Peñón del Moro.

Ubicación: Ermita de Nuestra Señora de Villaverde

Esta caverna, situada en el pueblo del mismo nombre, contiene pinturas rupestres de la época solutrense (20.000 años a. C.), un importante yacimiento neolítico (3.800 años a. C.) y varios enterramientos del Calcolítico (2.700 años a. C.). Ha sido el único yacimiento arqueológico malagueño que se ha incluido dentro del Itinerario Cultural Europeo 'Caminos del Arte Rupestre'. Le sobran motivos para ello, ya que allí se pueden apreciar manos pintadas con la técnica de la aerografía y signos realizados con los dedos, presentes sólo en unos pocos yacimientos en todo el mundo. Para poder acceder hay que reservar entrada con antelación. Hay que tener en cuenta que se trata de un enclave que tiene unas visitas limitadas al año, lo que le permite mantenerse lo más similar posible a cuando estuvo habitada. Para informarse sobre ella, lo más recomendable es ponerse en contacto con el centro de interpretación Prehistoria en Guadalteba, situado en la entrada de Ardales.

Ubicación: Cueva de Ardales

Este edificio es el principal templo del pueblo de Ardales. Situado junto al castillo de la Peña, conforma un conjunto monumental de gran belleza. Como parroquia fue construida a fines del siglo XV, presumiblemente sobre una anterior mezquita. Eso sí, su aspecto actual se corresponde más bien con la casi reconstrucción que se hizo en el año 1720. A pesar de ello, aún conserva en su interior algunos elementos propios del estilo mudéjar, como el artesonado de tracería. Desde fuera, además de su esbelta torre, llama la atención su portada barroca.

Ubicación: Iglesia Parroquial Nuestra Señora de los Remedios

Casi en lo más alto del casco urbano de Ardales se encuentra esta pequeña fortaleza de origen árabe. Conocido como el castillo de la Peña, está situado a tan sólo unos metros de la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios. Hoy, a pesar de ser un recinto amurallado de un relativo pequeño tamaño, es uno de los hitos fundamentales para conocer el medievo en el interior de Málaga. Al igual que Bobastro cuenta con un centro de interpretación, en el que se puede conocer con más detalle el papel que jugó esta fortaleza ardaleña durante los momentos más complejos del pasado andalusí.

Ubicación: Castillo de la Peña

Aunque esta capilla evidencia un origen relativamente reciente, la versión original aparece en la documentación histórica del siglo XVII. Hoy es uno de los lugares emblemáticos para los vecinos de Ardales, pero también un lugar único para disfrutar de una vista panorámica del casco urbano y su entorno, entre montañas, embalses y extensos campos dedicados a la agricultura de secano fundamentalmente. Además, desde ese pequeño santuario, se puede tener una amplia perspectiva de lo que es el Bajo Turón.

Ubicación: Ermita Del Calvario

Situada a unos cinco kilómetros del casco urbano de Ardales, se pueden ver sobre un cerro los restos de lo que en su día fue la fortaleza del Turón. Este recinto amurallado, que no tiene un acceso fácil, fue mandado a construir en el XIV. Fue tomado en 1.433 por las tropas cristianas y desde entonces quedó despoblado. Gracias a ello, mantiene hoy en día muchas de sus murallas y torres originales. Este castillo llegó a contar con una decena de torreones, lo que da idea de la importancia que tuvo en la época. Los restos visibles de este castillo se encuentran junto al río Turón y la ruta de senderismo que lleva de Ardales a El Burgo, que hoy coincide con una de las etapas de la Gran Senda de Málaga.

Ubicación: Castillo de Turón

Situado sobre el río Turón, a su paso junto al casco urbano de Ardales, se puede cruzar por esta construcción, cuyo origen se atribuye a los romanos en el siglo I. Sin embargo, hoy se aprecia muy poco o casi nada de aquella época. Eso sí, con sus tres arcos de medio punto, es una de las obras de ingeniería más importantes de la comarca. Hay que tener en cuenta que esta zona de campiña ha tenido siempre un gran valor estratégico, como lo evidencian las distintas fortalezas medievales que hay en el entorno. Además, el Turón es uno de los ríos más importantes de la comarca.

Ubicación: Puente Romano de la Molina

Antes de su unión con el pantano del Conde del Guadalhorce, el Turón hace un interesante recorrido por el territorio de Ardales. Aunque no atraviesa su casco urbano, sí lo bordea por su cara norte. Hoy parte de esa unión del río con el pantano (la cola del embalse) forma parte de lo que se conoce como la reserva ecológica del Turón, que abarca algo más de 80 hectáreas de superficie. Se trata de un punto de interés ornitológico, ya que por allí pasan o anidan muchas aves de ribera, como el zampullín, el cormorán, la garcilla, el ánade azulón, la cerceta, el pato colorado, el porrón, el cernícalo o el águila pescadora, entre otras. En lo que se refiere a vegetación, allí, conviven fresnos, adelfas, pitas, tarajes o eucaliptos. Existen algunos caminos que discurren siempre junto al agua, de tal forma que siempre se tiene un aliciente paisajístico.

Ubicación: Bajo Turón

Pero, además de monumentos y enclaves naturales, Ardales es también un lugar idóneo para disfrutar de la cocina tradicional de la zona. Esto se puede hacer en los numerosos bares, restaurantes y ventas que se reparten por su territorio, donde aguardan platos que sorprenden. Éstos son algunos de esos establecimientos:

Codillos al horno de miel es uno de los platos que se pueden probar en algunas ocasiones en este céntrico restaurante, una brasería con una agradable terraza que sorprende por su selección de carnes, pero también por guisos como la caldereta de chivo.

Ubicación: Restaurante brasería Juan Vera

Su carta es variada y para todos los gustos. Entre los platos que más pueden llamar la atención están el flamenquín de chivo, el cochinillo al horno o el pulpo a la brasa. También tiene una céntrica terraza junto al Ayuntamiento.

Ubicación: Asador Casa Paula

Los que quieran tapear tienen un sitio idóneo en este establecimiento situado en la plaza principal. Allí preparan raciones y tapas tradicionales, pero también muy creativas o de origen exótico. Entre las últimas, están la col rellena, el rollo Sajonia, salchichón a la plancha o el nido de gula. Entre las clásicas, hay mucho donde elegir: ensaladilla rusa, caracoles, jibia frita o filetitos de cerdo.

Ubicación: Bar Millán

Además de una importante selección de pescados, mariscos y carnes, en este restaurante situado en la entrada del pueblo, se podrá encontrar los típicos pitiflanes de Ardales, unas tiras rebozadas que recuerdan a las lagrimitas de pollo.

Ubicación: Restaurante El Chascá

Además de la cocina tradicional, en Ardales también hay muy buenas opciones para comer pizzas, camperos o hamburguesas, como este restaurante. Los que prefieran los clásicos, allí pueden elegir también entre un surtido de chacinas ardaleñas, hasta el plato Gaitán, que recuerda por sus ingredientes al de los Montes. Son sólo dos ejemplos de su amplia y variada carta, en la que también abundan distintas carnes y con diferentes cortes.

Ubicación: Restaurante El Gaitán

Antes de adentrarse en el casco urbano o al salir, hay que hacer una parada en este restaurante con solera, que tiene entre sus especialidades los callos con garbanzos, el conejo en salsa, el chivo a la pastoril o el estofado de carrillada. También cuentan con un amplio repertorio de carnes y preparan raciones tan contundentes como el flamenquín XL o el plato de los Montes.

Ubicación: Restaurante Hostal El Cruce

Entre los establecimientos que hay en el entorno del Chorro, éste es el que mejores vistas panorámicas tiene. Además, capta a muchos comensales con algunas de sus especialidades, como las coles rellenas de carne con salsa de vino y pasas de Málaga, el jabalí a la cazadora o el rabo de toro estofado. También tiene opciones veganas, como sus alcachofas aliñadas o sus delicias de espárragos.

Ubicación: Restaurante El Mirador Ardales

El codillo de cerdo al horno, el jabalí al vino tinto, el bacalao a la vizcaína o la carrillada de cerdo son algunos de los platos estrella de este establecimiento. Según la temporada su carta puede variar, con platos como la olla de tagarninas (en invierno sobre todo) o la porra y el melón con jamón (en verano). Tampoco faltan los clásicos: las croquetas del puchero, la ensaladilla rusa o los boquerones en vinagre.

Ubicación: Restaurante El Kiosko

La tradición también manda en la carta del restaurante de la Posada del Conde, que también es un confortable hotel del entorno del Chorro. Allí, se pueden pedir jabalí al vino tinto, rabo de toro a la cordobesa, chuletitas de cordero o albóndigas en salsa, entre otras muchas alternativas.

Ubicación: Mesón Restaurante La Posada del Conde

Situado junto a la ermita de la Virgen de Villaverde, a pie de carretera, esta venta ofrece en su carta platos como el pisto, las migas, el lomo con patatas, las berenjenas fritas o las chuletitas de cordero. La presentación y la relación calidad precio de sus preparados sobresalen especialmente en muchos de sus platos, como algunas tablas de queso o sus ensaladas y revueltos.

Ubicación: Bar Restaurante La Ermita

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