Borrar
Imagen de la pasarela colgante sobre el río Almanchares. Ñito Salas

Un puente de vértigo en el Caminito del Rey de la Axarquía

El viaducto colgante de la etapa siete de este gran recorrido se ha convertido en un nuevo atractivo para la comarca de la Axarquía

Lunes, 26 de octubre 2020, 01:26

Una pasarela colgante sobre el río Almanchares, en el desfiladero del Saltillo, es desde hoy un nuevo hito de la Gran Senda de Málaga, un gran recorrido circular de la provincia de Málaga que ya suma 745 kilómetros de longitud en toda la provincia.

El nuevo puente, que se abre al público esta tarde, tras su inauguración oficial por la mañana, tiene una altura sobre el cauce del río de 64 metros. Construido con un suelo de madera y una estructura de acero, tiene 1,20 metros de ancho y 52 de largo. Así, su aspecto, suspendido entre las dos caras del desfiladero, lo convierte en una infraestructura muy atractiva para los amantes del turismo de interior y la aventura.

Este viaducto es así el principal atractivo de la etapa siete de la Gran Senda de Málaga, entre Cómpeta y Canillas de Aceituno, que también se ha visto mejorada en su trazado por el último de los dos municipios.

El puente y sus acceso han supuesto una compleja actuación, que ha ejcutado el Ayuntamiento de Canillas de Aceituno y la Diputación de Málaga por un importe que ronda los 600.000 euros. La empresa encargada de realizar el viaducto y las mejoras en el sendero, Oystec, se ha enfrentado a la dificultad orográfica que ofrece esta escarpada ladera de la sierra de Tejeda.

Durante cinco meses, desde el pasado mes de febrero, con el paréntesis del confinamiento, han trabajado en este proyecto más de treinta operarios, que han tenido, entre otras dificultades, el traslado de los materiales. Así, se han usado mulos, quads, tirolinas e incluso un helicóptero.

Con el nuevo puente, el trazado de la etapa siete de la Gran Senda de Málaga (Cómpeta-Canillas de Aceituno), se modifica para pasar por este vertiginoso desfiladero. Sin duda, el tramo de Canillas a Sedella, de unos nueve kilómetros, será a partir de ahora el más atractivo, pero también el más duro desde el punto de vista físico y el más complejo técnicamente.

Quienes quieran pasar por este puente sin hacer la ruta completa, desde o hasta Cómpeta, que son 25 kilómetros, tienen la opción de hacer el itinerario hasta Sedella o incluso sólo hasta la pasarela desde Canillas de Aceituno. En cualquier caso, les aguarda un vertiginoso recorrido por una antigua acequia, con tramos muy angostos y no aptos para quienes tengan vértigo, ya que, no hay vallas que den seguridad a los senderistas.

Así, desde Canillas de Aceituno hay algo más de cinco kilómetros hasta el puente, al que hay que bajar por un empinado camino de tierra. Quienes vuelvan por ese camino tendrán que enfrentarse a una dura subida por él. Los que sigan hacia Sedella también tendrán otro importante desafío técnico y físico en un sendero muy angosto.

Eso sí, justo antes de llegar al descenso hacia el puente se pasará por una de las pasarelas metálicas que pueden recordar al Caminito del Rey, ya que van adosadas a la pared caliza y cuenta durante algunos metros con una valla metálica de seguridad. Poco después de ésta, si se obviara el itinerario de esta etapa de la Gran Senda de Málaga, habría otro similar. Ambos han sido mejorados también dentro de esta actuación.

Aunque desde hace tiempo hay quien lo conoce como el 'Caminito del Rey de la Axarquía', este itinerario tiene poco que ver con el que recorre el paraje natual del Desfiladero de los Gaitanes. Ni su origen ni su envergadura se asemejan. Tampoco se parecen en su uso turístico. Mientras que el que está entre Ardales y Álora, fue ideado como un gran reclamo para casi todo tipo de visitantes, éste está sólo al alcance de quienes frecuentemente hacen rutas de senderismo de cierta dificulad y están acostumbrados a pronunciados desniveles. Así, el antes mecionado tramo de la acequia necesita tanto de experiencia como de habilidad. Y, por supuesto, nada de vértigo.

Qué hacer si se va a Canillas de Aceituno

Si se visita el pueblo de Canillas de Aceituno para hacer la ruta que lleva hasta el puente, no se puede obviar los atributos y virtudes que tiene este municipio de la Axarquía. Así, hay que considerar que es un pueblo conocido desde hace muchas décadas por los amantes del senderismo y el montañismo. No en vano desde allí se puede hacer la etapa ocho de la Gran Senda de Málaga (hasta Periana por Alcaucín) o la clásica subida a La Maroma, la cima más alta de la provincia, por el sendero de la Casa de la Nieve.

Esta última ruta, una de las más desnivel que se pueden hacer hoy en la provincia, requiere de un gran esfuerzo físico y bastante preparación. Basta tener en cuenta que sólo en la ida se tarda más de tres horas de continua subida. Eso sí, por ese sendero, que parte desde el propio casco urbano, se llega a otro enclave de gran belleza, la Rábita. Se trata de una cavidad sobre hay quien cree que tuvo cierta importancia en el antiguo Al-Ándalus. Incluso se cree que era el sitio donde se reunían los santones sufíes antes de que las tropas árabes entraran en batalla. Igualmente, pudo ser una antigua mina. En cualquier caso, merece la pena detenerse allí, no sólo para verla desde fuera sino para disfrutar de las amplias vistas panorámicas que se tienen de la Axarquía.

Qué ver

  • Casco antiguo: Tanto detrás del Ayuntamiento como en el entorno de la iglesia aguardan las calles más vistosas.

  • Iglesia de Nuestra Señora del Rosario Principal templo de la localidad, que está situado en el centro del pueblo.

  • Casa de los Diezmos Construcción neomudéjar (siglo XVI).

  • La Rahíge Enclave del río Almanchares que está junto a la carretera que va a Sedella.

  • La Rábita En el camino a La Maroma se pasa junto a esta misteriosa cavidad, que se cree que fue lugar de culto para santones sufíes

Dónde comer

  • Bodegón de Juan María Este establecimiento está especializado en el chivo lechal, sobre todo al horno de leña, aunque también lo hay al ajillo (Calle Placeta, 6).

  • La Sociedad Con más de cuatro décadas de historia, este restaurante es conocido dentro y fuera de la provincia también por su chivo lechal al horno de leña (Calle de la Iglesia, 12).

Además de la Rábita, en el término municipal de Canillas de Aceituno hay otros enclaves naturales muy recomendados, a los que se puede llegar a través de senderos, caminos rurales o por la propia carretera. Entre estos últimos, se encuentra el enclave de La Rahíge o Rahíje, en el cauce del río Almanchares, situado junto a una pronunciada curva que hay en la vía que lleva hasta Sedella. En la cara oeste del municipio, destacan también otros sitios de interés, como la Cueva de la Fájara o el nacimiento del río Bermuza.

También el casco urbano tiene edificios y lugares de interés para visitar. Lo más recomendable es dar un paseo por las calles de su casco antiguo, donde se pueden ver pasajes angostos y algo empinados llenos de coloridas macetas. Entre los edificios más notables, sobresalen la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y la Casa de los Diezmos -mal llamada durante años como la de la Reina Mora-. Se trata de un edificio del siglo XVI que guarda relación con el pago de tributos al marquesado de Comares.

Frente a este último inmueble, que sólo se puede ver desde fuera, se encuentra el Ayuntamiento, que alberga en su parte exterior una fuente y un busto del cantaor de Antonio de Canillas. Un antiguo aljibe árabe, la plaza del Castillo -donde antes hubo una fortaleza árabe- o la Casa Esgrafiada (siglo XVI) son también otros enclaves de interés, que, además justifican la inclusión de este pueblo dentro de la denominada Ruta Mudéjar de la Axarquía.

Gastronomía

Otro reclamo importante de Canillas de Aceituno está relacionado con la gastronomía. Así, entre otros productos destacan el aceite de oliva virgen extra de su cooperativa, el vino del terreno que aún se hacen en muchos de sus hogares o los dulces caseros de la panadería El Mastrén. A ello hay que unir la típica morcilla canillera, en la que tiene especial importancia la cebolla. Este embutido de sangre de cerdo se puede comprar en las dos carnicerias que hay en el pueblo, Adorín y Esperanza, ambas muy cerca del Ayuntamiento. Allí se pueden comprar estas morcillas por un precio que ronda los ocho euros el kilo.

En lo que se refiere a restauración, Canillas de Aceituno es uno de los pueblos conocidos por la elaboración del chivo lechal malagueño al horno de leña. Así, hay dos restaurantes con mucha fama dentro y fuera de la provincia, donde se recomienda reservar con antelación, sobre todo si se quiere el choto al horno. Por un lado, está La Sociedad, un restaurante que lleva más de cuarenta años elaborando éstos y otros platos de chivo. Por otro, el Bodegón de Juan María, con menos antigüedad, pero con mucha experiencia en la preparación de este plato. En ambos casos, los precios de un chivo entero ronda los 90 euros, aunque dependerá del peso del animal. El potaje de hinojos -en temporada- o el chivo al ajillo son otras opciones recomendables en éstos y otros establecimientos de restauración de Canillas de Aceituno.

Más reportajes

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Un puente de vértigo en el Caminito del Rey de la Axarquía