Gloria para el BeSoccer y el Rincón Fertilidad

Siempre hay excepciones, y en este nefasto 2020 para la humanidad el deporte se ha encargado de repartir algunas alegrías. En modalidades de equipo y a nivel local estos doce meses han dejado dos claros nombres propios, los del Rincón Fertilidad Málaga, que ha obtenido sus dos primeros títulos, la Copa de la Reina y la Supercopa, y el del BeSoccer UMA Antequera, que ha logrado su tercer ascenso a la élite en cinco años. Se da el caso de que los dos consiguieron sus proezas en la ciudad, pero sin público o con aforo muy reducido.

Con 26 años de vida, el Club Balonmano Málaga Costa del Sol, ahora con el patrocinio de Rincón Fertilidad, está en su mejor momento. Ha pasado de ser una entidad humilde a una de las más pujantes del balonmano nacional femenino, uno de los dos pesos pesados del panorama, junto al Bera Bera. Tras muchas vicisitudes y numerosas campañas alejado de la élite, este 2020 ha sido el año de su espaldarazo definitivo, después del esfuerzo de más de un cuarto de siglo de Carmen Morales, su primera presidenta, que estuvo al frente de la entidad durante más de dos décadas -ahora su labor la sigue con acierto la exjugadora Pepa Moreno-, el recientemente fallecido (en el verano de 2019) Diego Carrasco, su entrenador casi todo este periodo, y Manolo Rincón, con un apoyo decisivo como mecenas del proyecto.

La Copa de la Reina fue el primer hito. Málaga, que ya fue sede del torneo en la temporada 2017-18, lo acogía esta vez en primavera en el Pabellón El Limón de Alhaurín de la Torre, pero la pandemia obligó a aplazarla a la primera semana de septiembre, con un aforo muy restringido (220 espectadores), aspecto que no fue confirmado incluso hasta pocas horas antes del torneo. El cuadro malagueño tumbó en cuartos de final al favorito, el Bera Bera, por 23-18, con una gran actuación de su portera Merche Castellanos; en semifinales, al Liberbank Gijón, en un encuentro no apto para cardiacos, con un 20-20 al final del tiempo reglamentado, un 24-24 al cierre de la prórroga y la necesidad de recurrir a los penaltis (3-5), y en la final costó algo menos superar al Elche (24-20). Ningún equipo andaluz había logrado la Copa de la Reina de balonmano hasta entonces.

Apenas dos meses después llegó la Supercopa, esta vez en Ciudad Jardín y ante el Bera Bera (28-27) el 30 de octubre. En otro final agónico, Estela Doiro firmó el tanto de la victoria, y Castellanos, la parada salvadora final. Precisamente es este Bera Bera donostiarra el gran rival ahora en la lucha por el título liguero, en un torneo con numerosos parones ante las competiciones europeas y los partidos de selecciones, y en el que el cuadro malagueño también ha sufrido aplazamientos por positivos por Covid-19 en su seno.

Y es que el éxito ha llegado con una vuelta a los orígenes, con un grupo dominante nacional, varias representantes de la cantera local (las hermanas gemelas Sole y Espe López, María Pérez, Laura Sánchez, Virginia Fernández, Bárbara Piñeira y Desi Segado) y sólo dos extranjeras (la argentina Rocío Campigli y la brasileña Isa Medeiros). Suso Gallardo ha sabido gestionar la transición entre ese equipo forjado por Diego Carrasco, del que fue su ayudante varios años, al actual, en una sucesión a la postre menos traumática de lo esperado. En su séptima campaña seguida en División de Honor (terminando siempre entre la cuarta y décima plaza de la clasificación), el equipo ha competido ya en tres ocasiones en torneos europeos, y del 15 al 17 de enero próximos (las dos citas, en el pabellón Rubén Ruzafa de Torre de Benagalbón) se medirá al ZRK Naisa Nis serbio en los ctavos de final de la EHF European Cup.

Para muchos el Rincón Fertilidad ha juntado el mejor siete de la competición, con Castellanos; Sole y Medeiros en los extremos, más Paula García, Arderius, Espe López y Doiro, y sin citar a una especialista defensiva como Campigli. Una plantilla de lujo, pese a un presupuesto en torno a los 300.000 euros en los que se mueve el club, sin que se pueda hablar de profesionalización. El extraordinario momento ha propiciado que el Rincón Fertilidad sea actualmente el club que más jugadoras ha aportado a la selección en el Europeo, un total de tres: Sole López, Arderius y Castellanos.

Junto al buen año del Rincón Fertilidad, no menos bueno ha sido el del BeSoccer UMA Antequera, un club con unas peculiares señas de identidad, con una filosofía de juego limpio en la cancha, con una plantilla de estudiantes universitarios y austeridad económica, sin profesionalización. Eso no ha sido óbice para lograr tres ascensos en un lustro, el último sellado el 29 de junio en el Martín Carpena, en la final de una fase de ascenso que durante muchos meses tuvo en vilo a la entidad.

La pandemia sorprendió al equipo segundo, pero la Federación Española de Fútbol decidió que sólo subiera directamente el primero, el Betis. La idea inicial fue un cuadrangular entre los equipos situados del segundo al quinto para pelear por la otra plaza de ascenso a Primera, pero el Manzanares se retiró. Quedaban tres, y se premió al BeSoccer, el mejor clasificado, accediendo directamente a la final, que dirimió ante el Irefrank Elche, que apeó al Talavera. La incertidumbre fue máxima en plena primera ola de la pandemia, sin fechas decididas, aunque la sede se asignó en Málaga, en el Martín Carpena. Los equipos llegaron incluso a detener la preparación domiciliaria de sus jugadores, y en la vuelta por fases al trabajo fue necesario asumir un sobrecoste para atender los protocolos. En concreto, el BeSoccer UMA tuvo que ejercitarse en Guadaljaire, cerrado el pabellón de la Universidad.

Llegó el gran día, y un gol de Alvarito dio tranquilidad al cuadro malagueño en la final. El equipo fue más conservador en su juego, pero la fórmula le dio éxito. Pese al empate del Elche (minuto 25), no tardó en llegar el 2-1, del goleador de la temporada, Álex Fuentes. En los instantes finales Javi Amorós marcó el tercero y Raúl Canto, el cuarto, que sentenciaron el ascenso. En los últimos segundos el Elche redujo las distancias con dos goles y portero jugador, pero apenas se sufrió ya.

El reto del club malagueño ahora es claro: lograr la primera permanencia en la máxima categoría, porque en las dos campañas jugadas en ella (recientes) siempre se descendió a las primeras de cambio. De momento el equipo está en un puesto de promoción de descenso y, además, se ha clasificado para los cuartos de final de la Copa del Rey, igualando su tope histórico.

En otras disciplinas, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio hasta el verano de 2021 ha marcado la planificación de los mejores deportistas malagueños. En ciclismo, el marbellí Luis Ángel Maté, que corrió la Vuelta (fue el 23º de la general) anunció que deja el Cofidis tras una década en él. Se marcha al Euskaltel, de una categoría inferior para la UCI.

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