El Santo de Pizarra, el 'corcovado' del Valle del Guadalhorce

Javier Almellones

Málaga

Domingo, 28 de febrero 2021, 17:31

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No tiene las dimensiones del espectacular cristo redentor de Corcovado, en Río de Janeiro, pero es más antiguo que éste. El conocido como Santo de Pizarra, que, en realidad, es una imagen de un Sagrado Corazón de Jesús, es uno de los emblemas del Valle del Guadalhorce. Más allá de la religiosidad de esta escultura, hay una curiosa historia, que tiene su origen en el Padre Arnáiz.

Este jesuita de origen vallisoletano, que fue beatificado en Málaga en 2018, fue uno de los dos personajes fundamentales para que en la cumbre de la sierra de Gibralmora se instalara esa imagen, que se inauguró y se bendijo hace ahora prácticamente un siglo, el 12 de enero de 1921. Por su orden religiosa, este sacerdote abogaba especialmente por el culto del Sagrado Corazón de Jesús. Pero, también fue decisiva la intervención del conde de Puerto Hermoso, Fernando Soto Aguilar, que era amigo personal del beato.

Así, en 1920, el noble, que vivía en Jerez, pero que tenía su segunda residencia en Pizarra, mandó a construir una imagen de bronce y hierro colado de unos dos metros y medio de altura para que se instalara en la cima de la sierra de Gibralgalia, donde hasta entonces había una cruz de madera. El Sagrado Corazón de Jesús, que fue construido por Francisco Hernández-Rubio, se inauguró poco después. Fue bendecido en una acto multitudinario por el entonces obispo de Málaga, Manuel González, que estuvo acompañado por una importante comitiva, donde además del Padre Arnáiz o los Condes de Puerto Hermoso, estaban otras personalidades importantes de Pizarra. Entre ellos, estaba el alcalde, José Rosas Peña, que pronunció un emotivo discurso consagrando el municipio de Pizarra al Sagrado Corazón de Jesús.

De aquel acto de inauguración dejó testimonio gráfico la revista 'Blanco y Negro', de ABC, que, eso sí, cometió una curiosa errata en uno de los textos al confundir el nombre de esa sierra de Pizarra, Gibralmora, con el del monte Gibralfaro. Así se puede ver hoy en el el número 1549 del 23 de nero de 1921 en esta publicación histórica.

Además de financiar otras obras religiosas ideadas por Arnáiz, Fernando Soto, era una persona sumamente religiosa, que, además también tenía cierta predilección por la adoración del Sagrado Corazón de Jesús. No en vano, también costeó otras imágenes en Pizarra, como la que hay en el núcleo rural de la Vega de Santa María o en la propia parroquia de San Pedro Apóstol. También hay que tener en cuenta que su esposa, María del Carmen Domecq, y su familia política tenían devoción por el Sagrado Corazón. De hecho, según explica el historiador pizarreño Alejandro Rosas, «en Jerez de la Frontera, el matrimonio mandó a Francisco Hernández Rubio construir una copia idéntica de la de Pizarra, que se terminó en 1926».

Pero, la de Pizarra duró apenas una década y media. Tal y como indica Alejandro Rosas, en febrero de 1936, cuando ganó las elecciones el Frente Popular, pocos meses antes de que estallara la Guerra Civil, la estatua fue arrancada de su base por un grupo de comunistas pizarreños y arrojada por la abrupta ladera de la sierra. De esta forma, la imagen se rompió en muchos trozos. Algunos vecinos se quedaron con algunas partes de aquel Sagrado Corazón de Jesús. «Hay quien incluso guarda el rostro o el pecho», añade el historiador pizarreño.

Acabada la Guerra Civil, en el año 1940, en el lugar donde estaba aquella imagen se decidió colocar una cruz de madera, mientras que en sus base se instalaron algunos pedazos de la estatua. Este símbolo religioso, en realidad, había estado ahí antes incluso que el Sagrado Corazón de Jesús ideado por el Padre Arnáiz. De hecho, Alejandro Santos recuerda que «la cañada adyacente se llama de los Búhos o de la Cruz». Así lo demuestran documentos notariales que hacen referencia a esta zona. Además, otra cruz acompañó a la primitiva imagen del Sagrado Corazón de Jesús, como se puede apreciar en otra imagen del Archivo Díaz de Escovar, de la Fundación Unicaja. La cruz de madera instalada en 1940, tuvo que ser sustituida en la década de los años sesenta por otra similar, ya que la primera fue destruida por un rayo durante una tormenta.

Así se dejó hasta diciembre de 1994, cuando el pueblo de Pizarra se une para volver a colocar allí una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. En concreto, fue el 27 de febrero de 1995 cuando se instaló sobre una base de piedra una escultura aún mayor que la que se instaló hace un siglo. En concreto, la nueva imagen, que a diferencia de la anterior está con los brazos abiertos, tiene una altura de 3,5 metros y está hecha de resina de poliéster con carga de polvo de bronce, reforzada con malla de vidrio y armazón de acero inoxidable. La obra fue encargada al escultor jienense Miguel Fuentes del Olmo, catedrático de Bellas Artes, quien todavía, a sus ochenta años, recuerda aquel encargo.

Ampliar

«La hice en Sevilla, dentro de mi cátedra, para que mis alumnos pudieran ver de una forma práctica como se ampliaba una obra escultórica de este tipo», comenta Fuentes del Olmo desde su estudio en la localidad de Tomares. Eso sí, este artista de Andújar (Jaén), que es conocido hoy por su dilatada trayectoria, recomienda que la actual imagen del Santo de Pizarra se pase a bronce, ya que, con el principal material que se hizo hace ya más de un cuarto de siglo -resina de poliéster-, «no va a durar mucho, ya que está muy expuesta al viento y a la lluvia». Fuentes del Olmo se ofrece gratuitamente para elaborar el molde si le llevan la pieza a Sevilla. «Lo único que tendría un coste sería el traslado y el fundido en bronce, que estaría entre los treinta y los cuarenta mil euros», comenta.

Para volver a poner al Sagrado Corazón de Jesús en la zona más alta de la sierra de Gibralmora, hizo falta hace ahora 26 años recaudar tres millones y medio de las antiguas pesetas. De esa cantidad, algo menos de un tercio fue aportado por el Ayuntamiento de Pizarra. El resto salió de donativos de los propios vecinos y algunas aportaciones de empresas o asociaciones. Impulsó toda esta campaña la Comisión Pro-Santo de Pizarra, con José Francisco Gómez Romero, a la cabeza. Para celebrar el regreso del Santo, a la jornada siguiente, coincidiendo con el Día de Andalucía, se celebró una romería popular. Desde entonces, se ha conmemorado así cada 28 de febrero, salvo el de este año por culpa de la pandemia.

Esta imagen religiosa, que bien podría ser considerar como el particular 'corcovado del Valle del Guadalhorce', es hoy uno de los hitos de una de las rutas de senderismo más populares de la provincia de Málaga, que se ha puesto en valor en los últimos años al configurarse como un itinerario circular que recorre la sierra de Gibralmora, atraviesa la conocida como Raja Ancha y pasa junto a la ermita semi rupestre de Nuestra Señora de la Fuensanta, otra de las joyas monumentales de este pueblo del Valle del Guadalhorce. Este sendero está homologado hoy con la nomenclatura SL-A-213 por la Federación Andaluza de Montañismo.

Esta subida a la cima de la sierra de Gibralmora permite tener una interesante perspectiva del fértil Valle del Guadalhorce y de la Sierra de las Nieves, cuyas cumbres ya se han teñido de blanco en varias ocasiones durante este invierno. A pesar de no ser demasiado elevada, esta pequeña cordillera de Pizarra es una delas más emblemáticas de la comarca, ya que cuenta con el atractivo geológico de tener sedimentos del Mioceno. A esto hay que añadir su atractivo botánica, ya que en ella abundan las especies aromáticas, como romero, tomillo, lavanda, manzanilla o salvia. Sorprenderá el recorrido a través de la citada Raja Ancha, denominada así por el estrecho camino que se adentra en el recóndito espacio que dejan dos impresionantes rocas.