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La Catedral de Málaga, conocida como la 'manquita', es el templo de mayor envergadura de la provincia, pero también hay otros en municipios del interior que impresionan por su tamaño o que son especialmente emblemáticas por su arquitectura o por su antigüedad. Algunas de ellas tienen un tamaño que incluso se antoja desproporcionado en relación con las dimensiones del pueblo donde se encuentra. Alpandeire, Macharaviaya o Álora son algunas de las localidades que cuentan con estas otras 'catedrales' de Málaga.
Alpandeire
Cuando se llega por una sinuosa carretera a Alpandeire, lo que más destaca es su impresionante iglesia, conocida popularmente como la 'Catedral de la Serranía'. No sólo llama la atención su tamaño en relación con este pueblo de poco más de doscientos habitantes sino también que tenga dos torres. Construida originalmente a principios del siglo XVI y restaurada doscientos años después, es uno de los principales emblemas del Alto Genal. Su tamaño se debe, según relata una leyenda popular, a una confusión de planos entre el templo que se iba a construir en el pueblo vecino de Igualeja y el de Alpandeire, aunque nunca se ha confirmado desde el punto de vista histórico. En su panteón, se pueden ver dos momias muy bien conservadas. Se trata posiblemente de los restos mortales del matrimonio benefactor que hizo posible su reapertura en el año 1713. Por eso, se calcula que sus cadáveres llevan allí aproximadamente tres siglos.
Macharaviaya
Este templo poco tiene que ver con el que se construyó en ese mismo lugar en 1505. El actual edificio es fruto de la magna obra realizada en 1785, en la época en la que Macharaviaya era conocido como 'el pequeño Madrid' gracias a la influencia que ejercía la familia Gálvez en la corte del rey Carlos III. De hecho, gracias a la insistencia de este influyente linaje burgués se construyó el magno templo de estilo neoclásico que hoy llama la atención por su tamaño en relación con el casco urbano de Macharaviaya, donde hoy vive menos de medio millar de personas. Además del interior, de una sola nave y con una planta de cruz latina, sobresale muy especialmente el panteón que hay justo debajo. En él están enterrados don José de Gálvez y su esposa. Junto a ellos están otros miembros de esta famosa familia.
Álora
Este templo del siglo XVII está considerado hoy como uno de los tres de mayor tamaño de toda la provincia de Málaga. Para erigirla fue necesario casi un siglo entero, ya que según consta en su historia, se construyó entre los años 1600 y 1699. A principios del siglo XVII, ante el aumento de población de Álora, se vio necesaria levantar un templo de mayores dimensiones del que hasta entonces había dentro del castillo árabe, que es otro de los emblemas del pueblo. El lugar elegido fue la actual plaza de la Despedía, un espacio también emblemático por lo que se vive allí cada Semana Santa. Por la altura de su esbelta torre y del propio edificio es visible prácticamente desde cualquier parte del casco urbano. También es recomendable tener una perspectiva más alejada para apreciar sus dimensiones. Así se puede ver desde el monte del Hacho.
Antequera
Es difícil saber cuál es el templo más importante de Antequera, conocida como la 'ciudad de las iglesias' por la cantidad y calidad de sus edificios religiosos (una treintena aproximadamente). Sin embargo, por su historia y por su ubicación, sobresale especialmente la Real Colegiata de Santa María La Mayor, que, paradójicamente, en la actualidad no tiene culto religioso sino un uso eminentemente turístico. Entre sus virtudes está su estilo renacentista. De hecho, esta colegiata, que fue construida entre 1514 y 1550, está considerada hoy como la primera iglesia que ese construyó con ese estilo artístico en Andalucía. Por ello, por su espectacular fachada y otros elementos de su interior está declarado como monumento nacional.
Ronda
Este sobrio edificio religioso se erige como protagonista del conocido barrio rondeño de San Francisco. Fue mandada a construir tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos, en 1485. Dos décadas más tardes se finalizaron las obras de esta espectacular y sólida iglesia. Pese a su antigüedad y su tamaño, no es la más conocida por los visitantes, ya que se encuentra relativamente alejada del casco antiguo, donde se encuentran otros templos de gran belleza y tamaño, como las de Santa María La Mayor, que también se comenzó a construir en 1485, aunque tardó mucho más en inaugurarse, o la del Padre Jesús, ubicada en el barrio del mismo nombre.
Campillos
En la comarca del Valle del Guadalteba, hay también templos de gran tamaño. Entre ellos, uno de los más espectaculares es el de Campillos, la iglesia de Santa María del Reposo. En este edificio religioso, que se comenzó a construir en el siglo XVI, sobresalen tanto su elevada torre campanario como su portada barroca. Aunque se comenzó a edificar en 1537, su aspecto actual guarda relación directa con las reformas realizadas en el siglo XVIII y otras posteriores en los años 1805 y 1821. Para los campilleros es, sin duda alguna, su principal monumento.
Vélez-Málaga
En la capital de la Axarquía hay también mucho donde elegir en lo que se refiere a templos religiosos, aunque por antigüedad y por su significado la más importante es la que se levantó cerca de la actual fortaleza sobre una antigua mezquita. Se trata de la iglesia de Santa María de la Encarnación o Santa María La Mayor, que hoy alberga en su interior al Museo de la Semana Santa de Vélez-Málaga. Además de las piezas de dicha colección, en su interior sobresale especialmente un retablo renacentista en su altar mayor. Debido a su ubicación, desde el exterior se tienen unas excelentes vistas panorámicas de la ciudad axárquica.
Además de estos siete templos, hay otros también de gran tamaño en el interior de la provincia de Málaga, como las iglesias de Nuestra Señora de la Encarnación de Yunquera y de Alhaurín El Grande, la de San Sebastián en Cañete la Real, la iglesia de Santa Ana de Alozaina, la iglesia de San Juan Bautista de Coín o la del Convento de las Mínimas en Archidona, entre otras. Además, en la Costa del Sol, destacan otras muy notables, como la de la Encarnación en Marbella.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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