Unicaja-Tenerife: la revancha infinita

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El Unicaja sorprendió al mundo del baloncesto con aquel fantástico título de la Copa de Badalona en 2023. En la final venció al Tenerife, entonces Lenovo, en un partido que fue una montaña rusa y en el que fue durante muchos minutos por detrás en el marcador. Lo mismo sucedió en la Final Four de Belgrado. Ambos duelos cayeron del lado malagueño con el premio añadido de lograr dos títulos para sus vitrinas. Ahora el Unicaja y el Tenerife se citan para acceder a uno de esos partidos que abren las puertas de la gloria, la final de la Copa.

El Unicaja llega lanzado. La exhibición que dio ante el Joventut ha disipado las dudas generadas después de sus dos últimas derrotas a domicilio. El equipo está fresco de piernas, de ideas y a tope de motivación.

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Le hará falta su mejor versión para superar a un rival que eliminó al poderoso Barcelona. Llegó a ir perdiendo por 15 puntos, pero nunca se fue del partido. A su ritmo, pero volvió y cuando tuvo cocinado al conjunto culé, se lo comió en un final formidable liderado por Marcelinho Huertas. Esto no es nuevo para el Unicaja, que ya sabe lo bien que juega el equipo que dirige Txus Vidorreta y lo complejo que son los partidos ante ellos.

Para que el lector lo entienda, basa su juego en correr, transiciones rápidas y tratar de anotar en los primeros segundos de cada posesión para evitar que la defensa rival se asiente. El Tenerife, por su parte, es el equipo que más lento juega de la competición, pero sin embargo tiene la eficiencia ofensiva más alta de la Liga. Lo que quiere decir que saca el máximo rendimiento de su estilo. Ataques largos con muchas resoluciones al borde de la posesión, algo que cansa a los defensores y, si acaba en canasta, además tiene un impacto mental. Huertas es el jefe de operaciones, pero también Fitipaldo. Por dentro, el gran momento de Fran Guerra, será otra preocupación para el Unicaja.

En el conjunto cajista, Ibon Navarro explicó ayer que Dylan Osetkowski sufrió una hiperextensión en una falange de la mano izquierda y que tiene la zona dolorida. Al no ser la mano de tiro, no le impedirá jugar. Melvin Ejim es la única baja para el partido.