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José Ferrary, durante su alocución sobre las tablas del Cervantes.

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José Ferrary, durante su alocución sobre las tablas del Cervantes. salvador salas
Teatro Cervantes

José Ferrary ensalza el papel evangelizador de unas cofradías que «nos necesitan a todos»

Cofradías. ·

El pregonero de la Semana Santa pide por la paz, apela a la unidad entre los cofrades y llama a vivir con «orgullo» el Jubileo en Roma

Sábado, 5 de abril 2025, 21:34

El pregón de la Semana Santa de Málaga celebrado esta tarde en el Teatro Cervantes de la capital ha sido el marco donde el deán de la Catedral, José Ferrary, ha ensalzado el papel y el poder evangelizador que juegan las cofradías, donde a su juicio cabe todo el mundo. En una exaltación con guiños a la ciudad y en la que ha abierto su corazón con recuerdos y sensaciones personales, el sacerdote ha pedido por la paz en un escenario internacional convulso, ha apelado a la unidad entre los cofrades y ha llamado a vivir con «orgullo» el Jubileo de las Cofradías que acogerá Roma el próximo mayo.

«¡Hermanos! Málaga, Andalucía, necesita de sus cofradías, que son populares y no populistas; que son del pueblo y para el pueblo. Los cofrades malagueños luchamos para que no se entienda la Semana Santa ni como una expresión cultural, ni como una anticuada y mortecina expresión de la fe, ni como una expresión religiosa desfasada. Málaga necesita de sus cofradías y de su Iglesia para mostrar que la fe no se diluye, sino que está viva y que el seguimiento a Cristo no se frena, sino que progresa; necesita de personas, cofrades y creyentes, que hagan efectiva la caridad y el amor al prójimo. Y necesitará del 'capillita' con su capacidad de aportar un contrapunto estético como del 'cuaresmero' o ese 'temporal discontinuo' que complementará las muchas actividades de las cofradías durante la Cuaresma. Málaga nos necesita a todos, como cofrades que vivimos día a día, con un sólo corazón y una sola alma para que podamos dar testimonio de la resurrección del Señor, que es lo único que verdaderamente importa», ha afirmado Ferrary, en una proclamación que entronca con el reconocimiento que el Vaticano ha otorgado a la piedad popular con el protagonismo dado a las cofradías y su papel evangelizador en el marco de los actos con motivo del Jubileo de la Iglesia.

«Necesitaremos del 'capillita' como del 'cuaresmero' o ese 'temporal discontinuo'»

Unas hermandades en las que, a juicio del pregonero, se cumple el refrán popular de 'Dios los cría y ellos se juntan' y todos quedan igualados por la fe. «Nos unimos en torno a nuestras tradiciones religiosas por una misma fe. Perseveramos juntos desde el más rico al más pobre, el profesor de universidad y quien no tiene estudios, convocados por una sola llamada: la del Señor y la de Su Santa Madre», ha afirmado, al tiempo que ha catalogado a la Semana Santa como «esa grandísima universidad de la igualdad y en la igualdad, como lo fueron las primeras comunidades cristianas».

Vista del patio de butacas del teatro. salvador salas

En esta línea, el pregonero ha expuesto su definición sobre lo que es ser cofrade: «Ser cofrade no es una elección, sino un regalo que viene del cielo para compartir un don que no tiene precio. El cofrade siente un escalofrío cada vez que se viste de nazareno para ser uno más entre iguales. Los cofrades tenemos un sólo corazón y una sola alma. Y no sabemos explicar aquello que sentimos porque, ese sentimiento, carece de traducción verbal».

Presentación

La tradición de que el pregonero sea presentado por su antecesor no ha podido cumplirse en esta ocasión por la muerte, en julio del pasado año, de Augusto Pansard. La Agrupación de Cofradías encargó al periodista Santiago Souvirón que pronunciase las palabras de introducción a la figura de José Ferrary, a quien ha definido como «un cofrade que es sacerdote» y de quien ha destacado que es «un defensor de que las cofradías son necesarias en la Iglesia. Y un convencido del potencial que tienen las hermandades para transmitir el mensaje de Dios en Semana Santa y fuera de ella».

Un pregón donde ha estado muy presente la actualidad. Así, Ferrary ha aprovechado el momento donde se ha referido a la Cofradía del Monte Calvario para, aludiendo al Santísimo Cristo Yacente de la Paz y la Unidad, hacer un alegato en favor de la paz mundial y de la unión interna en las hermandades. «Que este Viernes Santo seamos capaces de pedir de veras la paz y la unidad en nuestro mundo, especialmente en la Tierra Santa del Señor. La paz y la unidad para España y nuestra Andalucía. La paz y la unidad en nuestra Iglesia universal y en nuestra Iglesia de Málaga. La paz y la unidad en nuestras hermandades y entre los hermanos cofrades», ha recalcado.

Contra el relativismo

En esta línea y en una sociedad cada vez más relativista, el pregonero ha hecho una defensa de los valores cristianos que están en la raíz de la cultura occidental. «En nuestra sociedad nos parece que todo es relativo o accidental, que todo es prescindible según convenga, incluso a costa del ser humano. Advertiremos cómo la moda de estos tiempos es creer que 'todo vale' y nos empeñamos en romper la tradición espiritual de nuestro pueblo para proponer una sociedad sin referencias religiosas. Pero los cofrades somos católicos y Occidente debe su progreso y la fuente de su pensamiento al hecho religioso cristiano. Occidente nace en una cultura cristiana, eso es indudable, como indudable es que nunca debemos renunciar ni a lo que somos, ni a nuestras raíces, ni a nuestra fe», ha destacado.

«Ser cofrade no es una elección, sino un regalo que viene del cielo para compartir un don que no tiene precio»

Sus palabras tampoco han sido ajenas a la cita de mediados de mayo en Roma, donde la Virgen de la Esperanza estará al culto en la iglesia de San Pedro del Vaticano y protagonizará, junto al sevillano Cristo de El Cachorro, una Gran Procesión por las calles de Roma. «El Nazareno del Paso cierra un capítulo de la pasión en Málaga y, este año, abre una puerta de júbilo para toda la Iglesia dejando el protagonismo en la mejor embajadora posible, María Santísima de la Esperanza. Se abrirán las puertas de Roma y, ante Ella, se rendirán los romanos y el mundo. Se movilizará Málaga entera para seguirla. Se llenarán las calles en la ciudad eterna. Orgullosas lucirán las siete colinas y brillará el Vaticano, porque la Esperanza está en Roma. (...) Todo eso será un regalo para la Iglesia y para el mundo. Nos marcará y nos hará sentirnos orgullosos. Teníamos que ir, teníamos que estar y lo vamos a hacer. Debemos estar. Todos debemos apoyarlo y alegrarnos sin fisuras. Así es, así será, así lo viviremos y así lo recordaremos», ha dicho.

José Ferrary ha puesto en valor la figura del nazareno cuando se ha referido a la Cofradía del Descendimiento aludiendo a un veterano penitente al que, sin dar muchos detalles, parece conocer bien: «Llama la atención ese nazareno que llega en silencio por fuera y en diálogo abierto con su Madre por dentro. Un nazareno cuyo único afán es amar porque bien sabe que Ella le ama más de lo que él puede amarle a Ella». Además, al referirse a la Archicofradía de los Dolores de San Juan ha dicho que «no es la cofradía de los tronos, sino de los nazarenos».

Caridad y portadores

Sin olvidar la labor caritativa, donde ha exaltado «la entrega» de los voluntarios de Cáritas y el «impagable» trabajo de la Fundación Corinto, ha destacado la labor de los portadores. «¿Qué tendrás, mujer de trono que al llevar el varal no parece que sea el trono el que camina, sino Jesús quien avanza? ¿Cómo harás hombre de trono, pues con tu pericia los sentidos engañan y nos vemos en Jerusalén y de pronto en Málaga? Gracias hombres y mujeres de trono pues por vuestro esfuerzo podemos colocar ante el Señor los mantos de nuestra pobreza y aliviamos el dolor de María con la rama de nuestra fragilidad», ha proclamado.

En su disertación, José Ferrary ha mencionado a todas las cofradías y a la Orden Seglar de Servitas aunque no por orden cronológico de salida sino de forma aleatoria. Unas alusiones en las que han destacado las palabras a cofradías con las que está especialmente vinculado. Así, a la Virgen del Rocío le ha dedicado unas bellas palabras y ha recordado cómo es querida en todos los barrios de la ciudad. «Rocío de mi aliento, Rocío de mi vida, Rocío de mi Málaga..., que más te puedo decir cuando tengo tanto que decirte y tan pocas palabras para expresarlo. Rocío que quiero poner en voz alta todo lo que tengo dentro y no sé si llego», ha aclamado.

«En Málaga, Cristo crucificado sale a la calle escoltado por quienes se juegan su vida por defender a nuestro país»

«En Málaga, Cristo crucificado sale a pulso por Santo Domingo sobre brazos militares para ser entronizado. Sale a la calle escoltado por quienes se juegan su vida por defender nuestro país. Son los que luchan por la paz y que, desde su corazón, se sienten 'novios de la muerte'. Ellos saben que cuando la muerte es acompañada de Cristo siempre es una Buena Muerte. Salen cantándole con el corazón invadido de orgullo, lo hacen fuertemente, sin descanso y con la esperanza de su encuentro en el cielo, en un mañana, con la misión bien cumplida. Y Málaga vibra, se siente legionaria y entregada a ese Cristo que muere con esa 'buena muerte' porque buena es la semilla de salvación», ha pregonado sobre el Cristo de Mena.

Mensaje social

De Jesús de la Misericordia ha dicho que «El Chiquito es el más grande, quien en más confiamos y el que nunca falla»; al mencionar a la Virgen de la O ha citado al bordador Juan Rosén como «ejemplo para todos tus hijos de los Gitanos»; y ha pedido a la Virgen del Patrocinio que de su mano ayudara a los hombres a buscar al Señor: «Busquémoslo en los niños golpeados por la pobreza; en los jóvenes frustrados por la marginación y el desempleo; en los obreros mal retribuidos; en los ancianos orillados porque ya no producen; en los subempleados y desempleados; o en las mujeres ultrajadas, atormentadas o violentadas. Estos son otros los rostros de Cristo que tenemos que limpiar con la misma ternura y generosidad de la Verónica».

Sentidas han sido sus palabras al Cautivo: «Cautivo y Señor de Málaga yo quisiera ser nazareno para alumbrarte, portador para llevarte, promesa para seguirte, y trinitario para buscarte. Quisiera tener un lugar reservado junto a Ti para alabarte… y todos los días un rato grande para rezarte. Que a Ti Cautivo no puedo engañarte y tu bien lo sabes, que si te gritamos un 'viva', te rezamos; si es un 'olé', te veneramos; si se escapa una 'lágrima', te agradecemos; y cuando algo 'susurramos', es que te suplicamos».

En ese viaje por sus recuerdos cofrades personales, José Ferrary se ha detenido en sus 45 años como nazareno y portador del Coronado de Espinas. «Fue mi escuela cofrade con aquellos momentos en la albacería. Dejadme que os diga cuanto he echado de menos el cruce con la Cofradía de Gitanos, con sus pulsos y las palabras de ánimo para que el Cristo, mi Cristo, se elevase muy alto por los cielos de Málaga. Dejadme que pueda abrir mi corazón estudiantil para que se llene de la Gracia y de la Esperanza. Dejadme con Estudiantes como santo y seña. Dejadme hoy alegrarme y recordar», ha exaltado.

«Cautivo, yo quisiera ser nazareno para alumbrarte, portador para llevarte, promesa para seguirte, y trinitario para buscarte»

Ferrary ha hecho gala de su amor a Málaga con una alusión a las curiosidades de una ciudad que tiene una calle «a la que se le llama como los elementos que la flanquean (Dos Aceras), otra que hace memoria de lo que carece (Los Frailes) y otra que no es una ginebra (Larios). Tiene, también, Málaga una plaza que recuerda lo que ya no está (La Merced) y, además, una fuente que recuerda la escuela primaria (Fuente de los Lápices)» y ha aludido al final a todas las parroquias vinculadas a cofradías para proclamar la Resurrección de Cristo, con la que ha cerrado su alocución en el Cervantes.

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