Ruta gastronómica por Casabermeja

Platos con chivo lechal malagueño, pescados y mariscos frescos, migas o una amplia variedad de tapas típicas son algunas de las opciones que esperan tanto dentro como fuera de su casco urbano

Javier Almellones

Málaga

Viernes, 13 de septiembre 2019, 20:55

A un paso de Málaga y a otro de Antequera, el pueblo de Casabermeja está en una encrucijada de caminos, por la que pasan no sólo quienes van o vienen de las citadas ciudades sino también para los que se adentran o salen de la Alta Axarquía o del conocido como Campo de Cámara.

Seguramente, gracias a esa ubicación, esta villa cuenta con una de las mejores ofertas gastronómicas de la provincia de Málaga. No en vano, es el municipio más vinculado hoy con la cabra malagueña, a la que dedica una fiesta temática cada tercer fin de semana de septiembre. En su término municipal hay casi una veintena de establecimientos de restauración. Hay mucho donde elegir entre bares a asadores, mesones o ventas. Y en lo que se refiere a cocina aguarda una sorprendente variedad: Desde un jugoso chivo lechal malagueño al horno de leña a los mariscos o pescados más frescos, a un plato de migas hechas a fuego lento o a una sencilla tapa.

Buena parte de esa sabrosa oferta se da en el Paseo Puerto de la Horca, que sería su particular (media) 'milla de oro'. En esta calle, que da prácticamente la bienvenida a los que se adentran al pueblo, se encuentran algunos de los establecimientos señeros de la localidad. Casi consecutivos están Alba 1996, Zambra y La Romana (de izquierda a derecha). El primero de ellos, con más de dos décadas de trayectoria, es uno de los favoritos para los amantes del chivo lechal, aunque en su carta hay mucha más variedad: carnes a la brasa, 'pescaíto' frito o porra antequerana son algunas de las opciones. Lo más recomendable es probar éstos y otros platos en su salón interior, aunque si se va a tapear, se puede pedir en la barra donde se ve una vitrina con muchas y sabrosa posibilidades.

Imagen principal - Casabermeja. Chivo lechal en restaurante Alba 1996. Salón de La Posada — Casabermeja. Chivo lechal en restaurante Alba 1996. Salón de La Posada

Imagen secundaria 1 - Casabermeja. Chivo lechal en restaurante Alba 1996. Salón de La Posada — Casabermeja. Chivo lechal en restaurante Alba 1996. Salón de La Posada

Imagen secundaria 2 - Casabermeja. Chivo lechal en restaurante Alba 1996. Salón de La Posada

Más pequeño, pero con una carta amplia está Zambra, que tiene una sorprendente variedad de frituras de pescado e incluso de mariscos y moluscos. Es idóneo para tapear, pero también para disfrutar de un buen almuerzo, con platos tan llamativos como su carrillada al brandy. Cuenta con un menú muy económico en los días laborables.

La Romana, por su parte, es otro de los establecimientos veteranos del pueblo. Además de ser un lugar idóneo para desayunar y tapear, en su salón interior se puede en los días laborables optar por uno de los mejores menús del pueblo. Entre sus especialidades, están las migas, las chuletitas de chivo, el arroz con carne y los postres caseros, entre los que suelen estar las natillas y el arroz con leche.

En el mismo Paseo de la Horca, a unos cien metros se encuentra el reputado Asador Puerta de Málaga, otro de los establecimientos de reconocida trayectoria donde hay que ir a disfrutar sobre todo de sus carnes. Reconocido por distintos premios gastronómicos, este restaurante ofrece carnes tanto al horno de leña como a la brasa. Entre estos últimos, no falta la carne de buey (chuletón o entrecot), el solomillo de ternera, la presa de cerdo ibérico o el chivo lechal malagueño (chuletitas). En el horno, se prepara desde el cochinillo al estilo segoviano al cordero lechal de Burgos.

En el extremo de esta misma calle, pero ya en la acera de enfrente se encuentra uno de los establecimientos más conocidos para los que buscan pescados y mariscos frescos en el interior de la provincia de Málaga. Se trata de El Puerto, acogedor tanto en su terraza como en su salón interior. Basta echar un vistazo a su vitrina para entender la fama que tiene hoy este restaurante de Casabermeja. No en vano, el lema del establecimiento es 'La calidad, nuestro producto'. A partir de ahí sólo hay que dejarse llevar por una carta donde no sólo hay pescado y marisco frescos sino también platos de carne.

Pero más allá del Paseo de la Horca, hay muchas más opciones en el casco urbano. Frente a la iglesia de Nuestra Señora del Socorro, hay una cita ineludible para los amantes de la cocina más tradicional de la zona, en La Posada. Con un ambiente rústico, suele tener especial demanda en los fines de semana de invierno y otoño. Es entonces cuando mejor entran sus especialidades más contundentes: plato de los Montes, migas, callos o berzas, entre otras opciones. Suele ser especialmente bullicioso tanto sábado como domingo. Los que busquen algo más de tranquilidad pueden acercarse en los días laborables. Al final de una copiosa comida, suelen obsequiar a los comensales con licores y roscos caseros.

Otra excelente opción para disfrutar de la restauración en Casabermeja es El Tapiteo. Como bien deja intuir su nombre, es idóneo para tapear, pero también para almorzar compartiendo sus generosas raciones. Sus vitrinas son tentadoras para los amantes del tapeo. No faltan ninguno de los clásicos: boquerones en vinagre, ensaladilla rusa, magro con tomate, porra o migas (en temporada). Pero, su cocinera, Maribel, también muestras sus mejores dotes en la cocina con otras elaboraciones, como se percibe en sus arroces, sus croquetas de chivo o sus carrilladas de cerdo, entre otras.

Dentro del pueblo, pero con una vista privilegiada a su monumento más famoso, el Cementerio de San Sebastián, se encuentra La Terraza de Eva, con una propuesta muy original. Otras opciones dentro del casco urbano son El Taxi o la pizzería Nuevo Montblanc.

Habrá que salir también por el entorno del pueblo para saborear también una sabrosa oferta. Por un lado, frente al propio casco urbano aguarda la cocina tradicional del restaurante del hotel Casabermeja. Un poco más abajo, frente al polígono industrial, no se debe eludir La Huerta, que hoy es otro de los templos bermejos de la cocina con chivo lechal malagueño. En carta las principales referencias son la paletilla al horno o el chivo entero, siempre por encargo. Además, también elaboran otros platos con esta jugosa carne, como el chivo al ajillo, una caldereta con castañas (en otoño e invierno) o unas novedosas migas con chivo.

Mucho más abajo, junto a la autovía en sentido a Málaga, se puede hacer una parada estratégica en El Corte, un restaurante donde además de contar con un acogedor salón cuenta incluso con una tienda donde comprar productos típicos andaluces.

En el camino hacia Arroyo Coche, en dirección al Torcal de Antequera, aguarda Venta Pedro, otro de los establecimientos tradicionales, especializado en platos caseros, donde no faltan ni las migas ni el plato de los montes. Eso sí, su principal especialidad está en el chivo lechal malagueño, como lo demuestra los distintos reconocimientos obtenidos en el concurso que cada año se celebra en el pueblo en el marco de la Fiesta de la Cabra Malagueña.

Por último, pero no por ello, menos recomendable, en la antigua carretera que unía a Málaga con Antequera, casi en frente de la subida a Torre Zambra, se puede tener un almuerzo de lo más original en el Ventorrillo Patascortas. El que podría ser el restaurante más antiguo de la provincia de Málaga ofrece allí una carta de lo más tradicional, donde, además de migas o rabo de toro, hay sucueltentas carnes a la brasa. Uno de los mayores atractivos está en la decoración del establecimiento, que presume de tener su origen en los últimos años del siglo XV. Suele estar muy tranquilo, aunque nunca está de más reservar.

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