Para este Málaga nada parece imposible

No son pocas las tesis que avalan apostar hoy por una sorpresa en La Rosaleda. Para empezar, el presumible ambiente de las grandes tardes por más que exista amenaza de lluvia. Parece garantizado que se supere el listón de los 20.000 espectadores, hito sólo alcanzado la tarde de la visita de Las Palmas (entonces se congregaron 22.128). Independientemente de que el rival sí pueda ser atractivo esta vez, es obvio que este Málaga engancha no sólo por el carácter que ha sabido transmitir el entrenador, sino también por la capacidad de mostrarse compacto a la par que ambicioso. Y por último, y no menos importante, ha calado la sensación de que al fin los jugadores han dado el ansiado paso al frente en el terreno de juego.

Quizá en menor medida, porque el dato en cuestión aparece oculto tras su condición de líder, pueda influir que el Eibar comparece en La Rosaleda plagado de dudas a domicilio, más frágil que nunca. En sus tres últimas salidas ha encajado ocho goles (cayó por 4-1 en Cartagena, empató a dos en Ponferrada y perdió por 2-0 en Ibiza) y se le ha visto como un equipo más 'largo', no tan equilibrado como suele suceder en los conjuntos dirigidos por Gaizka Garitano. Aun así, conviene recordar que lleva doce jornadas consecutivas al frente de la clasificación pese a que le costó más de lo esperado ocuparlo (no lo hizo hasta finales de enero). Y eso que desembolsó en verano de unos 20 millones; es decir, casi el triple del tope salarial del Málaga...

Ya se sabe que con Guede siempre es arriesgado intuir el sistema que elegirá (utilizó hasta tres distintos en el estreno frente al Valladolid y después se decantó por un 4-4-2 en rombo en Leganés), pero está claro que el exdelantero blanquiazul tendrá como primer objetivo contrarrestar la solvencia de la medular del Eibar. Javi Muñoz y Edu Expósito son indiscutiblemente una de las mejores parejas de la categoría y quizá incluso con más nivel que algunas de Primera (incluso, se les puede sumar Sergio para fortalecer aún más esa zona). De ahí que, igual que en el último encuentro decidió poblar el centro del campo para neutralizar las intervenciones de Rubén Pardo, sea previsible que el técnico malaguista mantenga al menos este aspecto táctico.

El Eibar no está para especular dada su exigua ventaja respecto a los otros dos firmes candidatos al ascenso directo (un punto sobre el Almería y dos sobre el Valladolid) y también con ello deberá jugar el Málaga, que se crece ante los rivales más poderosos –ahí está el ejemplo reciente frente al cuadro pucelano– y que además desde las cuatro de la tarde conocerá el desenlace del duelo directo Real Sociedad B-Amorebieta. Pero el equipo de Guede deberá también medir sus riesgos a la hora de ir en busca del rival con una presión más adelantada porque cualquier despiste defensivo derivará en problemas. Eso sí, el cuadro armero no podrá contar a priori con Stoichkov por el fallecimiento de su padre. El medio punta gaditano era el anhelo de Manolo Gaspar y, junto a sus 18 goles ('pichichi' con Stuani y Borja Bastón), suele generar ocasiones con una facilidad pasmosa. Aun así, el adversario brilla por sus transiciones y encima es poderoso en el juego aéreo.

Aunque mermado de facultades por un proceso vírico, se espera que Genaro figure en el once titular, lo que implicaría mantener la estructura defensiva del último partido y medio. Eso sí, más allá de nombres, para este Málaga de Guede nada parece imposible con el ánimo por las nubes. Ni siquiera superar al principal favorito al ascenso directo.