Pepe Mel se siente traicionado por el administrador judicial del Málaga

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En la sala estaban muchos empleados de las oficinas, los cuatro capitanes de la primera plantilla, y también Manolo Gaspar, con el que se dio un abrazo y subrayó que «quiero dejar claro que mi relación con él es excelente», incluso dio a entender que los fichajes invernales fueron idóneos, y que se va sin la oportunidad de dirigirlos en más partidos.

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Frente a la reunión de ayer, en la que parecía que seguía al menos hasta el partido en Gijón, sorprendió el giro. ¿Qué paso? Contó el criterio del administrador judicial, que debió cambiar de parecer con el paso de las horas, de ahí ese desencuentro que fue patente ayer, cuando no hubo acto de presencia de Muñoz ni palabras de agradecimiento o de deferencia hacia él por parte de Mel, que se marcha sintiéndose traicionado, en una mañana en la que había llegado al campo de Martiricos con el propósito de dirigir la sesión de entrenamiento. «Me quiero despedir bien. Quiero ser elegante en todo, y el Málaga lo merece», dijo también conteniéndose sobre este tema y sin querer hurgar más en la herida ni irse de mala manera.

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La situación de Mel era un tanto complicada. En un acto aún institucional, el último que protagoniza en el Málaga, que tuvo una deferencia hacia él (un gesto habitual en estos casos, también con jugadores que reclaman esta posibilidad), acompañado de la responsable de comunicación, Ana Vera y mientras se le trataba de sacar de su boca unas palabras más directas que evidenciaran ese desencuentro. Pero no las hubo.