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A base de insistencia y carambolas, de sangre, sudor y lágrimas… Lo que menos importa es cómo haya sucedido, lo verdaderamente relevante es que el Málaga volvió a ganar, y por tanto, cumplió con la meta que perseguía para este partido ante la Ponferradina (1-0). Así lo refrendó el técnico malaguista Pepe Mel tras el encuentro: «Como no podía ser de otra forma, ha sido sufriendo. El empate del Zaragoza nos supo muy bien y esta victoria también. No se les puede decir nada a los chicos en cuanto a pundonor y trabajo. Esta vez, sólo valía ganar».
Su faz no trasmitía precisamente alegría, tampoco satisfacción, quizá un mínimo alivio, pero nada de entusiasmo ni celebración. Dejó a los jugadores festejar, eso sí, de puertas adentro, pero fue claro el técnico: No quiere celebraciones anticipadas. «Me quitaré un peso de encima cuando el Málaga esté salvado». Y reiteró: «No hay celebración ninguna. He dejado a los futbolistas celebrar porque para ellos es un desahogo. Pero no hemos conseguido nada, el Málaga sigue en descenso, no hay nada que celebrar».
Reconoce que el encuentro en sí tuvo altibajos y que pareció el perfecto guion de una película dramática. «Un gol anulado por el VAR, la lesión de un jugador importante, el fallo de un penalti y después nuestro gol (en propia del rival)», relató el mismo entrenador, que explicó que le gustó la actitud luchadora de sus jugadores. «Desde que he llegado, todas las cosas las hemos conseguido sufriendo, peleando, los futbolistas saben que no pueden bajar los brazos, lucharemos hasta el último partido».
Habló de mirar hacia delante con optimismo, de que al fin la suerte sonrió al equipo y de que los aires están cambiando, pero también habló de aspectos negativos. Le dolió especialmente a Mel la lesión del joven Haitam, para el que ya había hecho planes: «Lo de Haitam pinta feo, es un chico en el que yo tenía puesta mucha ilusión. Habíamos encontrado en él esa tecla y nos ha durado poquito», se sinceró. A lo que aprovechó para defender a Rubén Castro tras un partido aciago para él: «Tenemos que seguir insistiendo en él, des demasiado importante como para dejarle a un lado. Si el equipo crece, Rubén crecerá con el equipo, en esta División desde hace muchos años ha quedado claro que el mejor es él».
Tras partir el técnico, llegaron a la sala de prensa dos de los protagonistas del partido. El primero, el malagueño Alberto Escassi, 'autor' del gol aunque acabase siendo en propia. «Lo he vivido con euforia. Teníamos necesidad de ganar y hemos sabido sufrir, estar juntos, trabajar y creo que es lo que se ha visto hoy; el equipo ha hecho un trabajo inmenso. Esto ha sido un punto de inflexión». En la misma línea opinó Aleix Febas: «Nos hemos dejado la vida, era un partido a vida o muerte, porque ahora ya es así. Queremos y necesitamos más. Con ganar tres partidos seguidos podríamos ver las cosas diferentes».
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