Martín, la estrella del 6-2 al Real Madrid
La plantilla histórica del Málaga (III) ·
Su colosal actuación, con tres goles, fue el broche a las numerosas tardes de gran fútbol que ofreció como líder en el centro del campo del MálagaSecciones
Servicios
Destacamos
La plantilla histórica del Málaga (III) ·
Su colosal actuación, con tres goles, fue el broche a las numerosas tardes de gran fútbol que ofreció como líder en el centro del campo del MálagaSu colosal actuación, con tres goles, fue el broche a numerosas tardes de buen fútbol que ofreció como líder en el centro del campo Aunque la mayor gesta del Málaga en Primera División en cuanto a resultados fue el histórico 6-0 al Real Madrid en marzo de 1953, ha quedado más en la memoria de los aficionados otra espectacular goleada frente al conjunto blanco, el 6-2 del 11 de septiembre de 1983.
Y siempre que se recuerda aquella histórica tarde aparece el mismo nombre, Martín, el centrocampista que firmó la mitad de la media docena de tantos y lideró al equipo en una actuación colosal individual y colectivamente. El vasco es algo así como el 'ídolo anónimo' de un grupo al trienio en la élite, han quedado en el olvido al encontrarse entre el Málaga de Viberti y el Málaga de Juanito. Y eso que apenas se alude al 5-1 al Atlético de Madrid casi dos meses después del 6-2 en una memorable noche de miércoles después de una tarde infernal de lluvia.
No son pocos los aficionados que recitan de memoria la alineación de aquel 6-2: Fernando; Popo, Brescia, Regenhardt, Urdaci; Canillas, Recio, Martín; Juan Carlos, Toto y Jose (frente al Atlético sí jugó el once habitual, con Muñoz Pérez y Rodríguez en los puestos de Urdaci y Juan Carlos). Y por supuesto es habitual recordar aquel centro del campo tan compensado que pergeñó Antonio Benítez con un medio de posición tan inteligente tácticamente en el toque y en el corte (Recio), un incansable bregador con llegada y remate (Canillas) y un director de juego con recorrido, técnica y disparo de media distancia (Martín).
Cómo se gestó el fichaje de Alberto Martin Goicoechea es un aspecto cuanto menos curioso en la historia del Málaga. Corría 1979 cuando el entrenador blanquiazul, el mítico Sebastián Humberto Viberti, se fijó en un futbolista del Baracaldo. Se trataba del extremo derecho Collantes, que aunaba velocidad y buen golpeo. Desde La Rosaleda apretaron para hacerse con sus servicios, pero el club vasco puso como condición innegociable que en el lote entrara otro futbolista. Al principio no tenían excesiva confianza en Martiricos en el tal Martín -el equipo iba a competir en Primera-, pero al final dieron su brazo a torcer.
Paradójicamente, este triunfó mientras que Collantes, fallecido prematuramente en junio del año pasado, no lo pudo hacer debido a las lesiones.
Los comienzos de Martín no fueron fáciles. Y no por falta de adaptación. Muy pronto contó con buenos amigos en el vestuario, entre ellos el inimitable lateral derecho Popo, especialista de la época en poner motes, que lo apodó 'Gargamel' (el personaje que perseguía a 'Los pitufos'). Y como 'Gargamel' se quedó en aquel grupo en el que reinaba la camaradería. Bonachón y siempre muy prudente, en el terreno de juego Martín ofreció tardes maravillosas para el aficionado.
Descarga el póster de Martín en alta resolución
Quedó para siempre el 6-2, pero primero Abdallah ben Barek (en la temporada 1980-81) y después Antonio Benítez pudieron disfrutar de sus cualidades en el centro del campo. Además, el vasco vivió en primera persona aquella transformación de la plantilla con la malagueñización puesta en marcha por los hoy ilustres consejeros consultivos.
Después de una primera campaña en la que Martín se vio arrastrado por el pobre rendimiento del equipo en la élite, después firmó un cuatrienio excelente. Baste reseñar que en las tres temporadas sucesivas disputó 40, 41 y 43 partidos oficiales. La cifra bajó precisamente en la 83-84, la recordada por el 6-2 al Madrid, debido a problemas físicos. Sin duda, una de las causas de la hecatombe en la 84-85 fue la prolongada ausencia del futbolista de Santurce, que sólo pudo participar en 16 partidos. Su paso por el Málaga se cerró en 1986, en otro ejercicio plagado de dudas en torno al equipo, cuando ni él disfrutaba ya del fútbol (por las lesiones) ni el aficionado disfrutaba de su fútbol. Luego acabó su carrera en el Ceuta y el Linense, en ambos casos en Segunda B.
Martín es actualmente un embajador del Málaga en Bilbao. Allí reside y allí trabaja, pero nunca falla cuando el equipo se desplaza a tierras vizcaínas. Siempre humilde, se ruboriza cuando se le recuerda que tiene un más que merecido hueco en la historia blanquiazul. «Éramos un grupo magnífico, ninguno estaba por encima del compañero», me ha repetido más de una vez. Pero cuando se habla del 6-2 siempre sale a la palestra aquella prodigiosa actuación de Martín. Y no fue, ni mucho menos, la única. Su criterio en el juego, su llegada, su calidad y su golpeo hicieron las delicias del aficionado.
Descarga el póster de Alberto Martín en alta resolución
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.