El Málaga, sin margen para lamentos

La planificación del siguiente partido se altera considerablemente al tener tan sólo un día limpio para ensayar algunos conceptos concretos de cara al partido y las características del rival, en este caso del Girona. Este trabajo se verá notablemente reducido sobre el césped, donde los ejercicios irán más encaminados a la recuperación y activación con el objetivo de que las cargas más importantes se produzcan durante los partidos.

Esta es la única forma de evitar a toda costa las lesiones. Un aspecto más que relevante en una plantilla corta como es la del Málaga, con sólo 18 profesionales. Sobre la enfermería, parece que no llegarán a tiempo Jozabed e Hicham, que aún continúan con un plan de rehabilitación de sus respectivas dolencias. Aun así, Pellicer cuenta con suficientes efectivos cara a multiplicar las rotaciones en el partido de mañana. Ismael y Caye Quintana pueden ser dos jugadores que vuelvan a tener minutos tras salir de sus últimas lesiones.

También hay un grupo de efectivos con menos minutos que podrían tomar la alternativa, como Orlando Sá, Benkhemassa, Joaquín, Matos, Mejías o Cristian. Además, algún que otro canterano, aunque es menos probable a tenor de que la mayoría de los potenciales perfiles que podrían tener oportunidad de jugar lo hicieron ayer con el filial (que ganó por 2-3 al Alhaurino). En ese compromiso tuvieron muchos minutos nombres como Larrubia, Juan Cruz, Quintana y Cristo (una iniciativa fundamental para mantener en dinámica de partido a estos jugadores que se encuentran en el nexo entre el primer y el segundo equipo.

Muchos nombres van a tener su ocasión en los próximos partidos, que se van a acumular al máximo y obligarán a los técnicos a dar rienda suelta a los cambios. La misión será que estas modificaciones, claves para mantener el físico y el nivel competitivo del equipo, no terminen por volverse en contra y se traduzcan en un descenso del rendimiento.

Aunque es habitual que el Málaga suela realizar entre cuatro y cinco cambios en casi todos los partidos, es evidente que existen algunas figuras indiscutibles y que se antojan muy importantes en el juego del equipo. Son los casos del zaguero Escassi (que junto al también defensa del Espanyol, Leando Cabrera, es el único futbolista de campo de Segunda que ha jugado todos los minutos posibles de esta temporada), el medio centro Luis Muñoz (que le costó coger ritmo, pero que ya clave en el centro del campo) o el delantero Chavarría (fundamental en el estilo de juego directo del actual Málaga). Hay otros jugadores que son también difíciles de suplir, como Rahmani (el mejor pasador del equipo, con tres 'asistencias') y Calero (que resulta polivalente y juega por ambas bandas).

Ante esta situación, es evidente que el 'fondo de armario' del Málaga no es muy profundo, pero sí se presenta como toda una oportunidad para jugadores que buscan su hueco en el equipo. Además del caso de Caye, que buscará recuperar su importancia en el ataque tras salir de una lesión de esguince de rodilla, emerge sobre todo el nombre del malagueño Joaquín, que aún no ha sido titular y apenas está entrando algunos minutos para ir cogiendo ritmo.

Esta fase de la competición, donde el Málaga va a tener partidos cada tres o cuatro días hasta el sábado 5 de diciembre, se plantea como el escenario propicio para la reivindicación de jugadores como el extremo, que aún no ha tenido tiempo para presentarse ante sus paisanos. Una ambición que persigue también Mejías, que quedó señalado por su actuación ante el Espanyol.