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Jordi Gual, en el congreso CEDE.

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Jordi Gual, en el congreso CEDE. Ñito Salas
Congreso de Directivos CEDE

El presidente de CaixaBank: «La legitimidad del sistema está en juego y las empresas hemos de contribuir a que se recupere la confianza»

Jordi Gual, preocupado por el auge de los populismos extremistas y por los retos que plantean la digitalización y el cambio climático, llama a los empresarios a dejar de pensar sólo en el beneficio e implicarse en el progreso de la sociedad

Nuria Triguero

MÁLAGA

Jueves, 7 de noviembre 2019, 11:00

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha inaugurado la apretada agenda de ponencias del Congreso de Directivos CEDE, que se celebra hoy en Málaga con el lema «Anticipando tendencias, construyendo futuro» y más de 1.400 asistentes. Gual ha hablado sobre los tres grandes retos que tienen las sociedades desarrolladas: el auge de los populismos, la digitalización y el cambio climático; y de cómo las empresas pueden (y deben) implicarse para resolverlos de forma positiva. Su conclusión es que la empresa «no puede permanecer ajena» a estas transformaciones sociales; por el contrario, debe implicarse y abandonar la antigua concepción de que su única misión es aumentar su beneficio. «Como dirigentes tenemos una responsabilidad que no podemos eludir; tenemos capacidad de influir y no nos podemos quedar al margen. La legimitidad del propio sistema está en juego y hemos de contribuir a que se recupere la confianza en el mismo», ha advertido.

Gual ha citado al malagueño más ilustre, Pablo Picasso, para explicar cómo pueden las empresas contribuir a aumentar la confianza en el sistema: «El arte es una mentira que nos hace comprender mejor la verdad. Es decir, que el arte es una manera indirecta de aportar nuevas perspectivas sobre la realidad. De igual manera, en la empresa la rentabilidad no debe ser el objetivo directo. El verdadero propósito de las empresas debe ser perseguir aquello que justifica su existencia, su misión; que en el caso de CaixaBank, es conseguir el bienestar financiero de nuestros clientes y el progreso de la sociedad. La rentabilidad será un resultado indirecto de nuestra labor».

Jordi Gual se ha mostrado preocupado por el auge de los populismos y las posiciones políticas extremistas. «Nos ha tocado vivir una época de grandes transformaciones sociales, políticas y económicas que están generando grandes niveles de malestar social, creando desorientación, desasosiego, ansiedad e incluso miedo en grandes capas sociales. Se han puesto en cuestión valores tradicionales y los populistas han aprovechado la ocasión para irrumpir con soluciones simplistas a problemas excepcionalmente complejos. Es una época en la que asistimos al triunfo de la emoción sobre la razón«, ha resumido.

El presidente de CaixaBank cree que los países desarrollados tienen «sistemas institucionales sólidos y contrapesos que impiden que estas propuestas populistas avancen», pero aún así cree que hay que «estar muy alerta» porque «estas propuestas dañan el sistema económico internacional, propugnan el aislacionismo, dan respuestas tribales a los problemas del mundo y ponen trabas al libre intercambio de bienes y servicios» y también tienen «consecuencias muy negativas a nivel político porque favorecen la fragmentación política y llegan a poner en cuestión nuestro sistema de democracias liberales». «Desde la empresa no podemos ser ajenos a estas tendencias y debemos contribuir a reconducir estos problemas y mejorar la legitimidad del sistema que tantos años de crecimiento y progreso nos ha otorgado», ha advertido.

Gual también ha analizado la digitalización y su impacto en la economía y la sociedad, y más concretamente la «revolución de los datos», respecto a los cuales se plantean dos cuestiones: una sobre la propiedad de los datos, que se ha convertido en un nuevo factor de producción en la economía; y otra sobre la privacidad. «El reto es tener un tratamiento de la información personal que sea armónica entre diferentes territorios, porque EE UU y sobre todo China tienen estándares más laxos y eso pone en desventaja competitiva a Europa», ha afirmado, llamando la atención sobre la acción disruptora de multinacionales como Google, que en buena medida basan su beneficio en la comercialización de datos de sus usuarios. En este contexto, el presidente de CaixaBank ha presumido del uso transparente y responsable de los datos por parte de su entidad.

Vídeo. Jordi Gual, en el congreso en Málaga. Pedro J. Quero

El tercer gran reto que ha analizado Gual es el cambio climático. «La evidencia científica es clara y la necesidad de actuar ya para evitar serios daños es conocida. Lo que no hemos enfatizado es que esa transición va a tener costes muy significativos a corto plazo. Abordarlos exige unas políticas económicas muy bien diseñados para asegurar que esa transición energética se hace de forma ordenada y justa y el coste se reparte de forma equitativa», ha afirmado el presidente de CaixaBank, que ha recordado que existe un riesgo de uso populista de esas inquietudes.

Ante estas grandes transformaciones se suele pensar que el sector público es el que debe tener el protagonismo a la hora de gestionarlas. «Sin negarlo, creo que el sector privado tiene un papel esencial para que aumente la confianza en el sistema», ha afirmado Gual. «Para ello necesitamos empresas responsables que esten comprometidas con el entorno y a la sociedad a la que sirven y que no sólo piensen en el beneficio», ha concluido.

Gual ha celebrado que por fin se haya abierto un debate público «sobre si existe una contradicción entre el logro del beneficio y la consecución de objetivos sociales». «Es difícil que a corto plazo cumplir objetivos sociales no afecte a la cuenta de resultados. Pero esa contradicción desaparece a largo plazo porque atender a la mejora de los grupos de interés contribuye a aumentar la competitividad. Está demostrado empíricamente que la posición demasiado cortoplacista de la empresa tiende a ser perjudicial a largo plazo. Una empresa que mira a corto plazo no invierte en tecnología, ni en personas ni en nuevos productos. Las empresas orientadas a largo plazo tienden a tener más crecimiento de los ingresos», ha recordado, reivindicando el modelo de CaixaBank: «Nuestra misión es contribuir al bienestar financiero de nuestros cliente y al progreso de la sociedad. Para conseguirlo, naturalmente tenemos que ser rentables, pero eso sólo es una condición para cumplir esa misión».

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