Cristóbal Ortega, Manuel Cardeña, Chus Heredia, Penélope Gómez y José María García Urbano. Salvador Salas

Foro Málaga

La Mancomunidad Occidental y la Junta estudian una segunda desaladora para la Costa del Sol

Estepona pide extender a otros municipios su modelo de pequeñas desaladoras de agua de mar para el autoabastecimiento

Ignacio Lillo

Málaga

Jueves, 18 de abril 2024, 15:07

La cuarta mesa de la jornada de SUR dedicada a la sequía, la dedicada a la gestión pública del agua, dejó un titular: la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, de la mano de la Junta de Andalucía, ya estudia una ... segunda desaladora para esta zona. Lo ha anunciado Manuel Cardeña, presidente de la Mancomunidad: «Se está trabajando en una solución, conjuntamente con la junta, para una segunda desaladora en la Costa del Sol, que se está diseñando y viendo la mejor ubicación», afirmó.

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Será una desaladora de unas dimensiones «más grandes» (se refería a la comparación con la prevista por el Ayuntamiento de Estepona) «y la idea es que dé soluciones a los municipios más pegados a Málaga». Preguntado por el moderador, Chus Heredia, admitió que la ubicación ideal a priori sería en los municipios de Mijas y Fuengiorla, «aunque técnicamente se está buscando la mejor ubicación». «Buscamos retomar ese antiguo proyecto de la desaladora de Mijas, que había un convenio firmado con Acuamed y con la Junta para poner una segunda fuente en el circuito, que dé estabilidad a los municipios más pegados a la zona de Málaga y tener otra fuente más en servicio».

Por tanto, Cardeña confió en que gracias a esta planta, junto a la prevista en Estepona y a la que ya existe en Marbella (que se está ampliando al máximo de su capacidad), «al final tendremos una solución garantizada para la Costa del Sol, porque nos jugamos 19.000 millones de ingresos por vía del turismo y una gran cantidad de empleos, y no podemos estar dependiendo de mirar al cielo». En la Costa del Sol es necesario planificar recursos hídricos para 1,2 millones de personas.

Desaladora de Estepona

Por su parte, José María García Urbano, alcalde de Estepona, abogó por generar una red de pequeñas desaladoras municipales como la que se va llevar a cabo allí, un modelo que, a su juicio, se puede replicar fácilmente en el resto de urbes costeras. «El problema de la sequía en la Costa puede desaparecer para siempre; las desaladoras no son obras caras, 20 millones de euros (el presupuesto de la prevista en su municipio) es nada si soluciona el problema del agua en Estepona, es el presupuesto de inversiones en un año, y se puede financiar mediante el canon. Tenemos la solución técnica, el el suelo cerca de la línea de mar, los fondos, los proyectos y la determinación».

La urbe ha crecido en población en un 30% en la última década, mientras que el abastecimiento actual se cubre con 30.000 metros cúbicos al día. «Podemos llegar al autoabastecimiento a corto plazo, y aportar a la red general de la Costa. Invito a que lo hagan los demás municipios para no depender de que llueva y tener excedentes también para el interior de la provincia».

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Según sus cálculos, el proyecto puede estar terminado en un plazo de 15 a 18 meses, con un plan en tres fases: «En mayo-junio ya podemos tener 3.000 m3; después del verano, 8.000 más, y en 2025 llegar a 20.000 a 30.000, suficiente para Estepona, que liberará estos recursos para el resto de municipios». En este punto, agradeció el apoyo técnico de Hidralia.

«Presas con máxima capacidad»

Penélope Gómez, concejala de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga, reclamó que las nuevas presas que están sobre la mesa se proyecten «con su máxima capacidad». Al respecto, reclamó que la de Cerro Blanco pueda llegar hasta los 50 Hm3, a lo que añadió la de Gribralmedina (para regular el Guadiaro, en Cádiz) y dos grandes desaladoras en los extremos de la provincia, «que no tengan en cuenta sólo las necesidades de hoy sino en el futuro».

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Cristóbal Ortega, vicepresidente de la Diputación y responsable del Área de Infraestructuras y Territorio Sostenible, consideró que el proyecto más prioritario es la desaladora de la Axarquía, tanto para el consumo humano como para los subtropicales; aunque lamentó que todavía el Gobierno ni siquiera haya encargado el proyecto a Acuamed, por lo que advirtió de que «va a tardar mucho en ponerse en marcha».

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