El campo pide agua regenerada, desalación, precios competitivos y reordenar a los regantes

En la mesa, han participado Antonio Luque, presidente de la mayor cooperativa agrícola de España, Dcoop; Baldomero Bellido, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Málaga, y Víctor Luque, director General de Trops, la gran cooperativa del sector de los subtropicales.

Dcoop ha liderado la creación de una gran comunidad de regantes, con el objetivo de apostar por las aguas regeneradas. ¿Qué son? Aquellas que tras un tratamiento terciario en depuradora logran un vertido de máxima calidad y que supone un gran ahorro de otros recursos potables (pantanos, pozos y desalación). En Málaga hay proyectos de este tipo en diferentes fases de tramitación que elevarían el potencial actual de 60 hectómetros cúbicos (infrautilizados) hasta los 101. Ya hay avances en los últimos tiempos como el aporte de aguas terciarias desde el Peñón del Cuervo a la Axarquía y el proyecto para ampliar el terciario del Guadalhorce para golf, usos agrícolas y recarga de acuíferos.

Antonio Luque, ha arrancado su intervención con claridad: «Hemos hablado de pantanos, de aguas regeneradas, de aguas subterréanas. Chapeau. Sólo nos falta una cosa, hágase. Olvidémonos de las siglas políticas. Hay agua suficiente, faltan recursos».

Luque ha dejado claro que el agua agrícola es para producir alimentos de calidad, asequibles y sostenibles. «El agua regenerada, 50 hm3, mucha va al mar, ¿cómo es posible? Es complejo, pero no tenemos alternativas. Estos proyectos tienen que salir sí o sí y de nuestros políticos depende que sea en 5 ó en 30 años», ha explicado antes de cifrar en unos 800 millones de euros llevar el agua regenerada tras ser tratada en depuradoras para el riego en la comarca Norte, Antequera. En este sentido, ha admitido que el proyecto promovido por DCOOP es complicado, pero muy adecuado en cuanto al empleo y al medio ambiente.

El presidente de Asaja, Baldomero Bellido, ha apostado por la importancia de la planificación en ciclos temporales largos. Y ha visto clave la presa de Gibralmedina, cuyo proyecto está bien avanzado. «El Guadiaro lleva cerca de 400 hm3 perdidos al mar. Es inasumible. Sería un gran recurso disponible», ha apuntado.

Sobre el río Grande, Bellido, ha alertado del peligro de inundaciones y del caudal vertido al mar, al tiempo que ha apostado por agua regenerada con conducciones adecuadas.

Víctor Luque, de Trops, uno de los promotores de una desaladora privada en la comarca, ha reconocido que la Axarquía lo está pasando mal. «Tenemos las 14.000 hectáreas al 10% de su rendimiento y eso está produciendo despoblación de gente joven», ha dicho y ha abogado por una planificación. «Transformamos agua en producto», ha enfatizado.

Luque ha reconocido que la desaladora de Vélez es parte de la solución y, sobre todo, reordenar las 60 consumidores de regantes y poner orden legal con una junta central de usuarios. «¿A futuro necesitamos una desaladora de 20 hm3? Eso es lo que hay que contestar. Pero no podemos estar hablando de 70 céntimos el metro cúbico, tendríamos que hablar de 20 ó 30?», ha expresado. Para Luque, hay que preservar las aguas subterráneas para tenerlas de retén.

El dirigente de DCOOP ha apostado por utilizar todas las posibilidades: «No podemos plantear el futuro solo limitando el consumo. Necesitamos generar más agua».

Bellido ha considerado por parte de Asaja que la desaladora de la Axarquía es asumible por parte del sector porque son amortizaciones a muy largo plazo. Y es que en todas las obras se apuesta por recuperar la inversión a largo plazo. «No podemos tener un precio del agua demasiado caro porque hace inviable vender nuestros productos a precios competitivos». En este punto, también ha apostado por reordenar y arreglar las concesiones finales a las comunidades de regantes, especialmente en el Guadalhorce, en forma de juntas centrales. Eso es clave para dar seguridad jurídica y poder acceder a las ayudas públicas.

Preguntado sobre el precio del aceite y su evolución, Antonio Luque, ha avanzado que el año que viene, gracias a las lluvias, probablemente se registrará una ligera bajada.