
Salado y Maldonado: tan cerca, tan lejos
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Aunque ambos se sientan juntos en el pleno de la Diputación tras el ataque del vicepresidente al presidente, la brecha política entre ambos es abismalLa Diputación de Málaga celebró este miércoles el pleno ordinario de noviembre en plena resaca política del anuncio del vicepresidente primero, Juan Carlos Maldonado, de ... que abandonaba las filas de Ciudadanos y de sus posteriores declaraciones a SUR donde arremetió contra Francisco Salado, su socio de gobierno, al que acusó de ser un presidente que «no está a la altura de los malagueños y de estar al compás de lo que le dicen Juan Marín y el PP andaluz». Tras esta situación había expectación por ver si esta ruptura se visualizaba en la sesión, pero no se produjo la imagen ya que como es habitual ambos se sentaron juntos en la presidencia del pleno aparentando normalidad. Sin embargo, a pesar de estar físicamente tan cerca, ambos están muy lejos en cuanto a relaciones políticas ya que la brecha latente se ha abierto en canal y ya es abismal.
Y es que hace poco más de un año las relaciones políticas entre ambos socios comenzaron a deteriorarse. Fue tras el anuncio de Juan Cassá de que abandonaba Ciudadanos y la estrategia del PP al arroparlo en la Diputación para evitar cualquier movimiento político en el Ayuntamiento de la capital. En ese momento, Maldonado acusó a su excompañero de partido de ser «un tránsfuga» (él ha hecho ahora lo mismo: dejar el partido y no entregar el acta) y amenazó con romper el pacto de gobierno en la institución provincial. En este contexto y después de trascender que cuando aún estaban en el partido naranja Maldonado y Cassá flirtearon con el PSOE para desbancar al PP de la Diputación con una moción de censura, Salado dijo sentirse «defraudado» con su vicepresidente primero.
Ahora se han sumado los ataques de Juan Carlos Maldonado que según algunas fuentes consultadas tenían como objetivo que Francisco Salado lo destituyera de sus responsabilidades. Sin embargo, el presidente de la Diputación no ha tomado ninguna medida y prefiere la 'conllevanza' antes que abrir una crisis de gobierno. «Hay que dejar enfriar el ambiente», sostienen las fuentes.
La sensación que se palpó este miércoles en el pleno era de frialdad entre ambos socios. A Maldonado se le vio abstraído, no tomó la palabra en ningún momento y sólo al final de la sesión intercambió unas palabras con Salado antes. Políticamente, el ex de Ciudadanos mantuvo un comportamiento variable. Así mantuvo la disciplina de voto con el PP cuando se abordaron los asuntos relacionados con la gestión de la institución, mientras que al abordarse las mociones su posicionamiento fue oscilante: votó en contra de una iniciativa de los populares sobre la cuota estatal al patrimonio que quiere implantar Podemos, se abstuvo en otra sobre fondos europeos y apoyó sendas mociones de sus socios sobre la inclusión de la tauromaquia en el bono cultural para jóvenes y otra relativa a la movilidad sostenible; se alineó con la oposición de izquierdas cuando se votó la moción del grupo socialista relativa a la petición a la Junta de Andalucía (gobernada por el PP y Ciudadanos) para la reincorporación de 8.000 profesionales sanitarios despedidos y se abstuvo en una moción del PSOE sobre la financiación de las universidades andaluzas mientras que el PP votó en contra.
Al no haberse aún tramitado administrativamente su baja de Ciudadanos, cuando se votaron los diferentes puntos del orden del día, el voto que constó en el acta es el del grupo naranja ya que oficialmente aún está constituido en la Diputación. En este sentido, sobre la mesa quedaron sin debatir las dos mociones presentadas por los naranjas antes de que Juan Carlos Maldonado abandonara sus filas. Una era sobre el plan de mejora de la capacidad de embalse y gestión del agua en la provincia y otra relativa al fomento del teletrabajo en la provincia como herramienta útil para la lucha contra la despoblación.
En este sentido, también estaba previsto que Maldonado compareciera en el pleno para explicar por qué se le había retirado las competencias de la marca promocional Sabor a Málaga. La solicitud la había hecho el grupo socialista y debía producirse al final del pleno. Pero el portavoz del PSOE en la Diputación y futuro secretario de Organización del partido, José Bernal, la retiró sin dar más explicaciones, aunque previamente había mantenido una conversación en uno de los pasillos con Maldonado.
Con esta retirada de la comparecencia se puso fin a un pleno al que no asistió Juan Cassá por baja médica. El diputado no adscrito es miembro de la ejecutiva Por Mi Pueblo, desde el que esta misma semana –como adelantó SUR– han empezado los cantos de sirena dirigidos a Juan Carlos Maldonado para que se incorpore a este partido independiente, que, a su vez, comparte el gobierno municipal de Rincón de la Victoria, donde es alcalde Francisco Salado. Los caminos de la política, en muchas ocasiones, son caprichosos y, cuanto menos, curiosos y llamativos.
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