El Rey defiende en Málaga que la formación digital es «un derecho y una responsabilidad»

Durante su discurso de clausura en la XIV Cumbre Cotec Europa que bajo el lema 'La transición hacia la economía intangible en Europa', que se ha desarrollado en la tarde de este miércoles en el auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga y donde ha estado acompañado por otros dos jefes de Estado, el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, y su homólogo de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el monarca ha afirmado que ese dato del 40% «no es quizás del todo una sorpresa, pero sí nos debe preocupar y ocupar porque tampoco es algo atribuible sólo a diferencias generacionales».

Felipe VI ha sostenido que la creciente penetración de robots y algoritmos en tareas que, hasta hace bien poco, eran típicamente desempeñadas por trabajadores, «nos debe animar a revisar y reforzar aquellos talentos vinculados directamente con los seres humanos, la empatía, la creatividad, la capacidad de improvisación, el liderazgo, así como a comprender cómo el factor humanos, los sesgos psicológicos y sociológicos, condicionan la manera en la que tomamos decisiones en todos los ámbitos».

En esta línea y en concordancia con la temática del foro, el jefe de Estado de España ha defendido la necesidad de destinar más recursos a los activos intangibles (aquellos que no se pueden ver ni medir) como la formación, la investigación, la innovación, la tecnología, las patentes, la propiedad intelectual, la reputación, los datos o el talento porque son «fundamentales» para la recuperación económica y social que se debe afrontar tras la pandemia. «Sin ese capital intangible, todo despliegue de infraestructuras tradicionales o modernas, y de otros activos materiales, en ámbitos como la transición digital, ecológica o energética, tendrá un impacto limitado», ha destacado.

A este respecto, el Rey ha remarcado la importancia de dar un impulso al talento «el intangible más distribuido de todos, puesto que cada persona, y por tanto cada organización, lo posee en alguna medida» y en particular el talento digital «que ha sido largo a lo largo de la pandemia y que será decisivo en esta etapa de recuperación». «Remitámonos a la etapa más dura de la crisis sanitaria, la del confinamiento estricto, en la que sectores completos de la economía tuvieron que operar digitalmente de la noche a la mañana. Pensemos, en particular, en el reto mayúsculo que supuso para millones de escolares, profesores y familias el salto precipitado a la educación en línea», ha añadido.

La Fundación Cotec nació en 1990 por impulso del Rey Juan Carlos I para apoyar la innovación y desde 2005 los jefes de Estado de España, Italia y Portugal participan en las cumbres que se celebran de forma rotatoria en cada uno de estos países. El año pasado no pudo celebrarse por la pandemia y por ello Felipe VI ha mostrado su alegría «enorme» por este «reencuentro» y ha mostrado su agradecimiento a «Málaga y a Andalucía por acogernos y sumarse con entusiasmo y de tantas maneras a la innovación que desde Cotec intentamos impulsar por el bien de ese mejor futuro para nuestra sociedad».

Por su parte, Marcelo Rebelo de Sousa ha reivindicado la necesidad de ganar conciencia sobre la importancia que deben tener en nuestra sociedad intangibles como «la confianza, la crediblidad, el compromiso, la estabilidad o la institucionalidad, que hoy son más importantes de lo que han sido nunca» y ha subrayado que los políticos deben ser los primeros «en dar ejemplo».

Mientras que Sergio Mattarella ha defendido que en un mundo digital «las personas deben estar en el centro». «Lo digital debe estar al servicio del ser humano para su dignidad personal y profesional», ha enfatizado el presidente de Italia.

Testigos de sus palabras han sido la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, su homóloga de La Rioja, Concha Andreu, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, y la presidenta de Cotec, Cristina Garmendia.