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«La curva no ha tocado techo y no sabemos cuándo va a descender». Con esta premisa no muy optimista, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció ayer el cierre perimetral de Andalucía desde las 12 de la noche de hoy hasta ... el día 9 de noviembre como medida extrema para frenar la nueva ola de contagios de coronavirus. No será la única restricción. La limitación de desplazamientos también concierne al interior de Andalucía. Casi la mitad de la población andaluza, 4,3 millones de habitantes de los 8,5 millones, estará confinada al menos dos semanas para frenar esa curva incontrolada que mantiene al día de hoy a 2.312 personas hospitalizadas por contagio del coronavirus, de los que 293 están en UCI.
El presidente, bajo el paraguas jurídico del estado de alarma decretado por el Gobierno, ha ordenado la restricción de movilidad de 449 municipios, entre ellos 19 de las vegas de Antequera y Archidona en el norte de la provincia de Málaga; y tres provincias enteras, las de Sevilla, Granada y Jaén. Los habitantes de estos municipios no podrán salir o entrar de ellos salvo por causas justificadas, como ir al trabajo, colegios, médicos o a cuidar de una persona dependiente. En el interior de las localidades la movilidad será la habitual de esta crisis sanitaria hasta el toque de queda nocturno desde las 11 de la noche hasta las seis de la mañana. Los aforos se limitan y las reuniones familiares y sociales no podrán exceder de seis personas, salvo que los convivientes de un hogar sumen más.
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Todas las zonas con cierre perimetral se encuentran en el nivel cuatro de alerta sanitaria. Moreno, que atendió ayer tarde los consejos del comité de expertos que le asesoran, intenta con estas medidas evitar que con la festividad de los Santos los desplazamientos familiares a pueblos de las zonas más afectadas acaben por provocar nuevos focos del virus. En el caso de Málaga, las comarcas de Antequera, Archidona y Campillos, limítrofes con otras de Granada, Córdoba y Sevilla también confinadas, son las más afectadas. La población involucrada, de 110.237 habitantes, acumula 376 casos de coronavirus en los últimos 14 días. La tasa de casos por 100.000 en varones en esos 14 días es de 320, mientras que en mujeres sube hasta 362. Desde el comienzo de la pandemia la comarca suma 50 fallecidos.
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El que tiene una incidencia acumulada mayor en los últimos 14 días es Cuevas de San Marcos (1.343 por 100.000), le siguen Teba (1.277), Almargen (512), Campillos (438), Sierra de Yeguas (418), Antequera (381), Cañete la Real (360), Villanueva del Trabuco (340) y Villanueva del Rosario (298).
El cierre de Andalucía es más un blindaje frente a otros territorios en los que el virus circula con mayor voracidad, como el de Madrid. Andalucía, como las comunidades cercanas a la de la capital de España, toma medidas de precaución no solo cara al puente de los Santos, sino también al siguiente fin de semana, el del puente de La Almudena, festividad en Madrid. Castilla la Mancha y Castilla León también cierran hasta el 9 de noviembre.
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«Nadie podrá entrar o salir de Andalucía si no es por causa justificada», dijo el presidente de la Junta en una declaración institucional en la que varias veces requirió a los andaluces que en la medida de lo posible no salgan de sus casas salvo para lo estrictamente necesario y «si no es claramente imprescindible». De forma expresa apeló a la prudencia y responsabilidad a los habitantes de los 337 pueblos y ciudades libres de confinamiento, entre ellos la capital de Málaga y la Costa del Sol, muy atenazadas durante el verano por la pandemia.
También se dirigió a los jóvenes, cuya actividad nocturna en botellonas y fiestas han provocado varios focos de contagio. «Todos hemos sido jóvenes, inconformistas y rebeldes, pero en estos tiempos no se me ocurre mejor rebeldía que ser solidarios con los demás para salvar a una generación que lo ha dado todo», dijo el presidente.
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Moreno justificó las restricciones en el aumento de fallecidos, contagios y hospitalizados en Andalucía de manera abrupta durante los últimos días. Hasta ahora han fallecido en nuestra comunidad 2.402 personas desde el comienzo de la pandemia y ha habido 119.701 contagios. La incidencia, 396 casos por 100.000 habitantes, está por debajo de la media nacional, pero el número de hospitalizados preocupa al Gobierno de la Junta. Hay en la actualidad 2.312 hospitalizados, de los cuales 293 están en UCI.
«Las cifras de hoy son como las del 4 de abril, pero entonces la curva empezaba a bajar y ahora no sabemos hasta dónde puede llegar», remarcó Moreno en un tono serio. Su gobierno, que ya ha planificado planes de reserva de hasta 4.500 camas en hospitales, teme que sea el comienzo de un pico mucho más alto del alcanzado el 30 de marzo en la primera ola, con 2.708 ingresados en hospitales.
El presidente informó de que mantendrá el horario del toque de queda nocturno establecido por el Gobierno de la Nación de 11 de la noche a las seis de la mañana, con el cierre de los establecimientos hosteleros a las 22.30 horas. Esto implica que no atiende las peticiones realizadas por organizaciones de hosteleros de varias provincias, entre ellas las de Málaga, de que ampliase a las 12.00 horas la limitación de movilidad nocturna.
El presidente de la Junta, Juama Moreno, defendió que ante la amenaza de contagio comunitario hay que actuar con «prontitud, rigor y equilibrio». Pese a lo cual, mantiene su opinión de que en el momento de que la situación mejore, hay que volver a darle una oportunidad a la hostelería y el turismo, el sector más perjudicado con las restricciones. Por ello, cada dos semanas revisará las medidas adoptadas y levantará las limitaciones de movilidad donde haya mejoría de los datos. De nuevo utilizó, como el día antes en una entrevista, el símil del grifo para defender su teoría. Dijo que además de «todas las medidas que se pueden tomar en el ámbito sanitario como contratar a más profesionales o realizar cribados a la población, la segunda arma que tenemos contra el coronavirus es limitar la movilidad», algo que funciona como un «grifo». «Si lo abrimos, aumenta la movilidad y si cerramos el grifo, se reducen la movilidad y los contagios, pero también la actividad económica». Por ello apeló a la responsabilidad y dejó claro que en sus decisiones primará lo científico.
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