Piques, buen rollo y baloncesto de calidad en el Trofeo Pollinica

Desde dos horas antes del comienzo del encuentro, cerca de un centenar de aficionados hacía cola en las puertas del pabellón Pérez Canca, lo que daba una idea de la expectación que ha generado el encuentro. Con todo vendido y 1.800 personas en las gradas, el choque comenzó con un triple de Felipe Reyes delante de Carlos Suárez. «¡Cómete esa! Le decía el cordobés a su amigo, con el que compartió equipo en el Estudiantes y en el Madrid. Instantes más tardes, el exjugador del Unicaja se la devolvía, acción muy celebrada por el banquillo cajista, en el que Pedro Ramírez, corregía a sus jugadores. La segunda unidad del equipo malagueño con Juan Vasco y Javi Merat produciendo permitió al Unicaja cerrar el primer cuarto por delante (23-16).

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Reaccionó el Madrid con un Rudy Fernández excelente desde el triple, mientras que Fran Vázquez ponía en pie al público con un mate a una mano marca de la casa. Fue la última acción del gallego, que se lesionó y no volvió a jugar. El Madrid reaccionó con los triples de Rudy y el 'Chacho', letales desde el 6,75 y llegó al descanso ganando 32-37.

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Cortaberria, ahora fisioterapeuta del Unicaja, lo intentaba a base de triples en el tercer cuarto, no se cortó en absoluto el que fuera alero del Clínicas Rincón y que jugó 20 partidos con el Unicaja. Carlos Cabezas apretó el choque con buenas canastas, algunas dedicadas a sus familiares en la grada, demostrando que el talento sigue intacto, pero el Madrid aguantaba, a pesar de tener una rotación mucho más corta, y es que el Unicaja tenía ¡14 jugadores inscritos! Ya el final, casi fue un monólogo del conjunto blanco, con Sergio Rodríguez y Rudy confirmando que todavía están para jugar si Chus Mateo los reclama para el primer equipo del Madrid.

Al término del encuentro, los jugadores de los dos equipos firmaron autógrafos durante casi una hora. En este tiempo se entregaron los trofeos y reconocimientos a todos los que han contribuido al regreso de esta histórica cita del baloncesto malagueño. Uno de ellos fue para Rafa Pozo, que fue el más veterano entre los participantes a sus 67 años y que disputó la primera edición del Trofeo Pollinica el 6 de febrero de 1985, precisamente contra el Real Madrid. Pozo salió en el quinteto titular demostrando un excelente estado de forma.