El Unicaja exhibe carácter para remontar y ganar al Girona

Ibon Navarro trató de mentalizar a sus jugadores para un encuentro de alta intensidad, pero parece que el mensaje del técnico no caló en el vestuario, al menos en la primera parte del choque. Si el Unicaja suele jugar rápido, el Girona elevó la apuesta y descolocó por completo al equipo malagueño nada más comenzar el partido. Ataques ejecutados con velocidad, en los primeros segundos de las posesiones, impedían a la defensa cajista cuadrarse. Cinco minutos tardó el Unicaja en anotar sus primeros puntos. Antes, tiros malos y forzados. Perdía por poco, 7-0, pero las sensaciones no eran buenas. Las salidas de Carter y Taylor le dieron otro aire al equipo, pero el Girona respondía bien. Iroegbu estaba imparable y Colom y Markel Brown controlaban el ritmo del partido castigando cada despiste defensivo de un Unicaja que seguía fallando tiros (6/16 en el primer cuarto) y que era incapaz de controlar el rebote. Como resultado de todo esto, un 21-16 al final del primer cuarto.

No era normal el 0/4 en triples de los de Navarro después de diez minutos, así que los primeros aciertos desde la línea de 6,75 ayudaron a equilibrar el partido. Cuando mejor jugó el Unicaja fue cuando buscó a sus pívots (36-33), pero el Girona no daba tregua y era el que marcaba el ritmo del encuentro. Un parcial de 6-0 obligó a Ibon Navarro a parar el encuentro. Se desgañitaba el vasco pidiendo más agresividad defensiva, pero su equipo estaba absolutamente descolocado. No sabía por dónde le venía el aire. Iroegbu siguió martilleando, como también lo hizo Pons, cerca del aro y desde la línea de tres. El 48-37 reflejaba la superioridad de los locales en los primeros veinte minutos y la mala defensa del Unicaja.

Hacía falta una gran reacción y esta no llegó. Al equipo malagueño le hizo falta tocar fondo para rebotar y recuperarse. Una pésima salida tras el descanso le llevó a verse perdiendo por 17 puntos (57-40). El Girona era un torbellino y pasaba por encima del cuadro cajista. Cuando peor estaban las cosas, fueron los actores secundarios los que lideraron la reacción: Ejim, Kalinoski, Taylor. El Unicaja enlazó un parcial de 3-16 para volver al partido y ahora sí controlar el ritmo. Por primera vez imponía su defensa y pudo lanzar varios contragolpes. A pesar de esto, el tercer cuarto se cerró con 62-57, pero ya llovía menos.

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La dinámica del partido había cambiado de forma clara y la defensa del Unicaja se iba imponiendo poco a poco. Osetkowski empató el partido a 62, pero el Girona volvía a responder con un parcial de 7-0. No aflojó el equipo malagueño y llegó el momento de los currantes. Con un quinteto formado por Díaz, Kalinoski, Barreiro, Ejim y Sima, el Unicaja completó la remontada. Al Girona se le fue cerrando el aro poco a poco, aunque a Iroegbu seguía castigando, la solidez del Unicaja, personificada en Ejim y Kalinoski, acabó decantando el partido y permitiendo la quinta victoria seguida de su equipo en la Liga Endesa.