El Unicaja consolida el liderato en la Champions con una paliza al Dijon

La asignatura pendiente del Unicaja en lo que va de temporada son los comienzos de los partidos. Después las decepciones de las últimas jornadas en la Liga Endesa y de que Katsikaris elevase el tono por la actitud de sus jugadores, esta vez el equipo cajista salió con un alto nivel de concentración. El juego del Unicaja se sustentó únicamente en los lanzamientos de tres puntos. Las cinco canastas desde la larga distancia, tres de Brizuela, le permitieron mandar en el partido, pero no con mucha ventaja. Su defensa, especialmente sobre Sek Henry, no era buena y el Dijon anotaba con facilidad muchas veces debajo de la canasta. Pese al 5/7 en triples de los primeros diez minutos, el Unicaja perdía al final del primer cuarto por esas facilidades atrás y por la falta de presencia en el rebote.

Los dos equipos mantuvieron sus respectivas apuestas tácticas, aunque hubo algunas variaciones que fueron decantando el choque a favor del Unicaja. Por un lado, el equipo malagueño mantuvo su acierto desde la línea de tres, ahora con Suárez. El capitán había jugado sólo 46 segundos en los últimos tres partidos. Además de anotar dos triples, dio buenos pases desde el el 'poste alto', añadiendo una variante más al juego de su equipo. Por otro lado, la defensa malagueña elevó su nivel. Alberto Díaz fue el primer parapeto. El pelirrojo secó a David Holston, inédito en los primeros veinte minutos. Luego apareció Francis Alonso, que cada día ofrece mejores prestaciones en ese puesto de alero que Katsikaris se ha inventado para él. El canterano sí pudo con Henry, principal sustento ofensivo del rival. El 15-7 de parcial en el segundo cuarto confirmaba la mejoría del Unicaja y los problemas de su rival para anotar, un equipo francés que pagaba así las 14 pérdidas que cometió en la primera parte (36-29).

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Esta vez no hubo altibajos en el juego del conjunto cajista. La puesta en escena tras el descanso no dio opción a la reacción del Dijon, que sufrió una descomposición total. Como el Unicaja mantuvo su solidez defensiva y acierto, el choque se fue fracturando por momentos. Brizuela veía el aro como una piscina y los jugadores franceses como un hoyo de un campo de golf. Tres puntos había anotado el Dijon siete minutos después del decanso. Terrible. Como el arsenal ofensivo del Unicaja era infinito, el subcampeón de Francia entregaba definitivamente el partido. Alonso recogió el testigo de Brizuela y elevó la renta local a los 24 puntos, 58-34. El 26-7 del tercer cuarto es una de las mayores palizas vistas en el Carpena en los últimos años.

El último acto fue añadido, pero no un desperdicio. Fue importante para jugadores como Rubén Guerrero, que firmó excelentes minutos, también para Nzosa, y Francis Alonso, que firmó un gran encuentro. Lo mejor fue la renta final, que consolida el liderato del grupo.