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Los jugadores del Unicaja celebran la victoria al final del partido. LOF

El Unicaja, rey de la mejor Copa de la historia

El equipo malagueño logra el título tras superar al Lenovo Tenerife con una gran reacción final liderado por Tyson Carter

Domingo, 19 de febrero 2023

Antes de leer el resumen de este partido tienen que entender que no está escrito desde la objetividad y tampoco desde el rigor que debería, pero han sido meses muy intensos el Unicaja, sus aficionados y el baloncesto malagueño. Hay personas fundamentales que se nos fueron y que estarían hoy emocionadas y orgullosos de la gesta protagonizada por el Unicaja en la Copa del Rey de Badalona. Hace unos meses nos dejaba José María Martín Urbano, que hoy estaría emocionado con su equipo, con la forma en la que conquistó el título y por el ambiente de ilusión que se ha generado. Donde quiera que esté, lo estará celebrando. El conjunto cajista firmó un torneo sensacional, hizo lo que nadie había logrado y se creció en una final perfectamente planteada por su entrenador y que le permitió doblegar a un gran rival como el Lenovo Tenerife (80-83).

Es sorprendente la química que ha logrado el Unicaja en un grupo de jugadores que rompió todos los pronósticos y asaltó el trono de los grandes con un gran baloncesto y una enorme convicción. Pese a las bajas y pese a los contratiempos de las últimas semanas, el equipo cajista supo sobreponerse para derrotar al Tenerife en un partido en el que fue de menos a más y que reventó de la mano de Tyson Carter, MVP del torneo, y de Kalinoski. La Copa regresa a Málaga 18 años después.

El Unicaja repitió el plan de partido del encuentro ante el Real Madrid. Consciente de su inferioridad en el juego interior, Kravish se alejaba para castigar a Shermadini con sus lanzamientos desde la media distancia. Se habló mucho en la víspera del choque de que ganaría el equipo que impusiese el ritmo. No era alto como le gusta al Unicaja, pero el cuadro cajista atacaba con tranquilidad y encontraba buenas opciones para anotar por medio de Perry y con acierto desde la línea de tres. Pese a que el Tenerife mejoraba las prestaciones de su defensa, el equipo malagueño cerró un primer cuarto, se quitó presión de encima y dominaba el choque (16-17).

Las cosas se le complicaron al Unicaja cuando el cuadro que dirige Vidorreta empezó a encontrar con facilidad a Shermadini. Hubo algunos desajustes defensivos, pero el georgiano es imparable cuando recibe cerca del aro. Pasó entonces por apuros el cuadro malagueño, que de ganar 21-22 pasó a perder 33-26. Además, del 'factor Shermadini' el ataque del Unicaja carecía de fluidez, demasiado estático y sin actividad para generar ventajas. El Tenerife estaba cómodo en este escenario. A pesar de las complicaciones, el Unicaja aguantó el tipo, en parte porque dominó el rebote. Fueron claves los nueve rechaces ofensivos que capturó porque le dieron confianza y le permitieron seguir en el partido. En cuanto pudo correr un par de veces se recuperó y se puso por delante, pero un triple de Huertas de esos a una pierda que son tan vistosos, pero que duelen tanto al rival, en este cas el Unicaja.

El equipo malagueño encontró el ritmo que no tenía y Brizuela encontraba huecos para anotar en la defensa del Tenerife. Con más alegría ofensiva, el Unicaja pasaba a dominar 39-44. El Tenerife recurrió a su mejor arma, la dupla Huertas-Shermadini. Entre ambos enlazaron un parcial demoledor de 14-0 que puso contra las cuartas al equipo malagueño. Si el georgiano y el brasileño conectaban de esa manera iba a ser muy difícil (53-44). Cuando peor estaban las cosas, el Unicaja supo refugiarse en su defensa, no permitió que el Tenerife rompiese el partido. Apareció la pizarra de Ibon Navarro, para encontrar esos triples de Kalinoski y, de forma en especial, apareció Carter. El final de partido del menudo escolta fue increíble. El Unicaja devolvía el parcial a su rival a base de triples y llegaba al último cuarto con vida (58-57).

Ya nada pudo parar a Carter. Ibon Navarro le entregó el mando del partido. Con velocidad y con una defensa de libro, el Unicaja fue creciéndose y creyendo en la victoria. A falta de cuatro minutos ganaba 69-77. Quedaba un mundo, pero el destino de este equipo estaba escrito y ni el gran rival que tenía delante con un jugador como Marcelinho Huertas lo iba a cambiar. El Unicaja conquistaba la segunda Copa de su historia haciendo una Copa increíble.

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