El Unicaja se consolida a base de victorias (86-69)

Ante el Brescia, el conjunto que dirige Luis Casimiro sólo flaqueó cuando su rival le planteó un juego más físico, pero incluso ahí supo reaccionar desde la defensa para acabar sentenciando con sus múltiples recursos ofensivos. El domingo tiene una gran prueba con la visita del Tenerife ante el que deberá demostrar la consolidación de la regularidad que viene mostrando.

Comentaba el director general del Germani Brescia antes del partido que el nivel del baloncesto español era excelente, mucho mejor que italiano. Lo hacía mientras observaba admirado el aspecto del Palacio de los Deportes todavía vacío. El comentario del directivo italiano se cumplió en el arranque de un duelo en el que el Unicaja firmó un comienzo fulgurante con un baloncesto de gran calidad y solidez.

El conjunto que dirige Casimiro prolongó las buenas sensaciones de los últimos partidos dominando por completo a un rival incapaz de penetrar su sólida defensa. El Unicaja fue un rodillo a base de triples. A los seis minutos el marcador reflejaba un contundente 16-2 y sólo Crawford era capaz de lograr alguna canasta aislada. El dúo Díaz-Guerrero formó un tándem defensivo formidable, en el que el marbellí protagonizó un curioso reencuentro con Dusan Ristic, su compañero en una escuela estadounidense cuando dejó Málaga para jugar en la NCAA, y al que aburrió por completo (24-12, min.10). Probablemente fueron los mejores minutos del Unicaja, aunque esto es algo que se ha escrito ya en la última semana y media desde el triunfo en Valencia.

Es evidente que el equipo malagueño va a más y se comprobó en el arranque del segundo cuarto en el que la rotación del banquillo, que amplió el claro dominio. El Unicaja llegó a ganar por 18 puntos (38-20) con buenos minutos de Brizuela y Waczynski. El partido parecía que iba a ser plácido, pero el Unicaja dio demasiadas concesiones a un rival que era mejor de lo que se había visto hasta el momento.

Los italianos elevaron su intensidad física y al Unicaja le dejaron de entrar los triples. El Brescia fue enjugando la renta cajista con rápidos ataques. La renta se quedó en seis puntos (41-35) al descanso y las sensaciones de uno y otro equipo habían cambiado por completo.

El arranque de la segunda mitad confirmó el cambio de dinámica. El parcial del Brescia fue contundente, un 4-14 con el que remontó el partido en el minuto 25 (45-46). Al Unicaja se le cerró por completo el aro y todos los triples que en la primera parte metía, ahora se salían. No paró el partido Casimiro, que confió en sus hombres. La reacción llegó con los rebotes y alguna buena canasta de un Rubén Guerrero, que continúa mejorando partido a partido, pero fue Brizuela el que puso los puntos y el que evitó que la herida se agravase. El encuentro se quedó en un puño (57-54) con diez minutos por jugar.

El acto decisivo comenzó con un tremendo mate de Guerrero. Es curioso el cambio de mentalidad y de confianza que experimentan los jugadores en una temporada o incluso en un corto espacio de tiempo. El malagueño, timorato hace unas semanas, desprende energía. La acción fue un anticipo de un Unicaja más agresivo y que ahora sí frenaba a su rival y que de la mano de Brizuela y Alonso volvía a abrir brecha en el marcador (67-57, minuto 34). Aunque el Brescia todavía lo intentó, el Unicaja aseguró la victoria con el regreso de un Nzosa que no para de sorprender a todo el mundo. Él, Alonso y Díaz cerraron el partido con el público puesto en pie. Con todo resuelto (86-69), Luis Casimiro dio la alternativa al cordobés Rafa Santos, que anotó la última canasta del partido y que se convirtió en el segundo jugador más joven en debutar con la camiseta del Unicaja.