Baloncesto al sur

La teoría de la figura del técnico

Esta teoría de un experto en la materia tiene excepciones, claro está, como la de un Sergio Scariolo que ha hecho campeona del mundo a la selección española con un trabajo táctico alabado unánimemente

Lunes, 23 de septiembre 2019, 23:53

Un día me dijo un entrenador que en la actualidad la influencia del técnico en el rendimiento de un equipo cada día es menor porque la tecnología (la labor de scouting, es decir, el seguimiento pormenorizado del contrincante) permite saber del rival hasta el más mínimo detalle, así que al final el triunfo o la derrota dependen de la calidad de los jugadores, del talento que sume el grupo, mientras más y mejores jugadores tengas más posibilidades de éxito –desde este punto de vista se entiende la satisfacción que desprende Nacho Rodríguez por lo bien que ha reforzado al Barcelona este año–. Esta teoría de un experto en la materia tiene excepciones, claro está, como la de un Sergio Scariolo que ha hecho campeona del mundo a la selección española con un trabajo táctico alabado unánimemente. Su sapiencia palió el menor talento que reunía el grupo respecto a veranos anteriores.

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Pues bien, si damos por sentado el axioma de este técnico amigo mío, que sabe mucho, no lo duden, el Unicaja tiene muchas posibilidades de hacer una buena temporada a tenor de las opiniones vertidas el pasado viernes en la presentación de la que será la mejor Liga Endesa de la historia por varios motivos: el potencial de numerosas plantillas que disputarán el ansiado título, integradas por 16 medallistas mundialistas, la mitad de ellos campeones, o el hecho del regreso sonado de jugadores procedentes de la NBA, que ha convertido en tradición esquilmar las competiciones nacionales llevándose a las mejores promesas o a las incipientes realidades. Mirotic o Abrines han tomado el camino inverso.

De todos con los que hablé en Madrid no encontré una sola declaración negativa acerca del proyecto que desde el banquillo comanda Luis Casimiro: bloque compacto, polivalencia, físico, idea de juego definida, continuidad del entrenador, fichajes contrastados, refuerzos acertados... En fin, virtudes puestas sobre la mesa en conversaciones informales que invitan al optimismo de lo que nos espera este año en Málaga, con la Copa del Rey en el Carpena como foco de atención de todo el mundo del baloncesto, incluidos los aficionados locales que esperan impacientes la llegada del mes de febrero. No se trata de lanzar las campanas al vuelo, más bien esbozo una reflexión que lleva a pensar que desde fuera se suelen valorar más las cosas que desde dentro.

Desde luego no se trata de jugar a ser adivinos, así que demos tiempo al tiempo y la experiencia nos dice que lo que va bien en octubre no tiene por qué ser así en febrero, y viceversa. Lo único evidente ahora mismo es que para los que nos gusta el baloncesto esta campaña se presenta estimulante, y si Avramovic, Thompson, Adams, Toupane, Elegar, Ejim y Gerun son tan interesantes como dicen por ahí, nos vamos a divertir de lo lindo. Espero que, a diferencia del año pasado, la diversión se extienda más allá de Navidad...

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