Martes, 29 de septiembre 2020
No hay mejor manera de fortalecer la mentalidad de un equipo que a base de victorias. El Unicaja ha logrado dos en sólo tres días y ha aplacado las dudas que generó en las primeras jornadas de Liga. Las carencias están ahí, pero ... el potencial del equipo en ciertos aspectos es innegable. El trío que forman Bouteille, Alonso y Brizuela tiene capacidad para reventar un partido y a cualquier rival en un suspiro. Fue lo que pasó en el claro triunfo logrado ante el Boulogne Metropolitans 92 ayer en el primer encuentro de la temporada en la Eurocup (96-88). El equipo malagueño firmó 15 minutos soberbios, con un baloncesto rápido efectivo y de gran calidad, lo que le dio para coger una ventaja que supo administrar luego. Pudo y debió llegar al final con menos agobios, pero la victoria nunca estuvo en peligro. El público pudo celebrar una victoria en su regreso al palacio después de siete meses. Fueron sólo 225 personas, pero es un gran primer paso para estos tiempos extraños que se viven. Fue curioso comprobar como los aficionados casi hablaban con los jugadores para darles ánimos, pedirle defensa o felicitarles por una canasta. Son situaciones curiosas que nos deja esta nueva normalidad que también ha llegado al baloncesto.
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Al Unicaja se le puso el partido de cara desde el primer momento gracias a su acierto en el lanzamiento exterior. Francis Alonso y Bouteille metían todo lo que le pasaba por las manos y a los cinco minutos su equipo ganaba 18-9. El Metropolitans aguantaba a duras penas sacando partido del rebote defensivo y castigando a Thompson con el israelí Ginat lejos del aro. Pero en cuanto el Unicaja elevó el tono defensivo, al conjunto francés se le fue cerrando el camino hacia el aro. Las pérdidas y los tiros forzados se sucedían y el Unicaja siguió a lo suyo, con Bouteille desatado y ampliando su renta, que al final del primer cuarto era de doce puntos (30-18).
El dominio cajista se acentuó porque los triples seguían entrando los triples. Abromaitis estaba muy acertado, quizá en sus mejores minutos, porque no sólo castigaba desde el perímetro, sino que también ayudaba en defensa. Apareció en el partido Nzosa para emparejarse con Chikoko. La diferencia de kilos era brutal, pero el canterano aguantó bien el tipo. La renta alcanzó los 19 puntos después de una buena canasta de Mekel, otro de los destacados del Unicaja en la primera parte, pero, a partir de ahí, el partido cambió.
Unicaja
Thompson (12), Alonso (14), Gerun (2), Bouteille (13) Mekel (10) -cinco inicial- Brizuela (10), Díaz (6), Sánchez (0), Waczynski (9), Abromaitis (14), Guerrero (6) y Nzosa (0)
96
-
88
B. Metropolitans 92
Michineau (9), Pinault (12), Brown (16), Chikoko (8), Ginat (16) -cinco inicial- Brown (10), Konate (0), Roos (4); Gray (6) y Marei (7)
parciales. 30-18, 24-22, 22-24, 20-24.
árbitros. Pukl, Rocha y Koromillas.
cancha. Partido correspondiente a la primera jornada de la Eurocopa disputado en el Pabellón José María Martín Carpena ante 225 aficionados.
El Unicaja cometió varios errores seguidos que permitieron a su rival tomar aire cuando se estaba asfixiando. Tres triples permitieron al Metropolitans 92 situarse 47-38. Casimiro paró el partido, la defensa se reajustó y el partido volvió a la cómoda normalidad con la que se estaba desarrollando. Una bandeja de Mekel y un par de triples volvieron a estirar la ventaja hasta el 54-40 con el que se llegó al descanso.
La segunda parte comenzó con un cóctel explosivo en la pista: Brizuela y Bouteille. La sucesión de buenas canastas de ambos fue sensacional para los pocos espectadores que había en el Palacio, sin embargo no sirvieron para que el Unicaja rompiese el partido. El Metropolitans movió bien el balón y encontró buenos tiros. Casi todos sus ataques acababan en triple, pero su juego no tenía equilibrio, especialmente en defensa. Se vieron entonces buenos minutos de Rubén Guerrero que secó a un Vitalis Chikoko que llegaba lanzado al partido después de dos grandes actuaciones en la Liga francesa. Con el marbellí imponiéndose, el Unicaja acentuó su dominio, aunque no llegó a romper el partido (76-64, minuto 30).
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Esto le creó algunos problemas en el último cuarto, porque sin ninguna referencia interior el equipo galo siguió anotando de tres. Un parcial de 3-13 a falta de tres minutos para el final encendió la luz de alarma con 85-80 en el marcador. El Unicaja atajó la reacción con un par de buenas defensa y ahora sí cerró su primera victoria de la temporada en la Eurocup.
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