El Unicaja supera al Burgos y mantiene vivas sus opciones de jugar la Copa del Rey

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La presión de la Copa y el lastre de las cuatro derrotas seguidas no se dejó sentir en un Unicaja que jugaba un buen baloncesto en el arranque del partido buscando, de forma sorprendente y poco habitual a Eric en posiciones interiores. El nigeriano, sin embargo no aprovechó los balones que le llegaban y eran los 'pequeños' los que asumían el peso de la anotación. El Burgos frenó la primera acometida del Unicaja y tuvo en Renfroe a un estilete imparable. Como Cole no lo podía detener, Katsikaris le colocó encima a Alberto Díaz (10-14, min 5). La conjunción del pelirrojo y Nzosa resultó determinante para que el Unicaja elevase el nivel de su defensa. Cuatro triples y los mejores minutos del congoleño en lo que va de temporada dispararon al cuadro cajista, que cerró el primer cuarto ganando 26-17.

El partido, como era de esperar, fue ganando en densidad. Al Unicaja le costaba ahora más anotar si ese gran sustento de los triples y el Burgos no tardó en reducir la desventaja. El juego del equipo que dirige Zan Tabak era más incisivo, lo que le permitió forzar más faltas e ir más veces a la línea de personal (14). Estos puntos 'gratis' y el incesante Renfroe equilibraron el duelo (37-33). Los puntos del base del Burgos no gustaron a Cole, que abrió un pique buenísimo con su compatriota. El dos veces campeón de la NBA ahora sí mostraba galones y lideraba otro arreón del Unicaja con varios contragolpes y acciones de calidad que le devolvieron la ventaja al descanso (49-39).

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El arranque de la segunda mitad fue un calco del comienzo del partido, aunque Katsikaris reaccionó más rápido. El técnico no le perdonó a Eric las concesiones y lo mandó al banquillo al minuto y medio de la reanudación (51-45, min. 29). La entrada de Nzosa volvió a reactivar al Unicaja. El congoleño rebosaba energía, esa que se echaba de menos en los últimos meses. Con la defensa fortificada, el Unicaja fue ampliando su ventaja añadiendo elementos, como Francis Alonso. Quizá no estaba previsto que el malagueño jugase, pero la cuarta falta de Cole cambió los planes. En el primer balón que tocó anotó un triple y recibió falta. Poco a poco la ventaja alcanzó los 16 puntos (71-55, min. 27). El partido parecía encarrilado, pero el Burgos siguió remando y explotando el físico de Gamble, que hacía mucho daño debajo del aro malagueño. Aguantó bien el Unicaja que llegó al último cuarto ganando por diez (75-65), pero sin terminar de cerrar el partido.

Estaba por ver si el Unicaja no repetía los errores de anteriores partidos y sabía jugar los minutos decisivos. Los puntos de Benite generaron dudas en la grada. El Burgos se acercaba (77-70) y los antecedentes de los últimos duelos no eran positivos. Demostró seriedad el Unicaja en el momento clave con sus mejores prestaciones defensivas hasta el momento. Nzosa, de nuevo, y Abromaitis, haciendo gala de una enorme regularidad, fueron determinantes. A falta de 3:45 para el final Cole, esta vez sí, cerró el partido con un triple con el defensor encima (87-72). Quedaba mucho por jugar, pero ya no hubo reacción de un rival que mantiene abierta su racha negativa. La del Unicaja se cortó de forma brillante.