Cole lidera a un Unicaja desatado en el segundo tiempo

Las huestes de Katsikaris tuvieron una salida muy fría, como el aspecto que mostraba el Carpena con un lateral de la grada, el del palco, semivacío por un problema en los accesos. Los fallos en el tiro, algunos anormales, lastraron al equipo malagueño, con sólo una canasta, un triple de Bouteille, en cinco minutos y con el galo como único anotador hasta poco menos de tres para cerrar ese primer periodo. Aunque el Breogán también empezó perdonando, pronto dejaron de hacerlo sus referentes, como Musa, Mahalbasic y Sergi Quintela, y el marcador se disparó a un preocupante 5-20, en un cuadro lucense de baloncesto sencillo y roles muy definidos.

El tiempo muerto y los cambios de Katsikaris recompusieron un poco al equipo, más entonado con la defensa de Alberto Díaz y con la racha anotadora de Cole, con siete puntos seguidos y autor de sendos triples sobre la bocina al final de los dos primeros cuartos. Aunque el Unicaja, con un 18-4, se situó a uno del Breogán en el electrónico (23-24), tuvo otra pequeña pájara. Musa, mal defendido al inicio por Bouteille, y Mahalbasic (un viejo conocido en la Eurocup, con el Oldenburg) estaban inspirados, y Cruz, un secundario, ya había cazado nueve rebotes (ocho bajo su aro) antes del intermedio. Un 0-9 colocó un 23-33 y la ventaja se amplió a doce incluso.

Reapareció en casa Suárez, siempre una noticia muy positiva para la grada, pero con un paupérrimo 9/28 en tiros de campo y los problemas habituales en ataque, compartiendo poco la bola y con escasos 'extra pass', el Unicaja se mostraba impotente. Suerte que estaba Cole, otra vez, para maquillar la distancia de forma psicológica antes de irse al vestuario (30-37) con un lanzamiento de tres después de la revisión del 'instant replay'.

Sin embargo, en la segunda parte el Unicaja fue un vendaval. Ofreció una exhibición colectiva en defensa, con una agresividad en ascenso conforme se consumaba la remontada. A apenas dos minutos del final, el Breogán estaba en sólo 19 puntos anotados en ese periodo, y eso pese al tirón inicial de Mahalbasic, que con Eric en el banco (tres faltas) respondía al desafío de Cole, ya desatado. Pronto el cuadro malagueño, jugando muchos minutos con tres 'bajos' (Alberto Díaz, Cole y Jaime Fernández) empató (44-44) y le dio la vuelta al marcador.

Hubo muy buenos instantes de Rubén Guerrero, aportando su intimidación en cortos intervalos, que eso también suma, y se calentó Jaime Fernández, una ayuda vital con sus penetraciones por la derecha. Pero fue el festival de Cole lo que lo eclipsó todo. Se fue a los 26 puntos, con cinco triples, en su primera gran exhibición de verde y cada vez más un escolta y menos un base pero, ausente Brizuela y en un partido que comenzó muy atravesado para el equipo local, fue decisivo.

Con un parcial de 13-0 el Unicaja se fue de diez (66-56) y sólo en el minuto final la quinta falta de Eric y una técnica generaron algo de desasosiego en la parroquia local, que en esta etapa 'postpandemia' ofreció una cifra récord, 4.131 espectadores, que a fe que se hicieron notar en los momentos más delicados. Eso también suma.