La ausencia de Luka Doncic por lesión, resto cierto interés al duelo entre Estados Unidos y Eslovenia jugado este sábado en el Palacio de los Deportes. A pesar de esto, había una enorme expectación por volver ver en acción en Málaga al conjunto estadounidense, que ... se mostró muy superior a los balcánicos y se impuso por 92-62. Los americanos mostraron una gran superioridad y este domingo cierran el Torneo del Centenario ante España en el gran encuentro que todos están esperando.
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Sin Doncic había interés por ver qué es lo que podían hacer los eslovenos ante un equipazo como los estadounidenses. En el encuentro contra España se comprobó que el jugador de los Mavericks es el factor diferencial del equipo. Es normal, pues está entre los cinco mejores del mundo, pero en el combinado balcánico está demasiado sólo. Aguantó el pulso Eslovenia en los primeros compases mientras los estadounidenses se ajustaban. La superioridad física americana era total, así que el único recurso válido para el conjunto europeo era tirar de tres. Como le entraron los lanzamientos, especialmente una buena racha de Dragic, perfecto, pero cuando se cerró el aro Estados Unidos estuvo desbordante. Brunson y Edwars se combinaron para lanzar a Estados Unidos que cerró el primer cuarto ganando 27-20.
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Había partido, pero los eslovenos ya no anotaban de tres y fueron perdiendo fuelle ante un rival que ya dominaba por completo, ahora con Banchero, el novato del año en la NBA, que es un alero, pero que tiene un físico exhuberante y que actuó como cinco... Con Tobey, el pívot esloveno, solo tirando de tres, los balcánicos se fueron desfondando poco a poco hasta el 47-31 al descanso.
Tres triples seguidos de los estadounidenses dispararon ya la ventaja en el tercer cuarto por encima de los 20 puntos (57-35). El partido empezaba a estar liquidado y lo mejor en esos minutos fue el paso adelante del joven Gregor Glass, el mejor de su equipo.
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Los eslovenos, a pesar de la desigualdad del choque, aguantaron como pudieron. Les funcionó una defensa en zona y también que los estadounidenses se relajaron en exceso. Steve Kerr aprovechó para hacer pruebas y dar minutos a los jugadores que habían tenido menos protagonismo como Kessler. El experimentado técnico sabía que este domingo espera España y que su equipo no lo tendrá tan fácil.
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