Con mucha ilusión, aunque con pocas horas para dormir, el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, adelanta los distintos proyectos en los que ... trabajan con el que considera «uno de los mejores presupuestos en Turismo. Son casi 200 millones, 80 más que el año pasado». El objetivo es transformar esta industria con el reto de conquistar países lejanos, mejorando la conectividad con ellos, invertir en sostenibilidad y en actuaciones que mejoren los destinos y la oferta, avanzando planes de ayudas a empresas asfixiadas por el impacto del Covid y para incentivar la demanda a que consuma productos turísticos.
–Ha estado muchos años vinculado al turismo, pero se estrena en la primera fila. ¿Cómo lleva dirigir Turismo, Cultura y Deporte?
–He pasado a la primera división (risas). Al principio ha sido más complicado porque son muchas tareas y, sobre todo, mucha presencia y exposición pública. Esa es la parte que me cuesta, porque los días tienen 24 horas y durmiendo lo mínimo son 13 o 14 horas de trabajo. Pero ahora ya la agenda está dominada. Estoy bien. Tengo la sensación de tener la gran oportunidad de hacer muchas cosas transformadoras y eso es lo que realmente me motiva.
–Son tres carteras que se complementan y que sumando generan valor añadido, pero por lo que comenta duerme poco...
-Las personas mayores dormimos poco (risas). Pensé si levantándome a las seis de la mañana no llego, pues tendré que comenzar a las cinco de la mañana o a las cuatro. Y así estuve durante un tiempo. Lo cierto es que el trabajo es tan intenso que no sientes que estés agotado en ningún momento. Estás motivado en un proyecto muy bonito.
–Turismo incrementa su presupuesto en casi 80 millones hasta rozar los 200 millones. ¿Qué nuevas actuaciones contemplan?
–Es uno de los mejores presupuestos en Turismo. Tenemos tres líneas muy importantes que demuestran nueva visión sobre el nuevo modelo turístico. La primera es que tenemos que ir a destinos más lejanos, que tienen estancias más largas y generan más ingresos. Hay que salir del mercado de confort europeo, aunque nos da las mayores cifras de negocio. El mundo es mucho más global que antes y en esta industria hay otras modalidades que van surgiendo después de la pandemia, como es el turismo relacionado con los nómadas digitales que buscan lugares donde poder trabajar y que tengan servicios turísticos y buenas conexiones. Aquí tenemos una gran oportunidad, pero también con los llamados nómadas energéticos que han surgido tras la invasión de Rusia a Ucrania. Nuestro objetivo es anticiparnos y generar áreas de oportunidad para estar en posiciones competitivas, no en precio. Toca aprovechar la calidad de la oferta.
–Para llegar a destinos lejanos es fundamental la conectividad...
–Por eso la conectividad es otra de nuestra grandes líneas para recuperar Estados Unidos, Canadá o México, pero con el foco puesto en Norteamérica. En esta extensión del mercado hay que mirar también a la Asia del Pacífico y de Oriente Medio. Son las áreas de mayor crecimiento y donde se producen además las mayores estancias, con los mayores gastos en el destino. El cliente es además el más interesado por los atractivos más singulares de nuestra oferta. Queremos repartir los flujos de turistas en el territorio y que nos lleguen todo el año.
–¿Qué avances puede haber en nuevas rutas aéreas con esos destinos lejanos?
–Estamos hablando de mercados que nos llevarían a Japón, a Corea del Sur, Filipinas, Malasia, Singapur o Vietnam. Quizá lo veamos más fácil cuando hablamos de Estados Unidos. No podemos ni debemos vender que vamos a tener una ruta aérea directa con China dentro de un mes, de un año o de dos. No tenemos un plan a corto plazo que nos justifique dar esa noticia. Lo que sí tenemos es la posibilidad de llegar a una alianza comercial seria, en la que ya comenzamos a trabajar antes de irnos a la World Travel Market (WTM) de Londres, con el principal touroperador no sólo chino sino que lleva también la zona de la Asia del Pacífico. A partir de ahí vamos a trabajar primero en conexiones indirectas y una vez que podamos justificar un tráfico suficiente se plantearía contar con un vuelo directo. La suerte que tenemos con Norteamérica es que ya tenemos un conexión de Málaga a Nueva York y, con ello, es fácil convencer a otras compañías.
–¿Hay novedades sobre las rutas que se anunciaron a Houston o a Miami?
–Esa es nuestra línea de acción en este momento, pero en estos casos trabajamos con mucha discreción porque las compañías así nos lo piden. Quieren abordar esta decisión con la tranquilidad que merece un estudio económico de esta naturaleza. No nos olvidemos de que estas decisiones son de empresas, valorando también las condiciones técnicas de los aeropuertos y cómo estos están conectados con la ciudad. Son cuestiones que se miran por parte de las aerolíneas.
–¿Y se está avanzando?
–Se avanza.
–¿Sería con vuelos desde Málaga, Sevilla o desde otros aeropuertos? El vuelo a Nueva York ya levantó ampollas en la capital andaluza...
–Nuestro trabajo es el de participar en los comités aeroportuarios que funcionan en cada aeropuerto. Cuando nos reunimos en las grandes citas del sector, en la feria Routes en Estados Unidos y en Europa, actualizamos toda la información, con independencia de los contactos que se mantienen a requerimiento de las mismas. De verdad que es así, lo hacemos de forma idéntica para todos los aeropuertos. Entiendo que las compañías tienen una percepción diferente de unos aeropuertos que de otros y que prefieran llevar una línea directa antes a Málaga, que a Sevilla o que a Jerez o al contrario. Nosotros el trabajo que hacemos es el de impulsarlos todos.
–¿Entendió la polémica suscitada en Sevilla por la decisión de United Airlines de elegir el aeropuerto de Málaga?
–No. No la entendí. Creo que fue una polémica artificial basada en el momento coyuntural en el que estamos. La decisión de la compañía de elegir Málaga provocó malestar entre personas en Sevilla que están abonadas a ese agravio permanente, que creo que es algo retrógrado. Dividiendo perdemos, yendo como Andalucía ganamos seguro.
–La sostenibilidad es la palabra mágica que determina los viajes...
–Dedicamos mucho dinero en el presupuesto de la Junta a mejorar la sostenibilidad en los destinos turísticos y lo vamos a hacer a través de un elemento clave en esta ecuación que son los ayuntamientos. Ahí hay cantidades muy importantes. La última aportación que vamos a hacer, que posiblemente vea la luz en los primeros meses del próximo año, es del en torno de los 80 millones, que se van a distribuir entre diferentes municipios de la Comunidad para que playas, avenidas, museos y espacios turísticos sean sostenibles, inclusivos y generar un público diverso.
–En su primera entrevista a SUR, nada más ser nombrado consejero, avanzó un plan para anticiparse a las incertidumbres económicas, los altos costes de la energía o al problema de la sequía. ¿Qué hay de esta actuación?
–Estamos avanzando en una línea de incentivos directos e indirectos para mejorar la demanda de público andaluz, nacional e internacional con un programa que impulse consumir productos turísticos en Andalucía, fundamentalmente en temporada baja. Queremos ponerlo en marcha a partir de diciembre o enero de 2023.
–¿Contemplan también ayudas a las empresas asfixiadas aún por el Covid?
–Los préstamos ICO fueron una solución en su momento, pero ahora vemos que hay negocios que se ven con problemas. Queremos ayudar a las empresas a mejorar sus fondos de maniobra. Queremos que la oferta no se nos caiga. Es importante mantener este nivel.
–¿Van a ampliar el Plan de Modernización Hotelera, que es para tres años?
–Estamos trabajando en ello. Hemos tenido un periodo de pandemia que ha complicado las cosas a nivel de tramitación y de movilización de inversiones y creo que está justificada la petición de los hoteleros de que se amplíe. Lo estamos estudiando firmemente y creo que lo vamos a sacar adelante.
–¿Para cuándo la nueva norma que regula las viviendas turísticas?
–Cuando llegamos a la consejería encontramos un proyecto bastante avanzado, pero que no nos convencía. Lo hemos retomado por completo y no estamos trabajando en un decreto contra nadie, sino en una norma a favor de la calidad de los alojamientos en Andalucía, teniendo en cuenta todas las singularidades. Creo que se aprobará en tres o cuatro meses.
–¿Cómo puede abordar la consejería el principal problema del turismo, que es la falta de personal cualificado?
–Son competencias de otras consejerías, que están llevadas con buen tino, pero es un tema que nos preocupa. Trabajamos transversalmente para activar programas que permitan reconocer competencias en base a la experiencia. El problema es la falta de personal. Vamos a hacer una campaña de forma permanente para dignificar las profesiones más denostadas como son las camareras de piso o de restauración. La gente tiene que sentir orgullo de trabajar en el turismo.
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