Arturo Bernal: «Hemos solicitado la cesión de una parte de la Cónsula para una residencia de escritores»

–Hay un sentir general en el sector de que Cultura se diluye en esta macroconsejería con Turismo y Deporte. ¿Cómo les convencería de lo contrario?

–La primera pica en Flandes la hemos puesto con la presentación de los presupuestos. El mayor esfuerzo presupuestario que hacemos en la consejería lo hacemos para Cultura, posiblemente con uno de los mejores presupuestos. Uno de cada dos euros prácticamente dentro de la consejería se dedican a cultura. Más de 220 millones de euros en un presupuesto de 512 millones, de los cuales 42 millones son servicios generales. Tenemos la mayor plantilla de la consejería y el mayor número de programas operativos reales dedicados a la cultura. Eso es suficientemente significativo del esfuerzo que vamos a hacer para que la cultura no sea la hermana pobre sino la joya de la corona de la consejería.

–Entre las posibles sinergias que permite su consejería está el turismo de festivales. El año pasado el consejero Juan Marín apostó por el Andalucía Big Festival en Málaga con un patrocinio de más 3,5 millones. ¿Se repetirá ahora ese respaldo?

–Este festival se ha celebrado pero todavía no hemos tenido la información de vuelta que le pedimos al organizador para ver si se han cumplido todos los objetivos del patrocinio. Hasta que no tengamos el informe, no lo podremos valorar. ¿Será interesante hacer este festival en el futuro? Es posible que sí, pero es muy posible que no en esas mismas condiciones. Estamos trabajando en un formato interno para que tengamos una gestión adecuada de los patrocinios, que se valoren por elementos subjetivos y no por cuestiones que después no puedan ser suficientemente soportadas. No vamos a gestionar patrocinios ni ninguna participación en proyectos externos hasta que no tengamos claro cuál es el impacto real que vamos a contraponer con nuestro precio.

–Anunció que Málaga tendrá un Instituto de Artes Plásticas, ¿cuál será su papel?

–Hay que dejar claro que no estamos creando más estructuras, estamos reestructurando la que ya teníamos en la Agencia de Instituciones Culturales. Reorganizamos esos recursos para prestar atención a esas líneas, como las artes plásticas. Queremos incorporar al artista contemporáneo a nuestra estructura. Es importante centrarse en el patrimonio y en los grandes artistas consolidados que nos dan marca, pero es mucho más importante no perder de vista a todos los que están llegando y que tienen delante de sí un muro que no pueden flanquear.

–Entiendo entonces que organizará exposiciones y tendrá una agenda de actividades propia.

–Tenemos que provocar que la industria se empiece a centrar en los artistas contemporáneos, en nuevos creadores. La generación de los jóvenes sobradamente preparados pero que no tienen una oportunidad también está en la cultura. Y hay que darles entrada, en todas las manifestaciones. Desde exposiciones a residencias para literatos para que puedan trabajar dentro de 'hub' de conocimiento compartido, como una especie de Residencia de Estudiantes que tan importante fue para la Generación del 27. Queremos recuperar esa esencia y traerla a un núcleo como es la Cónsula, es uno de los grandes proyectos que tengo dándole vueltas en la cabeza.

–Intuyo que es una de las propuestas para la nueva etapa del Centro Andaluz de las Letras. ¿Puede concretar más?

–Sí. Se ha solicitado al Ayuntamiento la cesión de una parte de la Cónsula para una residencia de escritores. La residencia tendrá como objetivo albergar a escritores, españoles o extranjeros, con la finalidad de facilitarles un espacio adecuado a la creación, al tiempo que la presencia de estos escritores enriquezca la actividad literaria en Andalucía. De modo, se producirá un permanente intercambio cultural. Los escritores conocerán la sociedad y la cultura andaluzas, se impregnarán de ella y la difundirán. Se convertirá en un lugar de encuentro cultural en el que se promoverá la creación literaria y los andaluces podrán conocer de forma directa a un número importante de escritores. Las estancias podrán ser de uno o dos meses y tendrá capacidad para albergar simultáneamente a tres escritores. Anualmente podrán ser invitados 27 escritores y se creará un flujo permanente de autores.

–Quería pedirle su opinión sobre asuntos que conciernen al sector cultural. ¿Cuál sería la solución para la Casa Invisible?

–No se trata de poner en valor o no la actividad cultural que este centro ha generado. Entiendo que es un conflicto solo sobre su sede. El Ayuntamiento está en su derecho de reclamarla, como propietario legítimo del espacio.

–¿Málaga tiene que renunciar ya a un Auditorio de la Música?

–No hay que perder ese objetivo. Málaga tiene que tener un auditorio. De hecho se pone ya de manifiesto que nos falta. Es una necesidad.

–Con tantos fondos europeos que se esperan para Andalucía, quizás sea el momento.

–Estoy convencido de que sí. No tenemos ningún auditorio de gran tamaño y las grandes ciudades culturales en España y en el mundo lo tienen. De hecho, es curioso, hay veces que cualquier barco de los que están en el Puerto de Málaga tiene más capacidad en sus auditorios que el mayor de nuestros teatros.

–La gala de los Goya, por ejemplo, se tuvo que hacer en el Martín Carpena.

–Una ciudad como Málaga que tiene esa vocación cultural, además de la tecnológica y de negocio, no puede tener ninguna cortapisa, tiene que tener esa libertad de desarrollo. Creo que el auditorio es necesario y apoyamos esa iniciativa desde la consejería.

–¿Qué precio tendrán las entradas al Museo de Málaga y a los sitios arqueológicos de la Junta?

–Tendrá que ir en función del estudio que hagamos para toda la oferta museística a nivel de Andalucía, pero en cualquier caso serán precios populares. No podemos pensar en unos precios como tiene la Alhambra o el Museo Picasso. Pero nos interesa que haya un precio porque ayuda a valorar la oferta y a ser autoexigentes. Nos ayuda el hecho de tener que cumplir con unas expectativas de un cliente que cuando no paga exige menos que cuando paga. Y nos dará la posibilidad de comercializar determinados elementos que ahora mismo no están en canales de comercialización, porque cuando tú no tienes un precio nadie comisiona por esos servicios.

–Ayudará también a la sostenibilidad de la cultura.

–Claro, la cultura tiene que ser sostenible porque eso le da libertad. A ningún creador le gusta ser subvencionado, preferiría vivir de sus creaciones. Al tener esa ayuda puede pensar que deja de ser tan libre como lo era antes. Debemos trabajar en esa línea porque de ese paso a la ideologización de la cultura ya hay muy poca distancia. No digo con esto que no ayudemos a los jóvenes creadores o a algunas manifestaciones artísticas que lo necesitan para poder sobrevivir, no todo tiene que ser rentable. Pero sí que ciertamente tiene que ser libre.

–El cobro de entradas, ¿será una realidad en 2023?

–Estamos trabajando en ello y cuanto antes queremos tenerlo. Yo espero que para finales del año 2023 tengamos ya establecido por lo menos un plan.

–Ahora que el Convento de la Trinidad ha ganado metros para la cultura tras descartar el uso administrativo, ¿se plantean incluir fondos arqueológicos como solicitó el alcalde de Málaga?

–Nuestra postura en la Trinidad es que sea un gran espacio cultural multidisciplinar con artes escénicas, plásticas, literarias, exposiciones, conferencias, seminario… La Junta no prevé, por tanto, ubicar allí el Arqueológico.