Helio Fernández, un malagueño en el corazón de IMEC: «Este proyecto tiene el poder de transformar Málaga»

El ingeniero atiende a SUR desde su piso en el Centro de Málaga, en el que se queda estos días mientras dura el Foro Transfiere. Llueve a mares y cabría esperar que esté frustrado por no ver el sol, pero asegura que le gusta ver llover en Málaga. Helio es 'program manager' en IMEC y, desde este mes de enero, también responsable de relaciones institucionales de IMEC España. Ha estado involucrado en el proyecto de Málaga desde su concepción. Él era la tercera persona en aquella comida que tuvo lugar en el restaurante Refectorium Catedral, en 2022, con Ezequiel Navarro y Mario Nemirovsky, presidente y CTO de la entonces recién creada Fundación Innova IRV que apostaba por la microelectrónica como primera área estratégica. Y se dice que en esa comida fue la primera vez que se mencionó, casi como una ensoñación, la posibilidad de que Málaga albergara una subsede del IMEC.

Fernández no concreta tanto y explica: «Estos proyectos tan grandes no nacen en un solo sitio. Es como un río, que surgen varios afluentes en diferentes sitios y luego se unen todos y forman el río final. En este caso, hace ya cuatro años que empezó a fraguarse este proyecto. Por un lado se creó el PERTE Chip y desde el Gobierno se analizó cómo tener un impacto fuerte en España, llegando a la idea de que lo interesante sería hacer algo como el IMEC; por tanto hay gente del Gobierno español que se reúne con el IMEC. Por otro lado, Innova IRV empieza a plantear: oye, ¿por qué no proponemos a Málaga si se va a hacer algo así? Después se proponen más ciudades y se acaba eligiendo a Málaga», resume.

Barcelona, por ejemplo, estuvo en esa pugna. Y si Málaga se llevó el gato el agua fue por dos motivos principales, a su juicio. El primero, la perfecta alineación que demostraron (y siguen demostrando) todas las instituciones que respaldaban la candidatura. Y el segundo, la respuesta ágil y coordinada a todos los requerimientos, dudas y necesidades que ha ido teniendo IMEC a lo largo del camino.

Helio Fernández es hijo único; su madre tiene una empresa en el Puerto de Málaga, dedicada al transporte de residuos oleosos. Él estudió en el colegio Platero y el instituto Gaona. Antes de empezar a trabajar en IMEC tuvo dos etapas muy interesantes como científico y como emprendedor. Hizo un doble doctorado en ingeniería y fisiología becado con un proyecto internacional financiado por la Agencia Espacial Europea que perseguía estudiar las respuestas humanas en entornos extremos. Por ejemplo, trabajó en un experimento en el que los sujetos estaban durante quince días en cama en una ubicación de alta montaña, para simular las condiciones de falta de gravedad e hipoxia a las que se ven sometidos los astronautas. Otro de esos ensayos monitorizaba la respiración durante el sueño de los ocupantes permanentes de una de las bases de la Antártida.

Después, Fernández hizo un posdoctorado en el Hospital Clínico de la Universidad de Bruselas desarrollando un proyecto de telemedicina: «Lo que hacíamos era conectar al paciente que iba en ambulancia con el hospital: los médicos tenían toda la información e imagen de vídeo en tiempo rea. También desarrollamos un cuestionario para predecir casos de ictus, de forma que se derivara directamente al paciente al hospital de referencia», explica. De ahí salió un 'spin-off', es decir, una empresa que montaron los investigadores de ese proyecto para convertir sus descubrimientos en una solución comercial. «Se llamaba Zebra Academy porque una de las preguntas del cuestionario para detectar ictus era 'Qué animal es un caballo con rayas?'», explica.

Aquella 'startup' acabó vendiendo su propiedad intelectual a una empresa más grande y Helio volvió al mundo de la ingeniería, pero especializándose en la búsqueda de proyectos de financiación europea. Con esta misión le fichó el IMEC hace siete años. Y hace dos le promocionaron a un rol en el que empezó a ejecutar dos proyectos importantes de la Chips Joint Undertaking, un marco de la UE que financia proyectos para construir la soberanía de Europa en el campo de los chips. «Coordino junto a mi jefe la European Chips Design Platform, que da a las empresas las herramientas necesarias para hacer sus chips, desde el diseño hasta la producción. También estoy implicado en el proyecto de Málaga y me encargo de las relaciones institucionales de IMEC España», explica.

Helio Fernández es por ahora el único malagueño (que se sepa) en el IMEC y está deseando que haya muchos más. Está feliz de impulsar un proyecto que le va a permitir acercarse a su ciudad y contribuir de manera decisiva a su transformación.