Gamepolis, que den comienzo los juegos de la variedad

Todo esto se deja comprobar a través de la ambición con la que se presenta la propia feria. Hasta el final de la Gamepolis, el domingo, se habrán realizado más de 300 actividades, entre concursos, conferencias, torneos y juegos en directo. Con la calamidad de la pandemia en el olvido, la presencialidad volvió a ofrecer imágenes de pasillos abarrotados.

La mañana del viernes fue copada por la parte institucional, con la visita del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación, Francisco Salado, que atendieron a la prensa y luego pesaron por los expositores. Ninguno de los dos dudó en enfundarse el mando de una Nintendo Switch para echar una partida de bolos, junto a Antonio López, director general del gigante japonés. Eso sí, con resultados disimiles.

Si la industria se ha marcado el objetivo de convertir a todo el mundo en jugador, Málaga se ha fijado el de convertirse en una ciudad atractiva para el sector. «Esto es un espacio de referencia para los videojuegos y para todo el entorno», calificó De la Torre al Gampepolis para, acto seguido, marcar la pretensión de que la capital sea un actor importante en este ecosistema que bebe de muchas fuentes.

«Ya hemos conseguido que el Polo Digital sea fuerte en los videojuegos. Málaga, a día de hoy, ya es el centro de las empresas independientes, es decir de las que no dependen de las grandes. Además, me parece que estamos ante un sector con una importante cuota de empleabilidad dentro de lo tecnológico», añadió. Para Javier Ramos, director general de Kaiju Group, la empresa organizadora, este festival de videojuegos sirve para consolidar a Málaga como «polo de atracción tecnológico». «En Gamepolis se consolida el eje Japón-Costa del Sol, un puente que ya ha dado muchas alegrías a los fans del videojuego del sur de España», afirmó.

¿Pero qué se puede encontrar el visitante que acude estos días a la Gamepolis? La apuesta por la variedad es firme. Las cabezas pensantes en la organización hablaron de «un concepto 360 grados».

Eso significa que se ofrece todo aquello que puede dar de sí el sector. 'Cosplayer' que se disfrazan con de sus caracteres preferidos tienen el mismo espacio que los jugadores extremos, que se baten el cobre en algunas de las mesas en las que se juegan 'ego-shooters' como el Rainbow Six. También los amantes del cómic pueden adquirir figuras o hacerse con todo tipo de prendas relacionadas con algunos videojuegos.

La Gamepolis es una exhibición en la que todo se puede tocar y probar. Si alguien aún duda de lo mucho que se acercan los videojuegos a la realidad, tiene la oportunidad de tomar asiento en el cockpit de fórmula uno virtual. Las manos sudorosas están garantizas, y todo con neutralidad climática. Las leyes de Newton están trasladadas con una inimaginable precisión. Cada balanceo en las curvas se nota. Un movimiento demasiado brusco al volante y el coche pierde el control. Una rueda en el césped y se levanta una nube de polvareda. Adiós, buen viaje, al que haya puesto neumático liso si está lloviendo.

No solo videojuegos. El programa de Gamepolis cuenta con propuestas para todos los públicos. La jornada inaugural estuvo marcado por la conferencia de Kilian Calo, desarrollador en Ubisoft y uno de los responsables de convertir a Rainbow Six Siege en uno de los grandes éxitos de los videojuegos competitivos. De hecho, las finales del torneo que gira en torno a este titulo se disputan estos días en el Gamepolis. El creador de contenidos más 'malaguita', SpokSponha, desplegó su talento en el Sun&Tech Meet Now de SUR, que se celebró en el marco de la feria.

Con la vocación de atender todos los gustos. Nutrida de conferencias que apelan a todas las edades y con algunos eventos que dan para sacar el 'friki' sano que uno lleva dentro. Gamepolis ofrece todo esto. La pasarela virtual abre sus puertas a las diez de la mañana. Los interesados en acudir, casi seguro, no se van a arrepentir.