De la Torre, tras el último tiroteo en Palma-Palmilla: «No puede haber ni un arma no autorizada»

«No puede haber ni un arma no autorizada ahí». Así de contundente se ha manifestado este lunes el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tras el último tiroteo en la Palma-Palmilla, ocurrido en la noche del pasado jueves al viernes en el bulevar Mari Ángeles Arroyo. No dejó heridos, pero sí provocó el estallido de los vecinos debido al miedo y la inseguridad que generan estos incidentes.

A juicio del regidor municipal, esta es una problemática en la que tiene que intervenir la Policía Nacional bajo la orden de la Subdelegación del Gobierno. En este sentido, apuntó a que el origen es la presencia de «dos clanes o grupos de familias enfrentadas y que llegan al uso de armas», por lo que ha incidido de manera tajante en que el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, es quien tiene que «dar la orden» para que los agentes quiten las pistolas «de la circulación».

De la Torre ha mostrado su total rechazo tras las declaraciones de Salas, quien este lunes también respondía a las quejas de los vecinos de Palma-Palmilla señalando que «el problema» de esta zona «no es solo de seguridad o punitivo, es un problema social». Al respecto, el subdelegado manifestaba que «hasta que eso no se ataje no se solventará el problema de seguridad» en este distrito, recalcando asimismo que «tampoco puede haber un policía en cada casa».

Unas afirmaciones que, a juicio del alcalde, no eran «de recibo», ante lo que ha reiterado que es la Policía Nacional la encargada de la incautación de armas. «Si necesitan el apoyo de nuestra Policía Local, que nos lo pidan, pero hay suficientes efectivos en la Policía Nacional para actuar en la Palma-Palmilla, en los sitios en los que saben que están esas armas y quitarlas de circulación, que es lo que quieren los vecinos», sostuvo.

En un comunicado, el Plan Comunitario Palma Palmilla Proyecto Hogar expresó su malestar tras el último tiroteo, que se sumó a una serie de episodios similares ocurridos desde principios de año en el mismo distrito. Al respecto, se quejaba de que hubieran vecinos que acabaron «tirándose al suelo de sus casas mientras escuchaban detonaciones, con miedo a acercarse a las ventanas ante el riesgo de sufrir un impacto».

La vecindad, como insistía, reivindica tranquilidad y rogó a los efectivos de la Policía Nacional que «nos ayuden a conseguir que sus mandos intervengan adecuadamente, a que ordenen los recursos de manera eficaz o a que reclamen nuevos si fuera necesario». Del mismo modo, además de condenar estos hechos, advertía de la gravedad de que vuelvan a ocurrir «tras meses esperando una respuesta por parte de la Subdelegación del Gobierno» a las peticiones de información e intervención sobre las armas de fuego en el barrio.

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