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Así funcionaba la red que prostituyó a medio millar de mujeres en condiciones extremas en Málaga

Así funcionaba la red que prostituyó a medio millar de mujeres en condiciones extremas en Málaga

La organización tenía de manera simultánea a 18 víctimas que vivían y trabajaban en cuatro casas de citas de la ciudad, a las que rotaban cada 21 días

Jueves, 4 de julio 2024, 00:16

Creían que en Málaga tendrían una oportunidad de ayudar a sus familias. La realidad que encontraron fue muy diferente. Al menos medio millar de mujeres cayeron en la trampa de una red dedicada a la trata con fines de explotación sexual que contaba con cuatro casas de citas repartidas por la ciudad. Los investigadores sospechan que la organización criminal, liderada presuntamente por dos hermanos ecuatorianos, estuvo en funcionamiento durante casi un lustro en la capital. Y también creen que la cifra de víctimas podría ser superior, de acuerdo con sus estimaciones.

No todas las víctimas tenían las mismas circunstancias, pero sí tenían en común que se encontraban en una situación de necesidad extrema. Según apuntan fuentes próximas al caso, la gran mayoría eran captadas en sus países, principalmente en Colombia, donde los responsables de reclutar a las mujeres se ponían en contacto con ellas por redes sociales como Facebook o WhatsApp. Les aseguraban que podrían trabajar en Málaga en centros de estética o en puestos similares. Ante la desesperación, muchas de ellas aceptaban.

En otros casos, según ha podido saber SUR, iban en busca de mujeres que ya estaban en territorio español y que también tenían un perfil vulnerable debido, principalmente, a su situación administrativa irregular y a la falta de empleo. A ellas sí les decían que trabajarían en prostíbulos localizados en pisos de Málaga, pero también las engañaban con las condiciones. En ningún caso les anticipaban que éstas serían inhumanas y que pondrían en grave riesgo su salud, ya que supuestamente estaban obligadas a mantener relaciones sin preservativo.

En las casas se encontraban bajo el control de las 'mamis', que las forzaban a permanecer disponibles las 24 horas de los siete días de la semana por si aparecía un hombre que quisiera pagar por acostarse con ella. No eran mujeres, sino mercancía a los ojos de la organización. Y el objetivo de la red era sacarles la máxima rentabilidad posible. De manera simultánea contaban con 18 mujeres en los distintos pisos, a las que rotaban de localización cada 21 días.

Ellas tampoco tenían la opción de rechazar a ningún hombre, independientemente de que estuvieran bajo el efecto de drogas o del alcohol, o de que ya hubieran tenido una mala experiencia con ellos. Además, para prolongar los servicios, les hacían distribuir sustancias estupefacientes entre los clientes, a los que ofrecían entre otras drogas cocaína o viagra, lo que hacía que ellas se vieran sometidas a horas de prácticas sexuales en las que incluso sufrían lesiones, pese a lo que tenían que continuar trabajando.

La organización las tenía controlada a través de la deuda que ellas contraían sin saberlo para venir a España, siendo la misma engordada sin escrúpulos -si el vuelo costaba 700 euros, les decían que había salido por unos 3.000 euros, por ejemplo- de manera continua, ya que aprovechaban excusas banales para imponerles un sistema de multa. Solo les dejaban salir dos horas. Si tardaban diez minutos más de lo acordado, eran sancionadas. Si el piso no estaba lo limpio que la red quería, también.

Hubo mujeres que pasaron meses sin ver ni un solo euro. Supuestamente, la mitad de las ganancias eran para la organización y, con la otra mitad, tenían que ir saldando esa deuda. Las víctimas, además, estaban vigiladas de manera permanente, ya que todos los inmuebles contaban con cámaras desde las que eran controladas por los integrantes de la red. La Policía Nacional pudo liberar a once de ellas en el momento en que se llevó a cabo la fase de la explotación de la operación, que se saldó con 25 personas detenidas.

Ocho han ingresado en prisión, entre ellos los dos hermanos de origen ecuatoriano que presuntamente eran líderes de la red. Están acusados de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, de delitos relativos a la prostitución, de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y favorecimiento de la inmigración irregular.

La investigación se inició a partir de tres denuncias recibidas en el teléfono 900 10 50 90, una de las herramientas, junto al correo electrónico trata@policia.es, con las que cuenta el Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos. Se trata de una de las operaciones más importantes contra la trata y la explotación sexual que han desarrollado los agentes de la UCRIF en Málaga en los últimos años. Los funcionarios constataron durante los meses de la investigación la explotación de 55 víctimas.

Durante las pesquisas, los efectivos, además, detectaron la existencia de un entramado societario controlado por los principales responsables de la red delincuencial con la única finalidad de ofrecer apariencia de legalidad a los ingentes beneficios obtenidos a través de sus actividades ilegales. El entramado criminal habría obtenido un beneficio anual superior al millón de euros.

En los siete registros realizados en la ciudad de Málaga se han intervenido 145.338 euros en metálico, 1,2 kg de cocaína y diversas sustancias de corte y útiles para su pesaje. Además, por orden judicial, se han clausurado los cuatro pisos de citas del entramado y se ha procedido al bloqueo de 13 cuentas bancarias con un saldo total de 18.116 euros y la prohibición de disposición de distintos bienes por un valor de 130.0000 euros.

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