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Imagen del cajón de madera hallado por la Policía tras una pared. Salvador Salas

Rayos X para localizar a Sibora: el cadáver estaba en un cajón de madera tras una pared

La Policía Nacional inspecciona desde primera hora de la tarde la vivienda donde el investigado dijo haber emparedado el cuerpo de su exnovia

Martes, 6 de junio 2023, 22:17

Era la cuarta vez que visitaban el piso, un ático situado en la calle García de la Serna, en la barriada del Calvario de Torremolinos. Este martes, agentes de la Policía Nacional localizaron un cadáver detrás de una pared de la vivienda, tal y como había manifestado Marco G. R. El cadáver estaba dentro de un cajón de madera. Todo apunta a que los restos corresponden a Sibora Gagani, la expareja del sospechoso, que está en paradero desconocido desde 2014.

Una alteración en una de las paredes de la vivienda fue la pista que condujo al hallazgo del cuerpo. Al parecer, los policías detectaron esta variación y, para obtener más información, acudieron al domicilio colindante para comparar ambas casas. Así, observaron que en esta última se había construido un armario, hueco que no existía en la casa objeto de registro.

Los policías demolieron ese muro, localizando tras el mismo un gran cajón de madera aglomerado. Al abrir la tapa vieron que su interior estaba repleto de cal y que contenía una bolsa de plástico donde había un cuchillo con restos de sangre seca. Tras extraer la cal con mucho cuidado, los funcionarios hallaron enterrados bajo la misma distintos objetos que podrían haber pertenecido a Sibora.

También encontraron un ramo de flores sobre el torso de un cadáver, que se hallaba en el interior de un saco de acampada. Al parecer, el cuerpo estaba envuelto en bolsas de plástico y en condiciones «saponificación», aunque los investigadores pudieron deducir que se trataba de una mujer.

Salvador Salas

Miocrocámaras y rayos X

Desde primera hora de la tarde de este martes 6 de junio, un discreto dispositivo de policías de paisano se presentó en el domicilio, donde ahora reside otra pareja, para realizar un nuevo registro. El primero, en el que perforaron paredes e introdujeron microcámaras, no dio resultado. Ahora, gracias a nuevos medios técnicos, en concreto un sistema de rayos X, se ha conseguido ubicar la pared donde se encontraba el cuerpo.

Esta misma noche, el médico forense ha acudido a la vivienda para realizar el levantamiento del cadáver, que no puede ser identificado en estos momentos, tal y como indicaron las distintas fuentes consultadas. Serán las pruebas de ADN las que confirmen, como parece, que se trata de la joven ítalo-albanesa, desaparecida en julio de 2014 tras romper su relación sentimental con Marco.

La convicción de la policía a la hora de buscar entre esas paredes surge de una manifestación espontánea realizada por el italiano en comisaría, tras ser detenido por el crimen de la que había sido su última pareja, Paula. Al pasar junto al cartel de la desaparecida, Marco manifestó espontáneamente que había emparedado el cadáver de Sibora.

«Quiero colaborar porque esto me va a perseguir siempre, como lo de Marta del Castillo», dijo a los agentes al ver la foto de su exnovia, según pudo saber SUR. Entonces, contó que la joven estaba en el ático que compartieron, «enterrada en una pared». El investigado incluso se ofreció a acompañar a los policías hasta allí, aunque finalmente no lo hizo. El presunto asesino no llegó a confesar haber matado a Sibora de forma explícita, sino que reconoció que se pelearon y se limitó a decir: «Me pasé con ella»

Luego no ratificó esas manifestaciones ante los policías de manera formal, estando ya en presencia de su abogada, ni tampoco ante la autoridad judicial. Sin embargo, aquella confesión tenía calado suficiente como para que la jueza que investiga la causa abriera diligencias contra Marco y ordenara los sucesivos registros en la vivienda en la que convivieron entre 2011 y 2014.

Así, una veintena de policías acudieron el pasado lunes 22 de mayo a aquel piso, acompañados por la comisión judicial. Se trata de un ático dividido en dos alturas y localizado en pleno centro de Torremolinos. Inspeccionaron cada tabique, usaron detectores y taladraron distintos puntos del inmueble por los que introdujeron cámaras por si en su interior se escondían restos humanos. El registro finalizó sin que se hallara el cadáver de Sibora. Los agentes volvieron al domicilio en dos ocasiones más con el mismo objetivo y realizaron nuevas pesquisas, aunque con idéntico resultado. Hasta este martes.

Desde que la joven desapareció, todos los esfuerzos para dar con su paradero condujeron a un callejón sin salida. Hasta que el pasado 17 de mayo Marco fue detenido como presunto autor del asesinato de Paula y los investigadores comprobaron que el italiano también había sido pareja de Sibora. De hecho, fue la última persona con la que la desaparecida tuvo contacto. Fue el 7 de julio, a través de una conversación de WhatsApp.

El sospechoso y Sibora iniciaron su relación en 2009 en Nettuno (Roma, Italia), y al año siguiente decidieron trasladarse a la Costa del Sol, donde la joven -al igual que Paula-trabajaba en la hostelería. Como relató la propia familia de la desaparecida a este periódico, Sibora hablaba todos los días con su madre, que reside en Italia, por teléfono. Hasta que, de repente, la tierra se la tragó. La joven había dejado a Marco poco antes de que esto ocurriera y se había mudado a un piso en la calle Hoyo, también en Torremolinos. Como comprobó la policía, se esfumó sin llevarse el móvil, sin ropa y dejando todas sus pertenencias en la vivienda. A la vista de todos los indicios, los investigadores consideraron que se trataba de una desaparición de «alto riesgo».

Salvador Salas
Imagen principal - Rayos X para localizar a Sibora: el cadáver estaba en un cajón de madera tras una pared
Imagen secundaria 1 - Rayos X para localizar a Sibora: el cadáver estaba en un cajón de madera tras una pared
Imagen secundaria 2 - Rayos X para localizar a Sibora: el cadáver estaba en un cajón de madera tras una pared

Los agentes empezaron a trabajar en colaboración con las autoridades italianas, ya que su familia también había denunciado estos hechos en el país transalpino. La investigación empezó por tomar declaración a todas las personas del entorno que la joven tenía en Torremolinos. Ninguna ofreció algún dato que pudiera conducir a localizarla o a averiguar qué había ocurrido.

Esta búsqueda se trasladó a Internet y las redes sociales, pero tampoco dio resultado. Los policías preguntaron en compañías aéreas, hospitales, centros penitenciarios e, incluso, en institutos anatómico-forenses por si hubieran recibido algún cadáver sin identificar que respondiera a las características de la chica. Nada. Hasta que Marco fue detenido en relación al crimen de Paula.

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