El triste final de Paula, asesinada por su ex en La Carihuela: «Creía que la vida le daría otra oportunidad»

Paula se aferraba a la idea de que su vida estaba a punto de cambiar. Así se lo decía a sus amigos, a esa familia que se forjó trabajando en restaurantes de La Carihuela, con quienes pasó el día de la víspera de su crimen. «El martes descansó y estuvo con nosotros, hablando, riendo... estaba feliz, convencida de que tendría otra oportunidad», comentan personas de su entorno a SUR, todavía sin dar crédito a su triste desenlace.

Sus allegados, según relatan, sabían que Paula atravesaba dos infiernos. Uno a causa de los malos tratos que, presuntamente, sufría a manos de su ex, quien quedó detenido en la tarde de ayer como supuesto responsable del asesinato machista. Y el otro, a causa de la separación de sus tres hijos -el más pequeño, fruto de su relación con el arrestado-, a los que habían retirado tiempo atrás los servicios sociales. Pensar en ellos, en volver a tenerlos con ella, le dio fuerzas para dejar a su ex.

Paula había puesto fin a la relación con su expareja y presunto homicida unas semanas antes, aunque él, al parecer, se negaba a abandonar la vivienda en la que convivían, en la calle San Ginés. Por eso, inciden sus amistades, ella intentaba pasar el menor tiempo posible en el domicilio: «El día de descanso se quedó con nosotros porque no quería volver a la casa».

Aquel día, la mujer fue a la playa, pero al rato recogió sus cosas y se marchó al ver que el hombre aparecía por allí. Luego se compró un vestido blanco y unos zapatos y, cuando caminaba por el vecindario, se encontró a sus compañeros en una terraza próxima a su casa. Paula los abrazó, como solía hacer cuando los veía, y les mostró sus nuevas adquisiciones, contenta. Se sentó con ellos y, entre confidencias, les volvió a agradecer que fueran un apoyo incondicional para ella.

«Ella lo ha intentado todo por sus niños; ha aguantado muchísimo hasta que ya nos ha dejado. Era muy buena persona, ha cometido muchos errores en su vida, pero quería cambiar, quería arreglarlo y lo estaba demostrando día a día, y aguantando mucho para que nadie supiera que estaba mal», explicaba este jueves una de sus compañeras en la concentración que se llevó a cabo frente al Consistorio de Torremolinos para condenar el crimen.

«Tú puedes pensar que la puede agredir porque es una persona que tiene problemas con las drogas, pero no que iba a llegar ese extremo. Lo que sí veía era como él iba decayendo los últimos días y habíamos intentado por todos los medios que no tuviera acceso a ella», explicaban sus amistades, quienes hicieron todo lo posible para proteger a Paula.

Cada vez que él la agredía, ellos le pedían que lo denunciara. Pero ella no quería perjudicarlo, como solía responder. Según las fuentes consultadas, el sospechoso ya tenía antecedentes por violencia de género respecto a otras dos parejas. Ella también figuraba en el Sistema Viogen, aunque como víctima de otra relación anterior.

Su entorno también tenía miedo de que el hombre acabase arrastrando a la víctima al consumo de sustancias, porque sabía que ella se hacía todas las semanas análisis para demostrar que continuaba limpia y recuperar así a los niños. Paula creía que eso podría ocurrir a partir de octubre. Y esa fue su esperanza hasta su último día. Hasta este miércoles, cuando su ex, presuntamente, acabó con su vida a puñaladas.

El sospechoso fue detenido unas horas después de que, supuestamente, matara a Paula en el interior de la casa. Los gritos de socorro de la mujer pusieron en aviso a los vecinos, a quienes el sospechoso, al parecer, trató de engañar para impedir el auxilio de la víctima.

Los hechos sucedieron sobre las 11.30 horas de este 17 de mayo, en la casa en la que ambos convivían de La Carihuela. Para cuando los servicios sanitarios se personaron en la vivienda, ya no pudieron hacer más que certificar la muerte.

Todo ocurrió en cuestión de pocos minutos. Al parecer, los vecinos aporrearon la puerta e intentaron que él les abriera para comprobar el estado de Paula tras escucharla gritar. Desde el otro lado, el hombre, de origen italiano, les contestó que no había ocurrido nada grave, tratando de convencerles así de que todo estaba bien.

El sospechoso huyó de la casa en cuanto los residentes del bloque fueron a por un teléfono para llamar a la policía. Lo hizo cerrando el acceso tras él e impidiendo así la asistencia a la mujer. Varios testigos, según pudo saber SUR, vieron cómo el presunto homicida abandonaba el portal para darse a una fuga que apenas le duró unas horas.

Mientras los agentes de la Policía Científica continuaban en el domicilio después de que se practicara el levantamiento del cadáver, numerosas dotaciones iniciaban un importante despliegue policial para dar con el supuesto autor del crimen, investigado en el marco de la violencia de género.

Paula era una mujer muy conocida en la zona, donde residía y trabajaba en el ámbito de la hostelería, y la imagen de su expareja se difundió rápidamente en redes sociales tras trascender lo ocurrido. Sobre las 17.15 horas, una persona avisó a Emergencias 112-Andalucía de que había visto a una persona que se correspondía con los rasgos físicos del hombre en busca.

Pocos minutos después de que se produjera esta llamada, efectivos de la Policía Local localizaron al sospechoso cuando, supuestamente, trataba de acceder a una urbanización en la calle los Perros de Torremolinos. De acuerdo con las fuentes, el individuo, de complexión corpulenta, opuso resistencia para evitar su detención, aunque no tenía margen de escapatoria.

• Temas
• Violencia de género
• Policía Nacional
• Torremolinos
• Málaga (Provincia)
• Sucesos Málaga