El juez da la razón a la malagueña Francisca España: es la hija legítima del exmadridista Paco Gento

Esta sentencia pone fin a un largo proceso judicial, conducido por el abogado Fernando Osuna, en el que el juez ha citado en tres ocasiones a Gento (que ahora tiene 86 años) para que se sometiera a una prueba de ADN que corroborase o desmintiese los resultados de la que aportaron los demandantes por vía extraoficial. Un detective privado consiguió ADN del exfutbolista y uno de sus dos hijos reconocidos y el resultado de cotejar las muestras con las de la demandante arrojaron unos resultados de compatibilidad en un 99,9% (el máximo de precisión que se puede obtener en un laboratorio).

Gento no acudió a ninguna de las tres citaciones, y tampoco se presentó a la celebración del juicio por la demanda de paternidad. Por todo ello, el titular del juzgado considera probado que el exfutbolista es padre de Francisca España, en base a dichas pruebas y a otra documentación presentada por los demandantes.

La sentencia puede ser recurrida, aunque desde el despacho Osuna consideran que al no haber acudido al juicio no existen argumentos para rebatir el sentido de la decisión judicial. Además, el titular de Primera Instancia ha condenado a Gento a pagar las costas procesales, a lo que los demandantes van a intentar añadir la minuta del detective privado, al ser una parte fundamental para conseguir pruebas que sustenten este tipo de demandas.

El hijo de Francisca España –y ahora nieto legítimo de Gento–, David Murcia, ha indicado a SUR que el sentido de la sentencia les ha hecho sentir que cierran un capítulo: «Estamos súper contentos, después de tantos años, de que la Justicia haya sacado la verdad a la luz, sobre lo que el tal Gento ni quiso admitir». La familia se siente «feliz» y «orgullosa» de haber conseguido lo que les pertenecía «por derecho de nacimiento».

Francisco Gento López, conocido internacionalmente como Paco Gento o 'Gento' a secas, es considerado uno de los principales referentes del Real Madrid en su época dorada de la segunda mitad del siglo XX. Comenzó su carrera en el Real Racing Club de Santander antes de irse al club blanco en la temporada 1953-54, equipo en el que finalizó su carrera deportiva, en la que se erigió como un auténtico mito a la altura de los grandes como Di Estefano al ser considerado el extremo más rápido de todos los tiempos por los periodistas deportivos de la época y sus propios compañeros.