Paqui, la presunta hija del mítico futbolista Gento: «Quiero que se reconozca lo que soy»

Paqui presentó una demanda en la que se adherían dos pruebas de ADN realizadas por un despacho de detectives privados. Se hicieron en un laboratorio con certificado legal y con una serie de documentación videográfica que prueba su validez (tanto es así que el juez los ha admitido). Los test se realizaron con pruebas de Gento y de uno de sus hijos. Los resultados no dejan lugar a dudas: la filiación paternofilial y fraternal es compatible al 99,9 por ciento, es decir, el máximo rango de precisión que puede arrojar una prueba de estas características.

Sus motivaciones están claras: «Pido que se reconozca lo que soy, me apellido España por mi madre, pero mi apellido verdadero es Gento«. Ni siquiera menciona las posibilidades económicas que conllevaría un hipotético fallo a favor de la filiación: »Quiero que se diga públicamente que soy su hija, lo demás es secundario«.

Paqui recuerda que desde pequeña sentía el vació causado por la falta de su padre. «Siempre estaba pendiente por si un día aparecía, creo que como cualquier chiquilla a la que le falte el padre o la madre«, cuenta. Pero creció, la herida fue cicatrizando (que no cerrando) y la vida siguió.

Llevó a cabo varios intentos de contacto con el futbolista. El último de ellos fue a través de un periodista malagueño que le llevó el mensaje en persona a Madrid: su hija quería saber de él desde Málaga. «Cuando volvió me dijo que Gento no quería saber nada de mí, le pidió que me hiciera jurar que nunca iba a intentar hacer nada raro», relata. A su madre también «se la quitaron de en medio» cuando intentó dirigirse al futbolista. «Por aquella época el Real Madrid no quería a sus jugadores mezclados con nada y hacían mucha presión», recuerda Paqui.

Por una temporada, Paqui trató de dejar de lado la disputa. Se ha dedicado toda su vida a trabajar en la Junta de Andalucía y a mantener a su familia. Su hijo, David Murcia España –empresario y madridista de corazón–, también conoce la historia de su abuelo y es uno de los principales motores de esta demanda de filiación.

La madre de Paqui hizo su carrera artística una vez que su relación con Gento quedó de lado. Habían convivido, según la documentación que manejan, seis años en el hostal en el que se alojaba Gento. Se conocieron en un salón de Madrid tras un espectáculo y ahí comenzó la relación que acabó en pleno embarazo. Una vez asentados en la Costa del Sol, la bailarina siguió recorriendo el país con sus espectáculos a la vez que el futbolista siguió cosechando éxitos y emprendía una relación que se hizo estable.

Paqui asegura que ya ha pasado el momento de hablar y de pedir explicaciones. «Ha tenido mucho tiempo de dármelas y nunca lo ha hecho, no las voy a esperar ahora». Por eso asegura que esta lucha es únicamente legal, por su apellido y el de su hijo. «Pedimos que se me reconozca y que a mí y a mi hijo se nos de lo que nos pertenezca, ni más ni menos; ha llegado el momento de que se haga justicia».

Paqui concluye con una reflexión: «No importa el tiempo que pase, tus hijos siempre van a ser tus hijos, eso no cambia nunca». Por último, destaca el trabajo de su abogado, Fernando Osuna, fundador del despacho Osuna, especializado entre otros asuntos en este tipo de casos.