Sucesos Málaga

Investigan si el falso médico de Rincón de la Victoria causó quemaduras a una paciente con una pomada

El motivo de esas lesiones imprudentes, según ha podido saber SUR de fuentes próximas a la investigación, es que una de las pacientes manifestó que había sufrido quemaduras después de que el falso facultativo le aplicara una pomada para tratarle una dolencia.

Las pesquisas arrancaron por la denuncia de la hija de una paciente que llevaba años yendo a la consulta del acusado y que empezó a sospechar de él. Los agentes comprobaron que el hombre, de 56 años, no figuraba como colegiado en Málaga ni en ningún otro registro colegial de España.

Sólo una de las víctimas habría llegado a abonar 240.000 euros al falso galeno creyendo que la estaba curando, mientras que otra de las denunciantes le habría pagado 80.000 euros a lo largo de los años. Es decir, sólo dos de los muchísimos pacientes que trató le pagaron más de 300.000 euros, con lo que se piensa que el montante de la presunta estafa puede ser elevadísimo.

La tarifa de la consulta, según las fuentes consultadas, oscilaba entre 20 y 30 euros por una sesión que no duraba mucho más de 15 minutos, salvo que tuviera que aplicar algún 'tratamiento' en concreto, en cuyo caso podrían ser más largas y, sobre todo, más costosas: supuestamente llegaba a cobrar hasta 4.000 euros según la zona del cuerpo a tratar.

Los investigadores bautizaron la operación con el nombre de 'Bonidoc'. Tras las primeras vigilancias, los agentes observaron que cada día podía atender a cerca de una decena de personas con todo tipo de dolencias, ya fuera por problemas de huesos o reuma, o por dolores derivados de distintas enfermedades.

Al parecer, el investigado decía a los pacientes que impartía clases de anatomía patológica en la Universidad de Granada, extremo que resultó ser completamente falso. El abogado de la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos, Antonio Moya, también comprobó que el detenido tampoco trabajaba en el Hospital Clínico, como él aseguraba.

Entre otra documentación intervenida en el registro, los investigadores localizaron en su consulta dos agendas en las que tenía apuntadas tanto las citas como los nombres de los pacientes y el dinero que cobraba por los supuestos tratamientos. No obstante, el contenido de estos cuadernos correspondería únicamente con fechas recientes, de ahí que continúe la investigación para localizar a más víctimas.

Asimismo, los agentes constataron que usaba un sello en los informes en el que dejaba constancia que era médico rehabilitador y su número de colegiado, también falso. Entre otras pruebas, los guardias civiles se incautaron diversos informes médicos, análisis de sangre, ecografías y resonancias magnéticas.

Tras la detención, el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro J. Navarro, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población: «Afortunadamente hay muy pocos casos de intrusismo profesional y cuando los hay el Colegio actúa con celeridad y de la mano de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado».

Desde el colegio, que ha solicitado personarse como acusación, recomiendan a la ciudadanía que, ante cualquier duda, compruebe si el profesional de la Medicina que le atiende está colegiado. Para ello, en la página web de la corporación existe un apartado para comprobarlo; solo es necesario introducir el nombre y apellidos de la persona.