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Vista del fuego de Sierra Bermeja captada a las 6.00 horas de la mañana de este lunes Salvador Salas SALAS
Incendio Málaga

El incendio devastador sigue creciendo y sitia ya seis pueblos

El fuego duplica su perímetro en un día y obliga a desalojar a 2.670 personas de Jubrique, Genalguacil, Júzcar, Alpandeire, Faraján y Pujerra

JUAN CANO/ JOSÉ MARÍA MARTIN

Lunes, 13 de septiembre 2021, 01:17

Los medios aéreos han empezado con las claras del día de este lunes a operar de nuevo en el incendio de Sierra Bermeja «tras una intensa noche de trabajo de los medios terrestres» aunque con «mejores condiciones en líneas generales en todo el perímetro», según la Consejería de Desarrollo Sostenible. El devastador incendio de Sierra Bermeja sigue creciendo. En un solo día, ha duplicado su tamaño y ha obligado a desalojar seis pueblos de la zona ante la proximidad de las llamas. Las cifras son tan monstruosas como su voracidad: 2.670 personas han tenido que abandonar sus hogares, tiene un perímetro de 85 kilómetros –el sábado era de 42– y ha arrasado ya 7.400 hectáreas de terreno. En estos momentos, según han explicado, los esfuerzos se dirigen a contener el flanco Este y su avance hacia Casares y Monte Duque.

El sábado por la noche, el subdirector operativo del Infoca, Alejandro García, se mostró esperanzado en que el fuego entrase en las horas siguientes en su fase de estabilización y el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, habló incluso de una «lenta y prudente mejoría». Nada hacía presagiar en ese momento el vuelco que iba a dar la situación durante la madrugada.

Sucedió a las 2.23 horas. El Infoca detectó en ese instante la presencia de un nuevo foco situado en el frente norte. Una pavesa del incendio voló hasta un barranco cercano, saltando el cortafuegos natural de la superficie arrasada por otro fuego que hubo en la zona el pasado junio y también los que trazaron los técnicos del dispositivo durante las horas previas. 

Vídeo.

El vuelo de esa pavesa era «posible, pero poco probable», en palabras del subdirector del Infoca. Esas cenizas generaron un nuevo incendio que durante la noche arrasó 25 hectáreas y encendió todas las alarmas en el dispositivo que trataba de controlar el primero. Durante esa larga madrugada, lo trataron como dos fuegos independientes. Por poco tiempo.

A primera hora de la mañana, los dos frentes más próximos de ambos incendios se succionaron y continuaron como un único fuego que avanzaba hacia la cara noroeste de la sierra como si tuviera dos brazos. Su avance, a esas alturas, parecía ya imparable. 

Los mandos del Infoca reaccionaron solicitando recursos extraordinarios ante una situación que ya estaba fuera de lo común. Antes de las nueve de la mañana, los responsables del servicio de extinción pidieron al Gobierno central el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que movilizó un primer contingente de 42 efectivos, ampliado durante el día hasta los 260.

La segunda solicitud ha ido dirigida al equipo FAST (del inglés Forest Fires Assessment and Advisory Team), un módulo de expertos en evaluación y asesoramiento en incendios forestales que coordina el Gobierno, en colaboración con las comunidades autónomas. En concreto, el Infoca ha pedido medios.

técnicos y humanos en radiosondeo para el estudio vertical de la atmósfera y especialistas en uso de maquinaria pesada, pese a que su actuación está limitada por lo abrupto del terreno. El dispositivo suma ya casi 900 efectivos.

Con el fuego desbocado, el Infoca se vio obligado a tomar decisiones drásticas para proteger a la población. A las 5.35 horas se ordenó el desalojo de Jubrique (528 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística) por la cercanía del incendio; a las 9.44 horas, a los 410 vecinos de Genalguacil; a las 13.15 horas, Faraján (253) y Pujerra (301); y a las 14.18 horas, Alpandeire (260) y Júzcar (232). En total, sumados a los que ya habían sido evacuados en Estepona y Benahavís, ascendían a 2.670.

La Guardia Civil, con ayuda de los voluntarios de Protección Civil, se ocupó de que los habitantes de estos seis pueblos abandonaron ordenadamente sus casas; unos rumbo a las de familiares que viven en localidades cercanas, otros a las que algún amigo y los menos, a Algatocín –primero– y Ronda –después– donde se pusieron en marcha todos los recursos municipales, además de la solidaridad de sus vecinos, para acogerlos.

Los responsables del Infoca asignaron a los militares de la UME la misión de «defender los pueblos». Con ayuda de bomberos forestales del servicio de extinción y también con efectivos del Consorcio Provincial (CPB) trataron de crear una armadura que protegiera las viviendas del fuego del frente noroeste, que seguía avanzando sin control. En un vídeo grabado por un vecino se aprecian las llamas asomando a las inmediaciones de Júzcar.

Radio de acción

Además de sitiar estas seis localidades, el incendio amenazaba ayer otros cuatro municipios que estarían en su radio de acción, en el caso de que mantuviese su dirección empujado por el viento de levante: Algatocín, Benalauría, Benadalid y Atajate. Pero si algo ha demostrado hasta el momento es que resulta completamente impredecible, además de muy difícil de controlar.

«Hemos tenido una tarde malísima entre las condiciones meteorológicas, con mucho calor, y la dureza del terreno», explicaba ayer un miembro del dispositivo. De hecho, un par de efectivos tuvieron que ser asistidos por los servicios médicos por lesiones leves. La esperanza está, paradójicamente, en las condiciones meteorológicas, las mismas que lo desbocaron. Las previsiones iniciales eran que la lluvia llegaría el martes, aunque otras fuentes apuntaron a que se podría adelantar a hoy. También se espera un aumento de la humedad que favorezca las tareas.

Un millar de vecinos de Estepona y Benahavís pudieron volver a sus casas al estabilizarse el frente sureste

El fuego también obligó a nuevos cortes de carreteras: la MA-7307 en Alpandeire (entre los kilómetros 0 y 8); la MA-7306 desde el kilómetro 0 en Parauta al kilómetro 5 en Cartajima; la MA-8301 del kilómetro 3,5 en Estepona al 32 en Jubrique; y la MA-8302 en el kilómetro 15, en Genalguacil.

La buena noticia de la jornada fue que, al cierre de esta edición, el frente sureste se daba ya por estabilizado, lo que permitió volver a sus casas al millar de vecinos de Estepona y Benahavís que fueron desalojados el jueves.

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