La familia de Jony, el objetivo del tiroteo en Carretera de Cádiz: «Todo empezó por una pelea de niños»

Juan Cano y María José Díaz Alcalá

Málaga

Viernes, 4 de abril 2025, 01:11

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La del miércoles iba a ser una tarde tranquila. Jonathan, a quien todos en el barrio de Dos Hermanas conocen como Jony, acudió a la peluquería de Taoufik con su único hijo, que cumplía 12 años ese día. No había pedido cita, pero consiguió que el marroquí, que estaba inaugurando el negocio, le cortara el pelo. La idea era ir después a soplar las velas con la familia. Pero 'El alicantino' se cruzó en sus caminos y abrió fuego en plena vía pública. ¿El motivo? Una supuesta pelea «entre niños» de ambas familias hace ya una década.

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Eran las seis de la tarde. Jony esperó a que el peluquero terminara con un cliente y atendiera a su hijo. Taoufik recuerda que el hombre «estaba en la puerta, nervioso» cuando apareció Manuel H., el único sospechoso de los disparos, acompañado por una mujer y un niño. Comenzaron a discutir y uno le dijo al otro: «¿La vamos a liar aquí delante de los niños?». El hijo de Jony, atento al enfrentamiento, pidió al peluquero que le quitara la capa. «Mi padre, mi padre», gritó.

Pero, entonces, 'El alicantino' ya había sacado una pistola y comenzado a disparar contra Jony, que echó a correr calle abajo, en un intento de esquivar las balas. Le alcanzaron dos, una en el hombro y otra en el codo. El sospechoso no desistió y continuó descerrajando tiros que impactaron contra otros tres hombres que nada tenían que ver con la escena, dos albañiles que reformaban un local de la zona y un jubilado de 73 años al que le atravesó el pecho, y se ha salvado de milagro.

Mientras los sanitarios asistían a Jony, el menor, en lugar de soplar las velas, corrió solo con su bicicleta hasta un parque cercano para avisar a su tía: a su padre lo había tiroteado un hombre corpulento y vestido de negro, con el que tenía viejas rencillas, en la puerta de la peluquería.

En mitad del caos que se originó en la calle Gaucín, Manuel H. echó a correr en dirección a la barriada de Vistrafranca, donde reside en una vivienda okupada, tal y como logró capturar un testigo con su teléfono móvil. En torno a la vivienda, numerosos efectivos de Policía Local y Nacional desplegaron un amplio dispositivo hasta que comprobaron que el sospechoso no se encontraba en el interior del inmueble, ya pasadas las ocho de la tarde.

Ahora, el Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial, que se ha hecho cargo de la investigación, tiene dos objetivos. El primero y prioritario, dar con el paradero de 'El alicantino', contra quien han emitido una orden de busca y captura. El segundo, aclarar cómo y por qué tenía guardada en su casa una pistola semiautomática del calibre nueve milímetros, como las que usan las Fuerzas de Seguridad.

La versión que la familia de Jony ha contado a la Policía -y también a este periódico- es que el origen de las desavenencias entre ambos se remontan a una pelea de hace ya una década entre críos por un supuesto corte de pelo. «Una cosa de niños que derivó en un guantazo del hermano del que ha pegado los tiros al sobrino de Jony», cuentan sus allegados.

Al parecer, entonces el fugado y algunos miembros de su familia se marcharon de la barriada de Dos Hermanas, donde ambos residían. Pero, el resentimiento no cesó. Tanto es así que -siempre según la versión del entorno de Jony- el verano pasado 'El alicantino' supuestamente «le sacó un cuchillo». «No pasó nada porque consiguió escabullirse», dicen.

En declaraciones a este diario, una hermana de Jony pide que cesen las especulaciones sobre el origen del enfrentamiento. «Una pelea de niños», reitera la mujer, «y desde entonces, ruina». Ella ha querido salir al paso de las informaciones que apuntan a un posible ajuste de cuentas relacionado con las drogas. «Mis hermanos se han dedicado siempre a la construcción. Jony ahora mismo está en paro, es la persona más tiesa del mundo», apostilla.

Con el sospechoso en paradero desconocido, los allegados del herido reconocen «estar intranquilos viendo lo que es capaz de hacer a plena luz del día». La Policía, por su parte, mantiene controlada la zona con algunos efectivos para evitar posibles enfrentamientos entre familias.