
Diana Janet, el crimen machista de la noche de Reyes en Fuengirola
Historia negra de Málaga ·
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Historia negra de Málaga ·
El homicidio, perpetrado en 2003, fue el primero que se registró como violencia de género en España. Esta es su historiaTenía 28 años. Diana Janet Vargas era colombiana, madre de Laura, hija que había tenido con su anterior pareja. Llevaba unos años viviendo con Harald Mikael Hellström, un ciudadano sueco que le prometió una vida mejor pero que terminó arrojándola por el balcón de un segundo piso en Fuengirola. Era la madrugada del cinco al seis de enero de 2003, hace 18 años. Diana perdió la vida en el acto.
Este caso está marcado en rojo en la historia negra de Málaga. No solo por lo atroz del crimen. También porque Diana Janet se convirtió en la primera mujer en ser reconocida por el Estado como víctima de la violencia de género. El uno de enero de 2003, el Instituto Nacional de Estadística comenzó a hacer un recuento oficial atendiendo a esta lacra que hoy en día ha alcanzado las 1.079 víctimas, según los datos del Ministerio de Igualdad.
Su pareja, con quien convivía, fue condenada a pasar catorce años en prisión por un delito de asesinato. Según quedó recogido en la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, que fue ratificada en instancias superiores, los maltratos que sufría Diana de manos de Harald eran habituales, y en ellos había violencia física y psicológica. De hecho, días antes del ataque, la joven llevó a su hija (que tenía cuatro años) a Madrid, donde quedó bajo los cuidados de su padre. A él le contó que Harald le había pegado y que le rompió la mandíbula.
La noche de Reyes del año 2003, Diana y su pareja entablaron una fuerte discusión. Numerosos testigos –que posteriormente declararon que las broncas eran habituales– escucharon las voces que emanaban de las ventanas del segundo piso de calle San Rafael. A las 01.40 horas del día seis de enero, Harald arrojó el árbol de navidad por la ventana. Diana bajó a recogerlo y cuando subió, su pareja la arrojó por el balcón. La víctima se dio un golpe contra un aire acondicionado, cayó al suelo y falleció.
En la habitación había una tercera persona, un amigo de ambos que presenció la pelea y permitió la agresión. Fue condenado a 18 meses de cárcel por omisión del deber de impedir delitos, ya que no trató de socorrer a la víctima ni avisó a emergencias. El día siguiente a los hechos, varios vecinos declararon al entonces periodista de SUR, Álvaro Payo, que trataron de socorrer a Diana pero que este amigo común de la pareja no les dejó acceder al piso.
Harald fue arrestado el día ocho de enero, cuando se dirigía a entregar las llaves del piso al propietario. Según la investigación, tenía intención de regresar a Suecia. Ingresó en prisión preventiva y tres años después, en enero de 2006, fue juzgado y condenado. Además de la pena de cárcel, fue sentenciado a pagar una indemnización de 180.000 euros a su hija.
Cinco meses después de la lectura de la condena de la Audiencia, el Tribunal Supremo confirmó la decisión del tribunal tras dar credibilidad a la «contundente» declaración de un vecino que presenció los hechos y el resto de «abrumadoras» pruebas. Harald expuso una versión exculpatoria en la que Diana se cayó tras darle una patada a él, relato que fue desechado por la sala al considerarlo inverosímil.
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La fiscal delegada de Violencia sobre la mujer de la Fiscalía Superior de Andalucía, Flor de Torres, define este caso como «paradigmático». «Es un reflejo de la sociedad de aquellos tiempos, en la que estaba el agresor y los espectadores, congelados e impasibles», remarca, en referencia al condenado por omisión y al entorno de la pareja. «Hoy en día no habría ocurrido así, hora hay muchos ciudadanos que denuncian y que testifican».
De Torres considera que el nombre de Diana Janet tiene un significado «testimonial», puesto que, pese a que no es la primera víctima de la violencia machista, tiene un valor «simbólico». El caso se instruyó en un juzgado no especializado, ya que la ley integral de violencia de género no se aprobó hasta un año después, y los juzgados de violencia de género se constituyeron en el 2005. Sin embargo, la fiscal considera que la sentencia que se dictó es «modélica» y se redactó «con perspectiva de género», ya que se incluyó el agravante de parentesco.
En el relato de hechos probados, la juez que firmó la condena (actual presidenta de la Audiencia Provincial de Málaga, Lourdes García Ortiz, hizo referencia al maltrato que sufría la víctima antes de que su pareja la matase. Diana Janet no es la primera víctima, pero sí el primer nombre que aparece en todas las estadísticas. Por eso su identidad es tan importante: sus iniciales representan la razón de ser del seguimiento jurídico de la violencia machista
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Cristina Cándido y Álex Sánchez
Lucía Palacios | Madrid
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