Un detenido por el caso de Paco, desaparecido en extrañas circunstancias en Almogía

La Guardia Civil sigue trabajando sin descanso en el caso de Francisco Mayorga, más conocido como Paco 'El del molino', un jubilado de 83 años, vecino de Almogía, que está en paradero desconocido desde el pasado fin de semana en circunstancias extrañas. Los investigadores lo consideraron desde el principio una desaparición «inquietante», como demuestra el fuerte despliegue policial que se registra en la localidad desde que la familia denunció los hechos.

Desde primera hora de este martes 11 de marzo, circulan rumores en Almogía sobre uno o varios identificados por las autoridades. Según ha podido confirmar SUR, efectivamente, ya hay un detenido en dependencias policiales en relación a los hechos. La investigación está en un punto muy incipiente y, dado que aún no está claro lo sucedido en la vivienda, por ahora sólo se le considera sospechoso de robo.

Los agentes del Instituto Armado siguen trabajando sobre el terreno en busca de pistas que sirvan para averiguar el paradero de Paco y también de la persona o personas que podrían estar detrás de su desaparición, ya que la principal línea con la que se trabaja es que no fue una fuga voluntaria. En la casa del hombre se encontró su dentadura (que no se quitaba nunca), una de sus zapatillas y dos gotas de sangre en el suelo.

Tras examinar de forma muy exhaustiva el domicilio, los investigadores han continuado inspeccionando una vivienda abandonada que está en la misma zona de Almogía y han realizado una batida por el descampado que hay en la parte posterior de esta edificación.

Paco fue visto por última vez la noche del sábado 8 de marzo, cuando se despidió de un sobrino nieto con el que estuvo viendo un partido de fútbol de Segunda División. Juan Manuel se asomó a su puerta para ver a Paco recorrer la veintena de metros que separan ambas viviendas y se quedó tranquilo al comprobar que entraba en la suya.

Sin embargo, el domingo comenzaron a echarlo en falta por la mañana, aunque creyeron que no había salido por las lluvias, y su preocupación se acrecentó por la tarde, al ver que no acudía a ver el partido entre el Madrid y el Rayo Vallecano con su familia. Esa misma tarde, sobre las 19 horas, José Manuel fue a su casa y comprobó que el interior estaba revuelto.

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