El pescado azul es uno de los alimentos que contiene histamina de manera natural. ARCHIVO

Alerta alimentaria por latas de atún con exceso de histamina: ¿Qué es esta sustancia y cuáles son sus efectos?

Su consumo excesivo puede llevar a una intoxicación alimentaria que suele cursar de manera leve, aunque también puede derivar en casos más graves

Raquel Merino

Málaga

Miércoles, 8 de junio 2022

Hace unos días, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) alertaba de la retirada de unas latas de atún en conserva de dos marcas españolas tras detectarse un exceso de histamina y recomendaba a las personas que pudieran tener el producto afectado ... en casa que no lo consumieran y lo devolvieran al punto de compra. Pero, ¿qué es la histamina y qué peligros puede tener para la salud?

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Según apunta la Aesan, la histamina es una sustancia inflamatoria perteneciente al grupo de las aminas biógenas, que el organismo produce de manera natural. Forma parte del sistema inmune y cumple distintas funciones como regular las funciones del estómago, actuar como neurotransmisor del sistema nervioso y reaccionar contra agentes alérgenos como el polvo, el polen o el moho.

La histamina también puede generarse por la acción de microorganismos sobre la carne de algunos alimentos, que descarboxilan el aminoácido esencial histidina elevando la cantidad de esta sustancia, y cuyo consumo puede provocar una intoxicación alimentaria.

Los alimentos con los que hay que tener un especial cuidado son los pescados azules como atún, bonito, boquerón, sardina, anchoas, arenque o caballa, y los alimentos derivados de ellos. También hay otros fermentados o madurados en salmuera que pueden tener desarrollar altas concentraciones de histamina, los quesos y embutidos, las salchichas y verduras fermentadas, anchoas en vinagre y salazón, las salsas de pescado, las conservas y cualquier alimento fresco procesado para que dure más tiempo.

La formación excesiva de histamina en los alimentos se debe principalmente a deficiencias de calidad de las materias primas, falta de higiene en el proceso de fabricación, elevada temperatura durante periodos de tiempo prolongado o una inadecuada refrigeración en el almacenamiento y distribución. La histamina no altera el sabor ni el olor de los productos y, además, no se destruye al cocinarlo y resiste la refrigeración y congelación.

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En cuanto a los síntomas, en los casos más graves de intoxicación por histamina se pueden experimentar calambres, náuseas, espasmos bronquiales, sofoco y trastornos respiratorios graves similares a un episodio de crisis alérgica, pero en la mayoría de los casos se trata de cuadros leves que remiten pasadas de 12 a 24 horas de la ingesta y que suele cursar con picores, ardor en la boca o garganta, inflamación, urticaria en la parte superior del cuerpo, malestar o dolor de cabeza. Estos síntomas suelen aparecer rápidamente tras tomar el alimento con exceso de histamina, con una variación que puede oscilar entre los dos minutos y las dos horas.

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