Tiempo de uso de las mascarillas, según su tipo: ¿Cada cuánto hay que cambiarlas para que sigan protegiendo?

Esta información por sí sola debería persuadir para realizar un recambio adecuado de las mascarillas pero, por si no fuera suficiente, hay que tener en cuenta que estas dejan de ser útiles como barrera de protección cuando se usa de manera prolongada. Así que, toma nota de las siguientes recomendaciones:

En el caso de las mascarillas higiénicas y quirúrgicas, se aconseja cambiarlas pasadas cuatro horas de utilización continuada o, incluso antes, en el caso de que se humedezca o deteriore.

Si se trata de una mascarilla autofiltrante tipo FFP1, FFP2 o FFP3, consideradas EPI (equipo de protección individual) se puede prolongar hasta las ocho horas, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

Las mascarillas higiénicas, incluidas las de telas, pueden ser reutilizables. Para ello tienen que elaborarse siguiendo los requisitos de la Especificación UNE 0065 (las no reutilizables se hacen según la Espificación UNE 0064) y incluir en el etiquetado los siguientes detalles:

- El nombre, marca comercial o cualquier otro medio de identificación del fabricante o proveedor.

- La talla y el rango de edad.

- El número de este documento y la designación visible como sigue: «Especificación UNE 0065:2020 Mascarillas higiénicas reutilizables para adultos y niños. Requisitos de materiales, diseño, confección, marcado y uso».

- La siguiente advertencia:

«ADVERTENCIA: Este dispositivo no es un producto sanitario en el sentido de la Directiva 93/42 o del Reglamento UE / 2017/745, ni un equipo de protección individual en el sentido del Reglamento UE / 2016/425».

- El pictograma de la colocación de la mascarilla.

Según establece Sanidad, deben permitir al menos cinco lavados (pueden ser más) y para su limpieza hay que seguir las indicaciones del fabricante, aunque normalmente se recomienda lavar las mascarillas en la lavadora con el detergente habitual y un ciclo de lavado a temperatura de 60º, o sumergirlas en una dilución de lejía 1:50 (20ml de lejía, 980 ml de agua) con agua tibia durante unos 30 minutos. También se pueden desinfectar con productos viricidas autorizados por el Ministerio de Sanidad siguiendo las instrucciones en cuanto a dilución del producto y tiempo de contacto. En cualquier caso, posteriormente, deben enjuagarse bien con agua y jabón y aclararlas para eliminar cualquier resto de producto.

En cuanto a la frecuencia de lavado, debe realizarse después de cada cuatro horas de uso continuado.

También se comercializan mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3 reutilizables. Deben venir marcadas con la sigla 'R' las que lo son y las que no con las siglas 'NR'.

Según los farmacéuticos, sí. El máximo de horas aconsejadas es de cuatro en las higiénicas y quirúrgicas y de ocho en las autofiltrantes, pero de manera continuada, por lo que se pueden quitar y volver a poner de manera fragmentada sin que se superen estos periodos de tiempo. No obstante, los farmacéuticos señalan que, en caso de ser imprescindible realizar de manera muy puntual un uso intermitente de la mascarilla, se debe extremar la higiene de manos al quitarla y ponerla, y se debe almacenar en una bolsa limpia o en un sobre de papel, colocándola de manera que no se contamine la parte interior que va a estar en contacto con la cara. Nada de guardarla en el bolsillo de pantalón o dentro del bolso.

Del mismo modo, hay que extremar las precauciones en el momento de quitarse la mascarilla. Para ello, hay que lavarse las manos con jabón o gel hidroalcohólico; proceder después a retirarla por la parte de atrás o de las gomas de sujeción de las orejas, dependiendo del tipo; sin tocar la parte frontal ni la parte interior que está en contacto con la cara; guardarla correctamente, y volver a lavarse las manos.