

Secciones
Servicios
Destacamos
«Pía odiaba que la llamaran Pieternella. Fue culpa de su padre», afirmó Gino Felleman, hijo de la artista holandesa, cuando José Luis Cabrera, coordinador de Torremolinos Chic, presentaba a la pianista en el ciclo dedicado a su figura en el Ateneo de Málaga. «Su madre quería Pietra, pero en el Ayuntamiento le dijeron que ese nombre no existía y le dieron esa opción a la que su padre dijo sí», concluyó la anécdota antes de comenzar a recordar la vida de su madre. Una apasionante vida ligada al jazz que la hizo recorrer todo el mundo con sus giras.
A los tres años, según Felleman, Pía ya tocaba el acordeón. Y, a los cuatro, el piano. «Todo de oído, no sabía leer música», señaló el hijo. Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, formó un grupo musical con sus vecinas con el que comenzó a darse a conocer y a labrar su carrera en la música. Tras el conflicto bélico, Beck se unió al grupo Miller Sextet con el que recorrió gran parte de Europa. «Tocaron para las tropas americanas en Indonesia durante seis meses. Se fue sin decírselo a sus padres. Fue muy duro, estaban en guerra», contó.
Años más tarde, en 1949, formó su propio grupo y compuso 'Boogie Pia', un éxito internacional que hizo que su carrera terminara de despegar. Beck comenzó a viajar por Estados Unidos y por todo el mundo con su grupo. «Estaba más de gira que en Holanda, sólo donde pasaba tres o cuatro meses», confesó Felleman. Beck pasaba seis meses al año en Estados Unidos de gira, donde actuó con los grandes artistas de jazz de la época. «En Nueva Orleans y Atlanta la nombraron ciudadana de honor. Fue la primera holandesa en obtener estos reconocimientos», recordó su hijo. Unos periplos que duraron hasta 1964, un año antes de mudarse a Torremolinos.
Pía Beck conoció a Marga Samsonowski, su gran amor, cuando tenía 17 años. En un momento en el que Marga estaba «casada y feliz». «La vida cambió y siguió su vida con Pía», contó Felleman, quien estaba en el vientre de Marga cuando oficialmente comenzaron a vivir juntas, en 1956. «Mi padre daba fiestas e invitaba a artistas, entre ellos, Pía. Me decía que se enamoró de mi madre cuando la vio, pero sabía que no era posible», recordó.
Ya juntas y con Gino, la familia se iba a trasladar a Los Ángeles, una idea que no convencía a Marga. «Era muy lejos de sus padres, ya mayores», aseguró su hijo. La segunda opción, Mallorca, pero en el 63 todo cambió. «Vinieron de vacaciones a Torremolinos y las dos dijeron que querían vivir allí». Y así fue. Se trasladaron al municipio de la Costa del Sol en plena dictadura franquista. En la localidad había una cierta tolerancia por motivos económicos, siempre y cuando no hubiera escándalos.
Esta época fue dura para Felleman, quien sufrió insultos y agresiones en el colegio. «Los otros niños oían comentarios de sus padres, a mí me recogían dos mamás», apuntó Felleman. Luego, se cambió a un colegio internacional, donde la situación cambió. Además, en esta etapa Pía abrió su propio club de jazz, 'The Blue' Note', en el Pasaje Begoña. «Era una sala de jazz única, la más bonita de la Costa del Sol. Pasaron muchos artistas por allí», dijo su hijo.
Además del legado de vivir con naturalidad con otra mujer en una época de intolerancia, como recordó Cabrera, uno de los momentos más recordados de Pía Beck como referente LGTBI fue cuando organizó un concierto para recaudar fondos para pagar un anuncio en las páginas del New York Times en contra del discurso homófobo de la activista ultraconservadora Anita Bryant. «Esta mujer decía que los homosexuales no podían dedicarse a la enseñanza ni a cargos públicos. Era una cantante de folk y gospel», aseguró el coordinador de Torremolinos Chic. Este concierto, en el que Pía Beck era la estrella, tuvo una duración de más de seis horas y por el escenario pasaron otros artistas que no estaban de acuerdo con este discurso.
Durante este ciclo, al que acudió la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, junto al concejal de Igualdad, Francisco García, y al concejal de Educación, José Manuel Ruiz, Felleman recordó otras anécdotas de su madre. Una de ellas fue la relación de amistad que mantuvo con el rey Juan Carlos. «Se mandaban correspondencia», recordó su hijo en esta conferencia moderada por el presidente ejecutivo del Ateneo y vocal de Historia, Miguel Tello.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.