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Wroclaw, la cuna de los gnomos

Qué comer: La cocina polaca es sustanciosa y los platos abundantes. Los panes son una gran tentación. No puedes dejar de probar los bigos, considerados lo más típico de Polonia. Se trata de una especie de estofado con col agria, muy similar al chucrut, y varios tipos de carnes, embutidos y setas. También hay que degustar los kotlet schabowy, variedad polaca de una chuleta de cerdo empanada; los pierogi, unas empanadillas rellenas; o el żurek, una sopa que se sirve en un cuenco de pan. Tampoco puedes perderte el golabki, elaborado con hojas de col hervidas envueltas con un relleno de carne picada de cerdo o ternera, cebollas picadas y arroz. Es el menú clásico de las ocasiones festivas. Para el postre, qué mejor que unos faworki o pastelillos en forma de tiras retorcidas, fritas en grasa, o un makowiec, un pastel de semillas de amapola.

Dónde comer: En pleno Centro, junto a la plaza del Mercado, hay que degustar los platos del restaurante Zloty Pies, y para recordar la historia local nada mejor que hacer una parada en el Konspira decorado con símbolos de la época de la ruptura de Polonia con la antigua URSS. Si se quiere sentir la tranquilidad de comer en la orilla del río Oder, nada mejor que el Przystań, entre los puentes de Pomerania y el de la Universidad. Para la noche, el Pub Motyla Noga, una antigua prisión en el centro de Wroclaw, se convierte en punto neurálgico.

Paseo en barco: Wroclaw, capital de la región de la Baja Silesia, es conocida como la Venecia polaca bañada por el río Oder. La ciudad está ubicada sobre doce islas unidas por 130 puentes. ¿Qué mejor que descubrirla en barco?. Sobre todo los días calurosos vale la pena embarcarse. Las tarifas de estos recorridos son asequibles y hay muy diferentes alternativas cada día y con una frecuencia de cada hora.

Si se prefiere caminar, se puede empezar por el antiguo Ayuntamiento, de estilo gótico, situado junto a otro de los rincones que hay que inmortalizar: la Plaza del Mercado de la que es la ciudad más grande del oeste de Polonia. Recorrer el centro histórico permite descubrir antiguas casas burguesas, construcciones de estilo medieval y renacentista, a la par que sorprenderte por las estatuíllas de gnomos que inundan la que en español es también llamada Breslavia. Sin embargo, no puedes dejar de visitar también Ostrów Tumski, conocida como la 'Isla de la Catedral', que es la joya de la corona de esta urbe. Tampoco puedes dejar de recorrer el puente colgante de Grunwaldzki, que es el más llamativo.

Por sus calles se nota la vida que aportan los universitarios. Más de 40.000 estudian en Wroclaw de cuya Universidad han salido nueve ganadores del Premio Nobel, como Theodor Mommsen, Philipp Lenard, Eduard Buchner, Paul Ehrlich, Fritz Haber, Friedrich Bergius, Erwin Schrödinger, Otto Stern y Max Born.

Wroclaw es una ciudad ideal para viajar con niños porque el reclamo de estar considerada la cuna de los gnomos la hace más que especial. Qué mejor plan que hacerse con un mapa de la ruta de estos personajillos y lanzarse a la búsqueda de los mismos. Además cuenta con numerosos parques, con el atractivo de las islas o del zoo, y con un reclamo infalible para los más pequeños de la casa: Kolejkowo, donde se encuentra la maqueta de ferrocarril más grande de todo el país que permite viajar por un mundo en miniatura gracias a 15 trenes y más de 50 vagones dotados de todo tipo de detalles.

Hay dos transportes públicos principales: el autobús y el tranvía, que comparten un único billete. Ambos se complementan con el teleférico que va entre la Universidad Técnica de Wroclaw y Geocentrum, y los trenes Koleje Dolnoslaskie. Los pasajes del autobús o del tranvía se pueden comprar en quioscos, cajeros automáticos, tiendas Zabka, oficinas de correos o a bordo, si tiene una tarjeta Urban EP o una tarjeta bancaria que admita la tecnología NFC. Hay 60 líneas de autobuses y 20 tranvías.