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Una semana más aprovechamos las 151 conexiones directas con las que cuenta el aeropuerto de Málaga para proponer una escapada aérea con un reclamo muy ... concreto y con un evento de esos que gusta coleccionar porque significa compartir, convivir y conocer las tradiciones de una ciudad que tiene un papel importante como centro económico de Alemania. Facturamos la maleta con destino a Múnich preparados para disfrutar del mayor festival folclórico del mundo, el Oktoberfest, que se inaugura el próximo día 16 hasta el 3 de octubre. Un evento, entorno a la cerveza y la gastronomía local, en el que su esencia es sinónimo de encuentros, experiencias compartidas y alegría de vivir. Y una excusa ideal para conocer una ciudad divertida, acogedora y con una importante lista de imprescindibles a visitar. Como primer consejo para disfrutar a lo grande apuntar que están prohibidas las mochilas y bolsos grandes dentro del recinto del festival del Oktoberfest, en el que la entrada a las carpas y la instalación de una tienda de campaña es gratis. Se pagan las consumiciones y se permite llevar bocadillos. Desde la organización de este festival señalan que lo mejor es portar bolso o mochila con una capacidad máxima de tres litros y unas dimensiones máximas de 20x15x10 centímetros. No se permiten bicicletas, scooters, patinetas y vehículos similares en el recinto del festival, así como animales. Para evitar horas punta lo mejor es consultar el Barómetro Oktoberfest. Y como toda fiesta precisa de un descanso, entre la 1.30 y las 9.00 horas no se permite la entrada a nadie al recinto del festival.
Aerolíneas que vuelan a Múnich desde Málaga
Compañía Aérea Lufthansa y Marabu Airlines OÜ, con cuatro frecuencias lunes, jueves, viernes y domingo.
Duración del vuelo Dos horas y 50 minutos.
¿A qué precios? De todos es sabido que las tarifas de los vuelos varían de forma constante y aunque es fácil encontrar ofertas al reservar con mucha antelación, también es posible encontrarlas en la última hora. En esta ocasión y ante las fechas del evento que es el gran reclamo de esta escapada, el Oktoberfest, en una búsqueda reciente es posible viajar desde el próximo día 25 al 28 de septiembre por un coste de 219 euros, ida y vuelta.
Para ir del aeropuerto a la ciudad. El Franz Josef Strauss es un moderno aeropuerto inaugurado en 1992 que en numerosas ocasiones ha sido elegido como uno de los mejores del mundo. Está situado a 28 kilómetros al noreste de la ciudad y es el segundo más importante de Alemania, por detrás del de Frankfurt. La manera más barata para desplazarse al centro de Múnich es coger el Lufthansa Airport Bus. El coste es de 11 euros, que se eleva a 18 si adquieres el billete de ida y vuelta. Cada quince minutos, y desde las 6.30 horas hasta las 22.00 horas, sale este autobús que tarda unos 45 minutos en llegar a la Estación Central, con una parada antes del final en Munich Nord. Otra alternativa es coger las líneas de tren S-Bahn S1, que en 50 minutos te deja en plaza Marienplatz, considerado el corazón de la ciudad y uno de los lugares que hay que visitar; o la S8, con igual destino final. Ambas tienen una frecuencia de diez minutos entre las cuatro y la una de la una de la madrugada con un billete de 11,60 euros.
Qué comer: La cocina alemana es contundente y sabrosa y Múnich es un buen sitio en el que degustarla en sus originales cervecerías de mesas largas y bancos de iguales dimensiones en las que se comparte con desconocidos que en cuestión de minutos dejan de serlo. Lo normal en estos establecimientos es comenzar pidiendo unas salchichas, desde la weisswurst, de color blanco, a la brätwurst, y un pretzel, uno de los símbolos de la gastronomía alemana. También hay que probar el pie de cerdo asado en el horno, que en la carta aparece como Schweinshaxe. Otros indispensables son los Käsespätzle, o pequeños ñoquis aderezados de queso y cebolla frita; o los knödel, otro clásico de la cocina local, parecidas a unas enormes albóndigas servidas como guarnición o, incluso, en sopas. Siempre pensando en dejar hueco para el strudel de manzana, un hojaldre relleno de manzanas agridulces, pasas, canela y azúcar y servido con helado de vainilla.
Dónde comer: Aunque el Oktoberfest sea el centro de la escapada, no se puede volver a Málaga sin visitar la cervecería Hofbräuhaus (HB), considerado el restaurante más típico de la capital bávara y con una historia que comienza en 1589 como la fábrica de cerveza proveedora de esta bebida a la familia Wittelsbach, una Casa Real europea y una dinastía alemana originaria de Baviera. El local cuenta con una exposición que reúne su trayectoria en la planta alta, en el que incluye, por supuesto, el discurso de Hitler que fundó oficialmente el partido nazi, en 1920. Pero también es recomendable visitar Ratskeller, uno de los restaurantes de Múnich más especiales y con un interior espectacular, y hacer parada en el mercado de Viktualienmarkt, a menos de cinco minutos a pie de Marienplatz.
¿Qué no te puedes perder?: Aunque es una de las ciudades industrias de Alemania reúne un atractivo patrimonio, una oferta de museos y una vida que la convierte en una urbe vibrante. Si bien el reclamo es disfrutar del Oktoberfest, hay que sacar tiempo para pasear por la Altstadt, la Ciudad Vieja, la plaza central Marienplatz y visitar monumentos, como el Ayuntamiento, de estilo neogótico, o el Deutsches Museum de ciencia y tecnología, junto a la ribera del río Isar. Los amantes de la historia seguro que sacan tiempo para visitar Dachau, el campo de concentración más cercano a Múnich, y el castillo de Neuschwanstein, construido en la cima de un desfiladero y compuesto por varias edificaciones individuales con unos 150 metros de longitud total, que inspiró a Walt Disney para la creación del castillo de la Bella Durmiente. La iglesia de San Pedro, el Palacio Real y Odeonsplatz, uno de los lugares más antiguos de la ciudad y recordado por los enfrentamientos entre el gobierno y el partido nazi en noviembre de 1923.
Compras: Ineludible es pasear por Viktualienmarkt para hacer algunas de las compras clásicas. En el recorrido se pueden buscar uno de los recuerdos más baratos y originales que se pueden buscar las cervezas Lowenbrau o Hofbrau, que están entre las maltas más difíciles de localizar fuera de Baviera. Tampoco puedes venirte de Múnich sin las clásicas y auténticas jarras de cerveza. La tienda de Hofbrauhaus es toda una fuente de inspiración de regalos, entre los que son frecuentes los relojes de Cuco.
Una cita que les hará flipar a los pequeños de la casa es un paseo por Freizeitpark Märchenwald o Parque de las Hadas, a unos veinte minutos de Múnich, con atracciones para los niños, casas de juego en el bosque y cuenta cuentos. Si les apasionan los coches, un tour por el BMW World y su museo es una gran alternativa. Allí podrán descubrir los más de 100 años de historia de esta marca de vehículos y también conocer los coches del futuro en su salón futurístico. Y si lo que les fascina es el fútbol saldrán encantados de la visita al Allianz Arena, un templo futbolístico que es una obra maestra de la arquitectura y el hogar del FC Bayern. La combinación de un recorrido por el campo y el Museo del FC Bayern es un plan genial para pequeños y mayores, que se supera sólo con la asistencia a uno de los partidos de este equipo de la Bundesliga y contagiarse de un ambiente único.
El metro, el bus y el tranvía son las tres alternativas para moverse por la ciudad. En el caso del metro, Múnich cuenta con ocho líneas que cubren una longitud de más de cien kilómetros en los que se distribuyen 96 estaciones. En cuanto al coste del billete del transporte público en esta urbe es de 3,70 euros por trayecto.
Buen viaje.
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