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Esta semana miramos al norte de África para la Escapada Aérea en la que planificamos viajes a alguno de los 123 destinos con vuelos directos desde el aeropuerto de Málaga. Facturamos maleta a Fez, ubicada en el noreste de Marruecos y considerada la capital cultural ... del país. Entre sus grandes reclamos está la medina amurallada Fez El Bali. En esta urbe de callejuelas empedradas te trasladas al mundo antiguo y puedes disfrutar de los animados zocos y de la riqueza histórica y cultural de una de las ciudades más bonitas del país marroquí. Fez es la joya de Marruecos.
Aerolíneas que vuelan a Fez desde Málaga
Compañía Aérea Ryanair
Duración del vuelo En una hora aterrizas en el aeropuerto de Fez.
¿A qué precios? Conscientes de que los precios de los billetes aéreos cambian casi a diario, en una reciente búsqueda es posible viajar por 30 euros, ida y vuelta, si sales el próximo día 20 de abril para volver el 23.
Para ir del aeropuerto a la ciudad. Fez cuenta con un aeropuerto pequeño que se encuentra a unos veinte kilómetros de la ciudad. La alternativa más popular para desplazarte hacia la ciudad es la línea 16 del autobús, que llega hasta la estación de trenes. Pasa cada hora, aproximadamente, y el trayecto dura unos 40 minutos. El billete cuesta cuatro dírham, 0,40 euros. Sin embargo, por comodidad, es mejor la opción de contratar un servicio de traslado que te llevará hasta el hotel en el menor tiempo posible y que viene a costar unos 13 euros. Recuerda que los taxis no entran en la medina.
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Qué comer: En Fez podrás saborear la cocina más tradicional de Marruecos. Por ello, la sopa harira es una de los imprescindibles al ser la más clásica de la gastronomía local. Suele llevar un sofrito de tomate y apio con carne, verduras y legumbres, a la que añaden fideos o arroz. El tajine, el cous cous y la pastela son algunos de los platos que no te puedes perder . Además tienen la ventaja de que hay una gran variedad de alternativas de cocinado con distintas carnes o verduras. También debes degustar el mechoui, cordero asado, y las kefta, una especie de albóndigas que se cocinan en brochetas y a las brasas y se sirven con salsa de tomate. Es una comida callejera muy popular. Siempre hay que dejar hueco para unos postres, con la pastela de leche como especialidad, o los pasteles de almendras, acompañados de un buen té de menta.
Dónde comer: En las callejuelas de la medina Fez el-Bali se concentra la mayor oferta de restaurantes con comida típica. Es toda una experiencia descubrir la gastronomía local en los riads, o alojamientos, y palacetes restaurados que han sido convertidos en elegantes restaurantes. El Chez Said, Chez Rachim, la Tarbouche o Nagham Café son algunos de los lugares en los que disfrutar de la cocina de Fez.
¿Qué no te puedes perder?: Fez, cuya historia data del siglo VIII, no te dejará indiferente. Es uno de esos destinos que sorprende y en la que al visitarla es fácil entender por qué está considerada como la capital cultural y espiritual de Marruecos. Su entramado de callejuelas empedradas, sus murallas centenarias y su arquitectura la convierten en la joya del país. Al pasear por ese laberinto de calles estrechas podrás descubrir unos patios con azulejos de colores vivos en los que empiezas a notar el protagonismo de ese azul cobalto que se convierte en el sello de una ciudad famosa también por su cerámica. El gran reclamo es la medina amurallada Fez el-Bali, donde parece que el tiempo se ha detenido en la ciudad morisca del siglo IX. Con más de 9.000 callejuelas está considerada la mejor conservada del mundo árabe y el mayor monumento vivo de todo Marruecos. Otra de las características más sorprendentes de la medina es que es la zona urbana más grande del mundo sin tráfico de coches. Lo mejor es contratar un guía para descubrir los secretos de la medina y disfrutar al máximo de sus zocos. Pero tampoco te puedes perder una visita a Fez el Jdid, una ciudad creada en el siglo XIII por los meriníes que se convirtió en la sede del poder real en Marruecos, que alberga el barrio judío, conocido como Mellah y el Palacio Real. Como ciudad cultural cuenta con una amplia variedad de museos como el de las Artes Nejarine y Artesanías de Madera, ubicado en un antiguo palacio restaurado y con un patio central rodeado de hermosos mosaicos y detalles arquitectónicos, o el de Arte Marroquí (Batha), que se encuentra en la zona de Fez el-Jdid; o el de Armas (Bordj Nord), de gran interés para los apasionados en la historia militar. Como visitas imprescindibles también están las Tumbas Merenides, un lugar histórico con excelentes vistas panorámicas de la medina y la ciudad en general y la mezquita Mausoleo de Moulay Idriss, un sitio sagrado donde está la tumba del fundador de la ciudad y santo patrón muy venerado por los habitantes de la ciudad y por peregrinos.
Compras: Fez es también la capital de la artesanía. De ahí que es el lugar ideal para adquirir cerámica vidriada o la azul cobalto, tallas de madera u objetos de piel en los numerosos talleres que hay en los zocos de la medina y en los que es importante practicar la técnica del regateo. Las principales calles comerciales son la Avenida Mohammed V y la calle Fez Jdid, así como la de Merinídas, ubicada en el barrio judío, donde hay numerosas tiendas de orfebrería y mercadillos.
En Fez los más pequeños disfrutarán como los mayores de las callejuelas de la ciudad, de los puestos callejeros de artesanía o del ambiente inimaginable de los zocos. Una tarde en el Jardín botánico Jnan Sbil (Bou Jeloud) es otra alternativa, a la que se le puede añadir el aliciente de probar unas hamburguesas de camello. El Cafe Clock, con una terraza con buenas vistas, es un buen sitio para ello.
Moverse en Fez es complicado porque es fácil despistarse en el laberinto de callejuelas. Como transporte público, el autobús es una alternativa poco viable porque van siempre llenos y sin aire acondicionado, además de que sólo circulan por la Ville Nouvelle y el exterior de la medina. Lo más común es utilizar el taxi. Aquí hay varias opciones. Los taxis rojos, más pequeños y económicos hasta el punto de que un trayecto medio tiene un precio de 0,90 euros o 10 dírham. Se pueden compartir y hay que recordar siempre al taxista que ponga el taxímetro. Si se niega es mejor cambiar de vehículo. También están los taxis grandes, que son unos antiguos Mercedes blancos, habituales en el aeropuerto y que parten de distintos puntos de la ciudad. También son colectivos y recuerdan que tienen capacidad para hasta seis plazas además del conductor.
Buen viaje.
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